Manganaro: Silvia Sapag pudo recibir soborno

El presidente del Banco de la Provincia del Neuquén y hombre de confianza del gobernador Jorge Sobisch denunció ante la Justicia Penal que la senadora emepenista se enriqueció ilícitamente. Dijo que como docente no pudo haber amasado un patrimonio de un millón de pesos.

BUENOS AIRES (ABA).- El titular del Banco de la Provincia de Neuquén, Luis Manganaro, denunció ayer a la senadora Silvia Sapag, como posible participante de los sobornos que investiga el juez federal Carlos Liporaci y, tras acusarla de enriquecimiento ilícito, puso la documentación presentada a disposición del ex vicepresidente Carlos «Chacho» Alvarez.

«Cuando la presión periodística se hizo insoportable, Silvia, que es una Bruja Cachavacha disfrazada de Blancanieves, tiró el primer piedrazo para que caigan otros».

-¿Hace mucho tiempo que investiga a la senadora Sapag?

-Cuando ella pegó el golpe con las denuncias de soborno en el Senado, se presentó como la representante exclusiva de la honestidad en la Argentina y engatusó a medio país. Yo me propuse poner las cosas en orden. Muchísima gente de Neuquén me acercó información. Armé un rompecabezas que ahora presenté al juez (Carlos) Liporaci. Espero que me llame a ratificar mi denuncia y le contestaré todo lo que quiera saber.

-¿En qué hipótesis trabaja?

-La senadora Sapag es sospechosa, porque durante su gestión legislativa ha tenido movimientos económicos no declarados: 140.000 pesos de una deuda en Neuquén y 150.000 por la compra de un departamento en la capital federal. Esos casi 300.000 pesos no figuran en ninguna parte. Es plata negra y, se sabe, los sobornos se pagan en negro. ¿Por qué no pensar que fue una de las sobornadas?

-¿No le suena ilógico que ella sea una de las denunciantes?

-No. Escuché todas sus declaraciones. Ella reconoció que permaneció callada varios meses. Cuando la presión periodística se hizo irresistible, tiró el primer piedrazo, para que caigan otros.

-Usted también, en su presentación, alude a información anónima. ¿Por qué creerle a usted y no a la senadora Sapag?

-Es que soy el primero en presentar una prueba documental. Hasta aquí todos han sido dimes y diretes. Que Cafiero dijo… que la senadora dijo… Al juez se le hará muy difícil por ese camino reconstruir la verdad. La diferencia conmigo es que aporto documentación y no expreso barbaridades sin pruebas.

-Insisto, ¿por qué los anónimos que le llegaron a usted valen más que el que circuló en el Congreso de la Nación?

-Porqué en los sobres que me llegaron hay declaraciones juradas de impuestos y una sentencia de divorcio, entre otras cosas. Yo le pregunto a Liporaci: ¿cómo una persona inscripta en la DGI desde 1991 como maestra particular de geografía pudo haber acuñado un millón de dólares, sin privarse de nada y consumiendo lo que consume?

-Usted debe saber que el juez Liporaci no investiga enriquecimientos ilícitos…

-… Pero investiga los sobornos. El incremento patrimonial de la senadora Sapag pudo ser producto de los sobornos, por lo que no va a poder dejar de investigar. Que se tome su tiempo, no tengo urgencia, pero que investigue.

-¿Cree que se esclarecerá el tema sobornos en el Senado?

-No hago futurología. Ojalá que sí. Todos sabemos que los sobornos existen, pero son muy difíciles de probar. No se sabe de donde salen los fondos. Yo aporto pistas concretas.

-¿Por qué cree que el ex vicepresidente Carlos Alvarez, dio sustento a las apreciaciones de la senadora Sapag?

-Ella lo engañó. Le estoy enviando al es vicepresidente toda la documentación en mi poder para que tenga los elementos de juicio y ratifique o rectifique si sigue creyendo en la honestidad y valentía de la senadora Sapag. No voy a forzar una reunión, pero estoy dispuesto a ver a «Chacho» para convencerlo de que se comió un amague de la legisladora.

El presidente del BPN «trabaja para los mafiosos»

NEUQUEN (AN).- «Manganaro trabaja para los mafiosos», aseguró ayer Silvia Sapag. La senadora fue denunciada por el presidente del Banco de la Provincia de Neuquén ante el juzgado de Carlos Liporaci que investiga los presuntos sobornos que se habrían pagado en el Senado a cambio de la aprobación de la ley de reforma laboral.

