Mamás múltiples, entre la niñez y la adolescencia
Los embarazos adolescentes, en mujeres de 15 a 19 años, siguen reflejando una tendencia preocupante. Especialistas advierten, además, que muchas tienen su segundo o tercer hijo.
ROCA (AR).- Mamás adolescentes solteras, con varios hijos y sustitución de roles familiares grafican una tendencia que no deja de preocupar en la actualidad. Porque pese a la disponibilidad de información y accesibilidad de diversos métodos anticonceptivos, sigue siendo alto el porcentaje de mujeres de entre 15 y 19 años que dan a luz. Pero además, los profesionales advierten un crecimiento en el número de madres que, con una edad que apenas ronda los 18 o 19 años, ya tienen dos o más hijos.
El embarazo adolescente es el que se da en mujeres de entre 11 y 19 años y casi siempre en el marco de una “contradicción”, o falta de información, fundamental: ante la consulta, muchas de las parejas de adolescentes manifiestan no haber usado métodos anticonceptivos en el momento de la relación sexual pero, al mismo tiempo, aseguran no haber buscado el embarazo.
Cada vez a una menor edad se inician sexualmente -por lo general lo hacen a los 12 o 13 años- lo que termina haciéndolos más propensos a ser padres jóvenes o a estar expuestos a la transmisión de enfermedades, coinciden los especialistas. Las estadísticas indican que las jóvenes que pierden su virginidad a esa edad, uno o dos años después esperan un hijo, por lo cual algunas mamás llegan a los 20 con más de un hijo.
“Hay chicas que tienen a su bebé y vuelven a embarazarse, lo que se traduce en adolescentes de 18 o 19 años con tres o cuatro chicos”, explicó Verónica Guzmán, licenciada en obstetricia del Hospital roquense y una de las coordinadoras del curso de preparto para adolescentes.
“Algunas chicas se van embarazando todos los años, siendo que se les da información, se les explica, saben que tienen todo gratuito con accesibilidad”, agregó con preocupación.
Justamente para hablar de la planificación familiar, las convicciones, los proyectos de vida y lograr levantar la autoestima, el año pasado se comenzó a dictar un curso especial para mamás adolescentes en el hospital Francisco López Lima de Roca.
Según explicaron los especialistas en el tema, consultados, una persona en la adolescencia está “inestable en todo su aspecto y vulnerable, aunque siempre piense que nunca le va a pasar nada”. Cuando una joven queda embarazada, en general y físicamente está aptas para tener un bebé, pero emocionalmente y psicológicamente no lo está todavía.
Guzmán explicó que “el embarazo adolescente esta relacionado con las patologías de alto riesgo. Por lo general hay más partos prematuros, puede haber retardo de crecimiento, diabetes, hipertensión. Todas las embarazadas de 15 años o menos están controladas en alto riesgo”.
Los profesionales coinciden en que no se puede relacionar el modo de actuar de los adolescentes con la falta de información, ya que hay muchos medios que la facilitan, e incluso en las instituciones educativas cada vez se hace mayor hincapié en la salud sexual y reproductiva. Guzmán remarcó los factores que para ella derivan en la concepción de embarazos no deseados: “les falta un proyecto de vida personal y atención de los padres, justo en esta edad que es cuando los chicos necesitan contención y que los guíen en sus decisiones”.
“Es muy importante la educación, que se los estimule para que quieran hacer algo en su futuro, y contenerlos en la casa, en la escuela y fuera de ella”, agregó.
Según se desprende del sistema informático prenatal del servicio de neonatología del hospital, en los últimos años el número de embarazos en adolescentes sigue siendo preocupante, pero además crece la “multiparidad”, se indicó. En 2009 de 801 bebés nacidos, un 23,5% fueron de mamás de menos de 20 años y un 1,2% de menos de 15. Sin embargo, en lo que va del 2010, sobre 358 bebés, más de un 20% son de madres adolescentes. En tanto, sobre un total de 188 hijos de mamás de 15 a 19 años en el 2009, en un 5,5% de los casos ya era el segundo hijo.
Especialistas de la salud advierten que “si hubiera buenas campañas de información” los embarazos adolescentes no deberían existir.
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