Marcharon por cambios en los comedores escolares

Padres y alumnos reclaman que los maestros se capaciten en primeros auxilios y que haya un médico permanente en la salita del barrio Puente 83. Todo a partir del accidente donde una nena se ahogó con comida y luego murió.

CIPOLLETTI (AC).- Un nutrido grupo de padres y alumnos de la Escuela 285 de esta ciudad se movilizó ayer a la sede local del Consejo Provincial de Educación para reclamar por mejoras en la atención del comedor de esa institución educativa, para que todos los docentes se capaciten en primeros auxilios y para que haya un médico permanente en el centro de salud del barrio Puente 83.

Consideraron que la instrumentación de estas medidas están relacionadas con el pedido de justicia para Paola Ayelén Sepúlveda, la niña de 11 años que falleció luego de ahogarse con un pedazo de carne mientras almorzaba en la escuela, el jueves 10 de este mes.

Los padres consideran que la niña no fue correctamente atendida cuando manifestó que se estaba ahogando.

La marcha se inició en el Consejo de Educación. Luego, caminando, los participantes se trasladaron hasta la plaza céntrica donde los esperaba un colectivo para trasladarlos al barrio ubicado en el límite con Fernández Oro.

Muchos de los niños que se movilizaron llevaron puestos sus guardapolvos escolares.

Encabezando la marcha estaban los padres y abuelos de Ayelén, además de otros familiares, Ariel Sepúlveda, su papá, reclamó a los maestros que «se capaciten para atender a los chicos» y que «se cambie la cocinera» porque -dijo- el de su hija no fue el único caso de niños que se ahogaron aunque nunca trascendieron porque no fueron tan graves.

 

Volverán a marchar

 

Luego de asegurar que seguirán marchando hasta que les brinden respuestas a sus reclamos, reconoció que muchos de los alumnos no quieren empezar la escuela por lo que pasó. Por eso pidió que los cambios se realicen antes del reinicio del ciclo lectivo.

«Mientras no veamos la solución vamos a seguir movilizados. Porque siempre nos prometen y nos prometen y nunca cumplen. Todo queda en la nada», reconoció Sepúlveda.

Entre otras modificaciones solicitaron mejorar la atención en el comedor, que los niños tengan más tiempo para almorzar y que los maestros estén presentes mientras lo hacen. Muchos otros padres comentaron que sus hijos les manifestaban cotidianamente que se los apuraba para comer porque si no iban a perder el transporte que los trasladaba a sus domicilios.


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