MARCELO PICHIPIL

La vida de todo atleta en la región es más que sacrificada. Pocos lugares para entrenar, apoyo oficial para desarrollarse a nivel nacional en cuentagotas y mucho amor propio para alcanzar objetivos. Precisamente el cipoleño Marcelo Pichipil es el mejor ejemplo de lo que tiene que hacer un atleta local para destacarse a nivel nacional.

Marcelo es un chico de 22 años, callado pero de voz ronca y con las marcas del esfuerzo diario en su rostro.

«Me fui a entrenar a las siete de la mañana porque sabía que iba a volver tarde», comentó apenas llegó al predio del Club Personal Editorial Río Negro donde se cumplió la producción con varios de los deportistas rionegrinos que se destacaron este año.

Es un chico con tanta energía que al margen de practicar atletismo, durante un tiempo también jugó al fútbol. Defendió los colores del club San Martín en algunos partidos de la Liga Deportiva Confluencia. Por su gran velocidad el técnico lo puso de delantero y llegó a marcar varios goles.

«Ya no juego más porque mi entrenador, el cubano Víctor Gómez Silva, me retó. La verdad es que me podría haber lesionado en cualquier jugada. Me acuerdo que un día llegué a una prueba a las 11 de la mañana y a las dos de la tarde estaba jugando al fútbol, una locura», recuerda.

Si bien no pudo repetir el título nacional del año anterior, un segundo puesto en mayores no es para desmerecer. También fue el vencedor en la segunda etapa del Grand Prix Sudamericano, se quedó con el torneo internacional «Semana de Rosario» en el que estuvieron los mejores de Sudamérica y se calzó la