Macabro asesinato de un estudiante universitario
Lo ataron de pies y manos, le vendaron los ojos y lo amordazaron. Luego lo golpearon y le dispararon. Fue en La Plata
Un estudiante universitario de 23 años fue encontrado el jueves asesinado en un descampado de la avenida 66, en Berisso, con los ojos vendados, amordazado y atado de pies y manos, informaron fuentes policiales. Todavía no queda claro cómo lo mataron, aunque la teoría más firme es que recibió un disparo en la cabeza. Tampoco está confirmado cuándo ocurrió el crimen, pero a simple vista los forenses estimaron que habría fallecido entre 24 y 48 horas antes de que lo encontraran. Se llamaba Francisco Lissa, estudiaba Cine en la facultad de Bellas Artes, estaba vinculado al mundo del teatro, y el misterio más grande es el móvil del homicidio, según publicó en su versión digital, el diario El Día de La Plata.
La Policía empezó a investigar el caso alrededor del mediodía del miércoles y por un hecho fortuito. Es que personal de la comisaría Novena encontró abandonado un Ford Ka en los playones de 121 y 67: con las puertas abiertas, las cerraduras forzadas y la luneta rota.
«En el interior no había sangre», comentó una alta fuente del caso, aclarando, igual, que fue sometido a exhaustivos peritajes de todo tipo. Aunque tal estado de cosas permitía suponer que el auto -y quizás su dueño- podían haber sido objeto de un ilícito,
hasta ese momento nadie apostaba un final semejante.
Identificaron al propietario, dieron con el domicilio de Lissa -en 47 entre 3 y 4-, y como allí no había nadie, ubicaron a su mamá. La mujer les comentó que no veía a Francisco desde el último martes, pero como el joven vivía solo y no sabía lo del Ka, no le llamó la atención. Un coche destrozado no es motivo para alar
marse. Si el dueño está desaparecido, sí.
La novedad circuló de inmediato por todas las comisarías de la región, hasta que a las 15.40 del miércoles, un llamado anónimo al 911 sumó el tercer dato que hilvanaría a los otros dos.
Una voz masculina comunicó que había un hombre tirado en 66 y 148, a la vera de la mano derecha, a unos 3 kilómetros de la avenida Montevideo, frente a una chanchería. Dijo esto y colgó. La Central de Emergencias derivó entonces a un patrullero de la comisaría Cuarta de Berisso y esos policías confirmaron la noticia. El cuerpo era el de un joven de unos 25 años, vestido con pantalón de jogging, una remera y zapatillas. Tenía sangre en la cabeza, atados los pies y las manos, una mordaza en la boca y los ojos vendados.
Al lugar llegaron luego los hombres de la comisaría Segunda y del gabinete de Homicidios de la DDI La Plata, quienes no tardaron en vincular este hallazgo con la pista del auto. Una comisión se acercó al domicilio de la mamá de Lissa, y una foto de Francisco despejó cualquier duda. Realizados los peritajes en el descampado, el cuerpo fue trasladado a la morgue local, donde anoche era sometido a una autopsia. Los resultados se conocerán hoy.
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