Marco, el grande

El cincosaltense Marco Solorza hizo realidad su sueño. Ganó las dos pruebas que se disputaron en el autódromo roquense por la octava fecha y se convirtió en el nuevo puntero en la categoría 600 cc. en el Argentino de motociclismo de velocidad. El espectáculo fue excelente y una gran cantidad de aficionados tuvo su recompensa por desafiar a la desapacible jornada. El menor de los Solorza fue el centro de atracción de una programación que tuvo para todos los gustos. El neuquino Armando Colomo hizo doblete en superbike “B” y quedó a apenas ocho puntos de conquistar el tricampeonato. También festejó el debutante roquense Alejandro Villani en 600 cc. “B”, y Martín Solorza ganó la primera de las pruebas de superbike después de una maniobra memorable en la última vuelta. Por lo apuntado, los regionales coparon la parada y relegaron a un papel secundario a los más “pintados” del Argentino, que llegaron en cantidad a participar de una prueba que aparecía como decisiva en el autódromo roquense. La lluvia del pasado sábado complicó, no solo porque hubo pilotos a los que le faltaron vueltas para conocer los “secretos” del circuito roquense, sino porque también el piso quedó bastante complicado, húmedo y con el barro de los que se fueron afuera. En 600 cc. el menor de los Solorza estaba obligado a ganar para mantener sus posibilidades de lograr el título. Vaya si cumplió. No solo se llevó las dos pruebas, sino que aprovechó el abandono de Iván Correa, en la largada de la segunda, para convertirse por un punto en el nuevo líder del certamen. En las dos pruebas Marco se tomó su tiempo para llegar adelante. Evitó los riesgos en las largadas y después impuso un ritmo imposible de imitar para sus rivales. Cuando llegó adelante, sacó diferencias notables. También se lució Villani, un pibe que recién comienza en la velocidad y asombró por su adaptación. Se prendió con los del Argentino y fue como si hubiera andado siempre con los de punta en la “B”. Ganó las dos y ahora, entusiasmado, prometió seguir. Martín Solorza venía respondiendo a su condición de candidato en superbike. La primera la ganó con una maniobra donde muchos contuvieron la respiración, al superar a Mario Roces en el quiebre de los mixtos cuando promediaba la última vuelta. En la segunda, venía otra vez mano a mano con Roces, pero la rotura del cable del acelerador lo dejó afuera. En cambio, el que no tuvo contratiempos fue el interminable Colomo. Ganó las dos pruebas con comodidad y su camino a la triple corona asoma como un simple trámite.

Lo pagó muy caro

Iván Correa llegó al autódromo ro-quense con la intención de afirmarse al frente del certamen en la categoría de 600 cc. En la primera prueba terminó segundo de Marco Solorza. En la segunda, movió bárbaro y se fue adelante, pero al llegar al ingreso de los mixtos, quizás por tener las gomas aún frías, se desparramó y tuvo que abandonar. No solo perdió una gran posibilidad de pelear adelante, sino que resignó la punta en el Argentino.

Colomo, a un paso

“Ahora si que me pue-do relajar. Pasé muchos nervios. Me preocupaban las largadas, que alguno me tocara y me arruinara la posibilidad de sumar muchos puntos”. Lo expresó el neuquino Armando Colomo después de su doblete en superbike “B”. Apenas ocho puntos lo separan de su tercer título en la categoría. “Tengo una gran felicidad. Trabajamos mucho para lograr que el Argentino de velocidad volviera al autódromo roquense. Y encima la actuación que tuvimos los regionales”, reconoció Colomo. Enseguida, confesó que “le tenía mucho miedo a las largadas, porque la pista parece enorme, pero cuando llegamos todos juntos a una curva no se imaginan cómo se achica. Después que salí de esa zona respiré tranquilo y me propuse andar lo más rápido posible”. Colomo señaló que “en las dos pruebas las últimas vueltas fueron interminables. Ya me pasó varias veces que venía ganando fácil y por una falla menor la moto se paraba. Esta vez no pasó nada extraño”.