Madres reclaman asistencia con una sentada en la municipalidad

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Dos mujeres con serias dificultades sociales y económicas decidieron realizar una sentada en las puertas del municipio local para expresar su descontento por la falta de ayuda por parte de las autoridades para salir de la complicada situación que atraviesan.

«Acá dice que hay contención, pero no es cierto. Que me diga si el intendente puede vivir junto a su familia con 100 ó 150 pesos por mes», expresó Lucía Salvaterra, una mujer con dos hijos, que no cuenta con trabajo y que hoy sobrevive con el aporte de mercadería por parte de la secretaría de Acción Social de la comuna. «A veces nos dan lentejas que tiene gorgojos. Y la leche a veces está vencida o viene sin cartón en mal estado», afirmó la mujer que se encuentra separada de su marido y reclama por el pago de la cuota alimentaria, también sin respuestas positivas.

Por su parte, Adriana Peña, un joven oriunda de Bahía Blanca que hace un año y tres meses que reside en esta localidad, llegó a San Antonio aconsejada por la Justicia bonaerense, ya que atravesaba un difícil cuadro de violencia familiar, con constantes agresiones para con ella y sus hijos y riesgos para todos los integrantes de la familia.

Ante este panorama gravísimo, la mujer llegó a la ciudad y se estableció en casa de su hermana, que tiene tres hijos. Ella con sus cinco chicos intenta encontrar un trabajo pero no tiene la posibilidad.

«Con esta mujer me entrevisté y le solicité al encargado del área social que le diera lugar a sus hijos en la guardería municipal para que ella pueda salir a trabajar», sostuvo Nilda Molinari, directora de Gobierno de la municipalidad local. Cabe destacar que para que los chicos puedan ser atendidos en la guardería, la madre debe hacer constar que trabaja. En el caso de Adriana no puede salir a buscar a trabajo si no deja sus chicos con asistencia.

Las dos mujeres permanecieron ayer durante más de una hora en la puerta del municipio para manifestar sus reclamos y expresar que no se cumplen sus derechos ni los de los niños que atraviesan un grave cuadro. Uno de los hijos de Lucía sufre una dolencia respiratoria y requiere de constante medicación y atención médica.

«Yo tengo secundario completo, sé escribir a máquina y puedo trabajar, pero el intendente me dijo que no hay lugar en el municipio», indicó Lucía. No obstante, en los últimos tiempos es evidente la incorporación de personal y la contratación de trabajadores para cumplir funciones en oficinas y en servicios públicos. Existen, por ejemplo, personas con amplio prontuario, pero constante militancia radical que desarrollan trabajos para el municipio.