Manson y tranquilo

“Río Negro” los juntó para hablar de sus proyectos.

entrevista

Fotos/ Matías Subat

Diego Manson y Camilo Soto vivieron un inmejorable 2013. Los referentes del rugby y del vóley en Neuquén condujeron a sus planteles a lugares donde pocos llegan. Ellos no se conocían personalmente y lo que uno sabía del otro era por los medios de comunicación. “Río Negro” juntó al entrenador del Neuquén RC y al DT de Gigantes, dos tipos muy tranquilos, con la idea de repasar sus carreras y conocer sus objetivos. Sorprendentemente de la charla surgió una catarata de puntos de unión entre los responsables de los equipos más destacados a nivel federal que tiene el deporte neuquino. La cita fue en la casa de la familia Manson. Diego, el anfitrión de la tarde, prepara mates, ordena el parque y busca sombra para no sufrir con los rayos del sol. Aparece Camilo, con un dinosaurio hambriento en su remera, prueba voraz de que unas horas más tarde dirigirá la practica del equipo. Charlan sobre su proyectos deportivos. Ambos están interesados en saber cómo es el trabajo del otro y qué tan complicada es la competencia. Comparten anécdotas de sus épocas como jugadores, se tiran flores y comienzan a sorprenderse por las coincidencias a lo largo de su carrera. El juego de similitudes entre Diego y Camilo es interesante. Sucede que los dos nacieron en la provincia del Neuquén: uno en la capital y el otro es el tipo más famoso de Picún Leufú; ambos se la jugaron y se fueron lejos de casa a buscar la gloria. Hasta ahí nada del otro mundo, pero mientras la charla continúa y la sombra se corre, los punto de unión florecen. El medio scrum y el apertura siempre usaron la camiseta con el número 9 durante su carrera, también vistieron la celeste y blanca, los dos son profesores de educación física y tal vez la coincidencia más importante es la de ser dos tipos tranquilos que sólo pierden la calma si notan que alguien en su entorno no muestra compromiso. “ La actitud no es negociable, no se compra. Un tipo sin ganas es inadmisible”, cuenta Diego mientras Camilo acompaña con un gesto de complicidad. Diego y Camilo fueron hombres de selección. El rubio fue subcampeón mundial con los Pumitas en la Copa del Mundo juvenil de 1995, mismo año en el que el flaco de Picún se colgó la medalla de oro de los Juegos Panamericanos de Mar del Plata. –¿Cómo fue llegar a la selección nacional siendo neuquinos? –C S: Es difícil, cuesta mucho llegar desde acá pero es una gran satisfacción. Cuando yo les contaba que era de Picún se reían, no conocian el lugar. Pero luego muchos de ellos vinieron a jugar contra nosotros en Picún y me decían: ‘Como hiciste para llegar desde acá!’. –D M: Yo llegué a los Pumitas con Pablo Cardinalli, también neuquino, fue una sorpresa porque la mayoría era de Buenos Aires. Ellos lo único que conocían de acá era Chapelco. Pero no sabes el orgullo que te daba ver el nombre de tu club en la lista de la selección. –¿Se sienten reconocidos por la gente de Neuquén? –C S: La verdad que sí, la gente nos hace sentir el apoyo. Recuerdo que cuando estuvimos a punto de no participar en la liga pasada, un chico armó un grupo de facebook y en pocos días más de tres mil personas no apoyaban desde ahí. Eso nos ayudó a poder conseguir la ayuda económica. Fijate que en los últimos años: perdimos más que lo que ganamos y la gente siempre nos acompañó. –D M: En nuestro caso también nos sentimos muy apoyados. Creo que es muy importante el seguimiento que nos han dado los diarios de la zona en el último año. A partir de eso y de los resultados muchos más padres llevan a sus hijos a jugar al rugby. En la calle la gente te reconoce el trabajo. –¿Se sienten valorados y respetados cuándo viajan a otras provincias? –C S: Gigantes es muy valorado, son pocos los equipos que llevan tanto tiempo como nosotros participando en esta Liga. Y ahora que el cuerpo técnico es íntegramente neuquino, nos respetan aún más. –D M: Por suerte tenemos un gran reconocimiento del mundo del rugby. Pero siempre nos vino bien que no nos conocieran porque nos daba una ventaja de 20 minutos en cada partido. Ahora ya se preocupan más por nosotros, piden vídeos y nos analizan. –¿Qué sienten al ver que los entrenadores de Gigantes y Neuquén RC sean nacidos acá? –C S: Mira, que el proyecto del Neuquén RC esté comandado por un neuquino me llena de orgullo. Esto hace crecer al deporte neuquino y demuestra que si se respeta el proyecto se consiguen buenos resultados. –D M: Esto no hace más que demostrar que si hay recursos y planificación, se puede tener a gente de acá encabezando los proyectos y que no es necesario traer a un flaco de afuera para que te vaya bien. –¿Cómo se mejora todo lo bueno que vienen haciendo en los últimos años? –C S: En nuestro caso es difícil porque es una liga muy pareja y entre el segundo y el séptimo hay apenas 6 puntos de diferencia. Pero en Gigantes hay compromiso y los muchachos tienen hambre de gloria. Entonces, estoy seguro que vamos a dar pelea. –D M: Es complicado mejorar lo que hicimos en estos años, en algún momento llegará un bajón y mantenerse es duro. Pero tengo la tranquilidad de saber que hay material para seguir por el buen camino y mejorar.

sergio arregui sarregui@rionegro.com.ar

El ex medio scrum y el exarmador conducen los equipos donde brillaron como jugadores.


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