El presidente del banco llevó la denuncia a manos de un juez sospechado de enriquecimiento ilícito y mal desempeño de sus funciones. Liporaci es en la actualidad un funcionario del Poder Judicial que tiene al Consejo de la Magistratura tras sus pasos.

Manganaro aportó elementos para que se investiguen diferencias patrimoniales declaradas por la senadora en distintos organismos y le pide al juez que estudie si existe una eventual conexión con la causa principal, la referida al cobro de supuestos sobornos a cambio de la reforma laboral.

El presidente del BPN sostiene que existe una diferencia patrimonial de 562.445 pesos entre la declaración presentada en el senado por Sapag y la que tiene en su poder la AFIP-DGI. Manganaro también fue a la DGI para que investiguen los ingresos de la senadora por cuanto en el Senado declara 176.922 pesos anuales y en el organismo impositivo 17.050. En este caso, el ex candidato a intendente del MPN de la ciudad de Neuquén habla de una presunta evasión al fisco de 159.872 pesos.

En declaraciones a «Río Negro», Silvia Sapag dijo que Manganaro formula esta denuncia «para poner una cortina de humo a denuncias que yo he hecho y también porque se le viene encima el tema de los bonos del BPN», en alusión a la investigación publicada por este diario. La legisladora dijo que la diferencias patrimoniales a las que alude Manganaro se explican en su divorcio y a la división de bienes que -dijo- corresponden ser declaradas en el período fiscal del 2000 que vence en los primeros meses del año próximo. «Está mezclando gato con liebre y además comete la vileza de ventilar un problema familiar», dijo Sapag.

Con respecto a la deducción de impuesto a las Ganancias, la senadora indicó que es la propia Cámara Alta la que deduce de su dieta todos los meses ese tributo en forma directa.

Reparos a la transformación del BPN

NEUQUEN (AN) – Los diputados de la Alianza pusieron ayer sus condiciones para acompañar el gobierno en la sanción de la ley de transformación del Banco Provincia en sociedad anónima: que la oposición proponga a los que integrarán la sindicatura y una minoría del directorio de la entidad, y que el resto de la conducción sea designado por el Ejecutivo con acuerdo legislativo. El principal operador del sobischismo en la Legislatura, Federico Brollo, escuchó la exigencia con preocupación.

La Cámara sesionará mañana con la intención del MPN de aprobar la ley de ministerios que requiere el gobernador Jorge Sobisch y que concentra en un jefe de Gabinete mucho del poder que ahora está repartido en cuatro carteras. El oficialismo llamará hoy a reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales con la esperanza de emitir un despacho de comisión sobre el tema que ni el PJ ni la Alianza estaban ayer seguros de acompañar.

El sobischismo también aspiraba a tratar esta semana la transformación del banco en sociedad anónima de participación mayoritariamente estatal, pero se encontró con resistencias de parte de los dos bloques de la oposición que, unidos, son imbatibles.

Hay otra iniciativa relacionada con el banco que, a juzgar por lo que ayer ocurrió, tendrá que esperar aún más para llegar al recinto. Se trata de una fórmula para librarlo de la deuda más difícil de cobrar e inyectarle el dinero necesario para capitalizarlo, aunque a costa de transferir la cartera de morosos a un instituto de fomento productivo, el Iadep.

De este último tema casi ni se habló ayer pero Osvaldo Forsetti, portavoz de la Alianza en la reunión, lanzó una pregunta: ¿cómo se hará para movilizar la actividad económica de la provincia si el Iadep queda debilitado?

Forsetti fue también el que pidió reforzar los controles internos en el banco mediante la nominación de síndicos propuestos por la oposición.

El directorio, según el proyecto del gobierno, estará integrado por entre 4 y 8 miembros. La oposición pretende que todos ellos precisen acuerdo legislativo y que una minoría de su integración sean propuestos por los partidos de la oposición.

El sobischista Osvaldo Ferreyra intentó refutar la posición de la Alianza con el argumento de que en una SA el control interno no es tan necesario porque las autoridades del banco responderán con su patrimonio. «Ello -le contestó el intransigente Carlos Moraña- siempre y cuando haya dolo».


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