Manuel Lascano: “Nunca tuve tantas ganas de remar”

Manuel Lascano fue protagonista en la tercera entrevista de PODIO a través del Instagram de Río Negro. El palista de Viedma contó cómo atraviesa la cuarentena y sus ganas de volver al agua.

Primero estuvo el básquet con Pablo Romero, luego fue el momento del fútbol de la mano del Chala Parra y ayer llegó el turno del canotaje. Manuel Lascano Micaz, doble medallista de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, dijo presente en la tercera edición de las charlas en vivo por Instagram que realiza el equipo de Podio.

Desde Viedma, donde se encuentra pasando la cuarentena hace dos meses, el palista rionegrino recordó sus inicios en el deporte, rememoró los logros que consiguió en suelo peruano y también hizo hincapié en las ganas de volver al agua.

“Estábamos trabajando con la cabeza puesta en el torneo preolímpico de mayo y todo lo que hicimos se perdió. Pero se tomo una buena decisión”, contó el viedmense, que busca su pasaje a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

No hay mal que por bien no venga. Antes del inicio de la cuarentena Lascano sufrió una bronquitis tras volver de Tucumán, donde había estado entrenando con la selección. “Me vino bien la postergación en ese sentido porque me pude recuperar. Ésta no es la mejor circunstancia para entrenar porque no podemos ir al agua”, indicó el palista de 24 años, quien además agregó que tiene un simulador de kayak en su hogar que le permite entrenar.

Sobre la cuarentena y el aislamiento social obligatorio comentó: “Es duro si no te lo tomás con calma. Es estresante por la incertidumbre y porque en otros países ya están entrenando. Acá practicamos como podemos, entrenarse en casa no es lo mismo”.

“No hay como estar en el agua, no tiene comparación. Nunca tuve tantas ganas de volver a remar”. Manuel no ve la hora de volver a subirse al bote.

El dato

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Las medallas que ganó en Lima 2019. La primera en K4 500 metros y la segunda en K2 1000 metros.

Con respecto al entrenamiento, indicó que los entrenadores le pasan una rutina exigente, pero aseguró que no es lo mismo. “Remar y no avanzar es muy difícil. Estamos acostumbrados a otro ritmo de vida, tanto desde la alimentación, como en el día a día’’, detalló.

“Tengo pesas que me facilitó la gente del club Piedrabuena (al que representa), la bici fija y el kayak ergómetro”, agregó.

Consultado sobre la dificultad para encontrar motivación en esta situación, comentó: “Todos los días son diferentes, a veces tengo ganas y otras no, pero los objetivos a corto plazo son los que te mantienen. Trato de buscarle la vuelta para cumplir metas y sumar trabajos”.

Lascano junto a Vernice, su compañero en K2.

Al mismo tiempo, el deportista regional reconoce que es una realidad que se repite en todas las actividades, no solo en el deporte:“Los argentinos estamos todos en la misma situación y seguimos como podemos”.

Su inicio en el canotaje se dio desde muy chico, pero no la idea de ser profesional surgió en los últimos años. “Es el deporte de la comarca y eso tiene que ver. Fui a una colonia de vacaciones y empecé a remar en el verano con (Mauricio) ‘Batata’ Vergauven. Ahí encontré un lugar donde disfrutaba y no lo veía como competencia, pero cuando me quise acordar ya tenía edad para correr. A los 15 años entré al equipo nacional y decidí seguir con el canotaje porque era donde me sentía más cómodo”.

Luego llegaron los títulos en los campeonatos panamericanos en Ecuador 2017 y Canadá 2018. Aquellos logros fueron la antesala de su momento más glorioso: los Panamericanos de Lima 2019.

Con respecto a su experiencia en ese evento, Manuel contó que no tuvo la suerte de esta en la Villa Olímpica porque su competencia era lejos de Lima. “Estábamos lejos del circo, pero tuvimos el nuestro. Vivimos en la pista, en un lugar que es reserva ecológica y solo tiene tres horas de electricidad por día, fue toda una experiencia. Fueron 4 semanas ahí. No había ventanas en las habitaciones, eran rejas”, agregó.

El palista indicó que el equipo tenía una gran presión porque necesitaban sumar para el medallero argentino. “Además del deporte se definía la economía futura ahí. Había un pronóstico que cumplir para mantener las becas del Enard”, agregó.

‘‘Dos de mis compañeros habían competido en Toronto 2015 y no habían podido ganar, era una revancha para ellos. Había nerviosismo y ansiedad pero estábamos seguros de lo que podíamos hacer y las cosas salieron muy bien. Una vez que arrancamos no importó nada más”, recordó.

Con respecto a la obtención de su segunda presea dorada, que ganó junto a Agustín Vernice, Lascano admitió que en la previa tuvieron problemas con el bote. “Más allá de los inconvenientes que tuvimos que nos complicaron la prueba, pudimos sacarla adelante y ganar. Es un orgullo muy grande subirse al podio y escuchar el himno argentino”, indicó.

De cara al futuro, el palista reconoció que trabaja con la mente puesta en el torneo preolímpico que se realizará en abril del año que viene para buscar el ansiado pasaje a Tokio 2021.


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