Marchan para exigir justicia por Otoño

FERNANDEZ ORO (AC).- Marcharán para «seguir exigiendo justicia» pero fundamentalmente para decir «basta de impunidad». Hoy a las 18 se hará una movilización por las calles de Fernández Oro al cumplirse dos años de la desparición de Otoño Uriarte. Participarán familiares de varios casos de la región y algunos del país que viajarán especialmente para acompañar a los allegados de la menor de 16 años.

La concentración se realizará en la plazoleta «que recuerda la memoria de Otoño» y pasará por el polideportivo municipal que, por ordenanza, llevará el nombre de la joven.

«Invitamos a participar a todos los que sientan que su aporte contribuye. Porque sabemos que sumando compromisos llegaremos algún día a transformar esta realidad que se visualiza en diversos puntos de nuestro país, en los que hoy en día grupos de familiares y allegados de víctimas realizan un enorme esfuerzo personal para no abandonar las luchas y seguir exigiendo justicia, pero fundamentalmente diciendo basta de impunidad», dice un comunicado difundido por amigos y familiares de la joven que concluye con la frase «Otoño vive en el amor por la vida y la libertad».

Se esperan, entre otros, a Gustavo Mellman (padre de la joven asesinada en Miramar) y familiares de Atahualpa Martínez, de Viedma.

La marcha terminará en el anfiteatro donde habrá actividades culturales y se proyectarán cortos y audiovisuales para «abordar las problemáticas actuales que involucran los derechos de las personas». En forma simultánea estará abierto el museo, donde artistas plásticos de la región realizarán una muestra.

Otoño Uriarte desapareció el 23 de octubre de 2006 cerca de la medianoche, presuntamente cuando iba caminando hacia su casa, ubicada en la zona rural de Fernández Oro. Su cuerpo apareció seis meses después dentro del canal de riego.

La causa tuvo el primer movimiento de peso en agosto de este año cuando la jueza María del Carmen García García ordenó la detención de José Jhaffri, Ricardo Cau, Maximiliano Lagos y Angel Antilaf. La magistrada los indagó por varios delitos -incluyendo abusos sexuales reiterados en cuya circunstancia habría ocurrido la muerte- pero los terminó procesando sólo por encubrimiento agravado. Como les dejó falta de mérito por los demás hechos la Cámara entendió que se había cometido un «vicio de forma» (ya que «nadie puede ser autor de la muerte de un tercero y a su vez encubridor del deceso») y terminó anulando los procesamientos. Por eso los cuatro quedaron sólo con las faltas de mérito confirmadas y en libertad.