Macri repartió felicitaciones al por mayor

Hasta los empleados del club tuvieron el agradecimiento del presidente.

Con garra y corazón, Boca logró sumar otro título a su rica historia

BUENOS AIRES (DyN).- A la hora de las felicitaciones, Mauricio Macri no dejó nadie fuera.

El presidente de Boca se acordó de todos. De los empleados del club, de los hinchas, de sus pares de comisión directiva y, por supuesto, del cuerpo técnico y de los jugadores.

También se acordó de la parte económica y de los premios que Boca deberá pagar y también le dedicó un párrafo a la violencia que rodea al fútbol.

«Este campeonato genera un gasto de 6 millones de dólares que Boca debe cubrir», comentó el titular del club.

Cuando se le preguntó cuantos jugadores deberá vender Boca para cubrir ese gasto, Macri señaló que «habría que desprenderse de uno o dos jugadores», pero aclaró que «al jugador que reciba una oferta favorable para irse, el club le allanará el camino para su progreso económico».

Al tocar el tema de la violencia, Macri fue claro.

«Para superar la violencia se necesita una legislación que, por un lado, modernice el funcionamiento de los clubes y por el otro, permita el castigo de los que generan violencia», comentó.

«Con la tecnología que hoy tenemos incorporada en los estadios se puede identificar al que roba, pero tras ser detenido sale a las 24 horas y el domingo próximo hace lo mismo en cualquier otra cancha», ejemplificó.

A la hora de la larga lista de felicitaciones, Macri pidió un reconocimiento para todos los empleados de Boca que hacen la parte que «no se ve, pero es imprescindible para que todo funcione» y también hubo felicitaciones para la comisión directiva que trabaja «apasionadamente» para que el club esté donde este.

De la contra: El hijo menor del goleador Martín Palermo, Ryduan fue a la cancha de Boca Juniors vestido de Estudiantes, hincha del cual el pibe es hincha.

A Tandil: Carlos Bianchi citó a un numeroso grupo de jugadores para la pretemporada que realizará el plantel “xeneize” entre el 12 y el 24 de enero en Tandil. Entre los futbolistas convocados por el entrenador están Martín Palermo, Juan Román Riquelme, Mauricio Serna y Guillermo Barros Schelotto, por quienes están interesados varios clubes europeos y emigrarían en los próximos días.

También está citado el mediocampista Javier Villarreal, cuyo pase pertenece al Fondo Común de Inversión de Boca y en los últimos seis meses jugó en el club Córdoba, de la segunda división de España. Y en la lista no figurarían Alfredo Moreno, pese a que se desvinculó de Rácing Club, Cristian Muñoz, que seguirá en Los Andes, y cuatro jugadores más que estarán afectados al seleccionado sub 20, junto a José Pekerman: José María Calvo, Nicolás Burdisso, Wilfredo Caballero y Christian Giménez. Tampoco viajará a Tandil Sebastián Battaglia, que se recupera de la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha.

Vacaciones: El plantel de Boca regresará de las vacaciones en dos tandas. La primera está citada para el 8 de enero, y estará compuesta en su mayoría por jugadores juveniles y aquellos profesionales que se recuperan de lesiones o tuvieron poca participación en el último semestre de 2000. El resto, los que jugaron más partidos, se reincorporarán el 12 de enero, día en que el grupo completo partirá en micro a Tandil para realizar la pretemporada hasta el 24 (el día siguiente llega Ríver), en la hostería La Posada de los Pájaros.

Los jugadores citados en el primer grupo, para el lunes 8 de enero a las 9 en el complejo de Casa Amarilla, son: Mauro Astrada, Ariel Paéz, Gastón Diaz, Joel Barbosa, Juan Forchetti, Alex Da Silva, Clemente Rodríguez, Gustavo Pinto, Julio Marchant, Gustavo Barros Schelotto, Matías Arce, Diego Cepeda y César La Paglia. También estarán Omar Pérez, Leonardo Verón, Esteban González, Guillermo Barros Schelotto, Fernando Pandolfi, Julio Alcorsé, Marcelo Alvarez, Adrián Guillermo, Hernán Medina, José Pereda y Javier Villarreal.

Y el viernes 12, también a las 9, regresarán de las vacaciones los siguientes jugadores: Oscar Córdoba, Roberto Abbondancieri, Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Aníbal Matellán, Daniel Fagiani, Mauricio Serna, Cristian Traverso, Juan Román Riquelme, Marcelo Delgado, Martín Palermo y Antonio Barijho. (AR e Infosic).

Riquelme puso el toque de terciopelo

Juan Román Riquelme, el mago de Don Torcuato, llegó al final del año por inercia, pidiéndole clemencia a un calendario artero y desgastado mentalmente por la guerra fría que mantiene con los dirigentes de Boca, en el tironeo por el nuevo contrato.

Sin embargo, siempre tiene un “abracadabra” de reserva para regalar una finta, una gambeta, una pisada interminable o un riguroso pase para dejar de cara al gol a un compañero. Lo hizo en la final ante Real Madrid, en Tokio, y lo repitió hoy frente a Estudiantes, en una nueva consagración “xeneize”.

Riquelme fue la figura indiscutible de Boca en el primer tramo del campeonato, antes del fatídico viaje a Japón. En esos partidos se notó el trabajo físico que realizó en los últimos tiempos, porque no hubo marca personal que pudiera frenarlo cuando estuvo entero.

Apenas bajó del avión con la Copa Intercontinental en sus brazos, fue coautor del gol del triunfo ante San Lorenzo, al dejar a Martín Palermo con la única obligación de llevarse la pelota por delante para batir al arquerito Sebastián Saja.

Se tomó licencia durante dos partidos y fue ese lapso donde el Boca de Carlos Bianchi sufrió dos derrotas consecutivas por primera vez. El cansancio se hizo notar ante Independiente y Chacarita, cuando dejó al equipo huérfano de fútbol.

Con el impulso de un año trajinado llegó al último peldaño del Apertura frente a Estudiantes. Le pusieron marca personal (Ariel Zapata), y apenas entregó algunos destellos que fueron suficientes para romper la mediocridad de un partido nervioso y lleno de tensión.

Riquelme, en medio de tanto diente apretado, despachó un par de toques sutiles en una pared con Guillermo Barros Schelotto, que levantaron a todo el estadio. Y en el final, se llevó una pelota contra los palcos a pura pisada contra dos rivales. Tal como lo hizo en Tokio contra Makelele y Helguera, de Real Madrid.

Ya se dijo: a este muchacho no le interesa el rival. Es el arquetipo de un fútbol exquisito, lleno de sutilezas, casi de terciopelo. Es el producto mágico que nació hace 22 años en una barriada pobre de Don Torcuato, que hoy se ufana de sus orígenes. (Infosic).


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