Marea extraordinaria para deleitarse en Las Grutas

Turistas y residentes pudieron disfrutar del fenómeno.

LAS GRUTAS (ASA).- Nuevamente una marea extraordinaria se vivió ayer en este balneario y en los distintos sectores de la localidad, que desde el viernes son testigos del fenómeno natural. Esta vez la pleamar se registró a las 14 horas, y alcanzó una altura de 9,25 metros. La crecida fue extraordinaria porque generalmente la altitud promedia los 8 metros. La fuerza que cobró el mar no generó mayores inconvenientes en la ciudad, que más que padecer se deleitó con las postales que brindaron las playas. La situación fue distinta en San Antonio Oeste, que experimentó anteayer numerosos contratiempos en las zonas más bajas y próximas a la ría, que resultaron anegadas. La situación, por suerte, no se reiteró, y nada ocurrió en las últimas horas salvo el ingreso de agua en algunos sectores como el anfiteatro y otras construcciones de uso público ubicadas en las inmediaciones de la costa, que se habían inundado durante la jornada previa. Algo similar ocurrió con la pleamar del viernes por la noche, que se registró a la 1:30 y fue de 9,43 metros. Aunque no provocó nuevos percances, impidió que los trastornos provocados por la creciente anterior pudieran subsanarse. Esa noche en Las Grutas, en la zona de Piedras Coloradas, el agua sí se hizo sentir. Al crecer dañó parte de la fachada de la pequeña biblioteca de adobe del sector. También afectó algunas de las estructuras emplazadas al aire libre en los paradores de las bajadas céntricas, como las carpas que sirven de reparo para turistas. Afortunadamente el sistema de mareas volvería a deparar pleamares y bajamares “ordinarias” al cierre de esta edición. La segunda creciente se registraría a las 3 de la madrugada, y rondaría los 8 metros de altitud. La normalidad de los futuros registros permitiría que el personal de Prefectura y los empleados del área de servicios públicos pudieran dejar de lado el estado de alerta que estuvo vigente desde el viernes. En el caso de estos últimos, para resolver las roturas y daños que en algunos tramos de la ría de SAO dejó la crecida. Los que capitalizaron el fenómeno fueron los que están veraneando en la villa, que lograron capturar imágenes maravillosas de las pleamares. El agua impactando contra los acantilados y el despliegue que efectuaron los aficionados a los deportes náuticos seguramente formarán parte de esa galería de fotos que atesorarán.

La pleamar fue una oportunidad única para los turistas de rescatar imágenes para el recuerdo de su paso por la villa.


LAS GRUTAS (ASA).- Nuevamente una marea extraordinaria se vivió ayer en este balneario y en los distintos sectores de la localidad, que desde el viernes son testigos del fenómeno natural. Esta vez la pleamar se registró a las 14 horas, y alcanzó una altura de 9,25 metros. La crecida fue extraordinaria porque generalmente la altitud promedia los 8 metros. La fuerza que cobró el mar no generó mayores inconvenientes en la ciudad, que más que padecer se deleitó con las postales que brindaron las playas. La situación fue distinta en San Antonio Oeste, que experimentó anteayer numerosos contratiempos en las zonas más bajas y próximas a la ría, que resultaron anegadas. La situación, por suerte, no se reiteró, y nada ocurrió en las últimas horas salvo el ingreso de agua en algunos sectores como el anfiteatro y otras construcciones de uso público ubicadas en las inmediaciones de la costa, que se habían inundado durante la jornada previa. Algo similar ocurrió con la pleamar del viernes por la noche, que se registró a la 1:30 y fue de 9,43 metros. Aunque no provocó nuevos percances, impidió que los trastornos provocados por la creciente anterior pudieran subsanarse. Esa noche en Las Grutas, en la zona de Piedras Coloradas, el agua sí se hizo sentir. Al crecer dañó parte de la fachada de la pequeña biblioteca de adobe del sector. También afectó algunas de las estructuras emplazadas al aire libre en los paradores de las bajadas céntricas, como las carpas que sirven de reparo para turistas. Afortunadamente el sistema de mareas volvería a deparar pleamares y bajamares “ordinarias” al cierre de esta edición. La segunda creciente se registraría a las 3 de la madrugada, y rondaría los 8 metros de altitud. La normalidad de los futuros registros permitiría que el personal de Prefectura y los empleados del área de servicios públicos pudieran dejar de lado el estado de alerta que estuvo vigente desde el viernes. En el caso de estos últimos, para resolver las roturas y daños que en algunos tramos de la ría de SAO dejó la crecida. Los que capitalizaron el fenómeno fueron los que están veraneando en la villa, que lograron capturar imágenes maravillosas de las pleamares. El agua impactando contra los acantilados y el despliegue que efectuaron los aficionados a los deportes náuticos seguramente formarán parte de esa galería de fotos que atesorarán.

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