Maremoto devastador

Japón sufrió el peor sismo de su historia (8,9°) y luego un tsunami.

AP

Poco más de dos minutos le tomó a la naturaleza devastar a buena parte de una las potencias mundiales y tener en vilo a la mayor parte del mundo. Un terremoto de 8,9 grados en la escala de Richter seguido por un tsunami, causó ayer en Japón al menos mil muertos y miles de desaparecidos, una emergencia nuclear y alarma en el continente americano, donde olas de más de tres metros afectaron a países cuyas costas son bañadas por el océano Pacífico.

El movimiento telúrico se ubicó en el Pacífico, a 130 kilómetros del puerto japonés de Sendai, tuvo una profundidad de 24,4 kilómetros y ocurrió a las 14.45 hora de Japón, 2.45 de la madrugada de Argentina.

El tsunami causó olas de hasta diez metros que arrasaron viviendas, automóviles y hasta barcos y trenes, cuyos pasajeros figuran en la lista de al menos 88.000 desaparecidos que citan los organismos oficiales.

El violento muro de agua barrió casas, automóviles y barcos. Se registraron incendios que estuvieron fuera de control.

Los sistemas de enfriamiento de dos plantas eléctricas nucleares fallaron, forzando el desalojo de miles de residentes cercanos.

Una embarcación fue atrapada en el vórtice de un remolino en el mar, en una de las imágenes más espectaculares que circularon ayer por todo el mundo. (Ver página 24)

En Tokio, la policía dijo que al menos 384 personas murieron, 707 están desaparecidas y 947 heridas aunque se trata de cifras totalmente parciales.

Por su parte, la agencia Kiodo habla de no menos de 1.000 víctimas fatales.

La cifra de muertes se incrementó continuamente durante el día, pero se desconoce la verdadera extensión del desastre debido a que las carreteras que conducen a las áreas más dañadas fueron destruidas o quedaron bloqueadas por escombros y los aeropuertos fueron cerrados.

Con el amanecer del sábado, el grado de destrucción resultó más evidente.

(Continúa en página 24)

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El jefe secretario de gabinete Yukio Edano dijo que una valoración inicial encontró “enormes daños’’, agregando que el Ministerio de Defensa estaba enviando tropas a la región más golpeada.

El presidente estadounidense Barack Obama ofreció ayuda de su país después de lo que calificó como un desastre potencialmente “catastrófico’’. Señaló que un portaaviones estadounidense ya está en Japón y un segundo está en camino. El mandatario agregó que otro barco de Estados Unidos se dirige a las Islas Marianas para ayudar en lo necesario.

Todo el Pacífico fue puesto en alerta, incluidas áreas costeras de Sudamérica, Canadá y Alaska, pero la marejada que alcanzó esos lugares no fue tan fuerte como se esperaba.

El terremoto con magnitud 8,9 originado en altamar ocurrió a las 2:45 p.m. hora local y fue el más poderoso que ha sacudido Japón desde que se inició a conservar registros a finales del siglo XIX. También fue el quinto más fuerte en el mundo desde 1900, detrás del de la ciudad chilena de Valdivia en 1960 (9,5); Alaska 1964 (9,2); Indonesia 2004 (9,1) y Kamtchatka, Rusia, en 1952 (9).

El movimiento telúrico sacudió decenas de ciudades y villas a lo largo de un tramo de costa de 2.100 kilómetros (1.300 millas) y en Tokio bamboleó edificios altos, a cientos de kilómetros del epicentro. El primer ministro Naoto Kan estaba en una sesión del Parlamento en ese momento.

El sismo ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros (seis millas), a unos 125 kilómetros (80 millas) de la costa oriental, dijo el Servicio Geológico de Estados Unidos. El área se encuentra 380 kilómetros (240 millas) al noreste de Tokio.

En el centro de Tokio, varios edificios enormes oscilaron con fuerza durante varios minutos mientras los empleados salían a las calles por su seguridad. Las imágenes transmitidas por televisión mostraban un edificio en llamas y enormes nubes de humo en el distrito de Odaiba en Tokio.

También en el centro de la capital japonesa, varios trenes dejaron de operar y los pasajeros tuvieron que caminar sobre las vías para llegar a andenes.

El servicio ferroviario en el noreste del Japón y el de Tokio, que normalmente transportan a 10 millones de pasajeros diarios, fueron suspendidos, dejando a centenares de miles de personas varadas en las estaciones y vagando por las calles.

Varias empresas fabricantes de vehículos pararon su producción en plantas en las zonas que afectó el sismo, dijeron las autoridades. El sismo provocó también varios incendios en la costa que se han salido de control, entre ellos uno en una refinería petrolera.

En toda la jornada ocurrieron no menos de cien réplicas que mantuvieron en vilo a la población, la más importante en la provincia occidental de Nagano, donde alcanzó los 6,6 grados escala de Richter.

Todos los puertos del país fueron cerrados y las operaciones de descarga bloqueadas, mientras que las autoridades reportaron cuatro trenes operativos en la zona costera de las prefecturas de Miyagi e Iwate que fueron dados por desaparecidos.

Lo mismo sucedió con un barco que trasladaba cien pasajeros y que fue arrastrado por las gigantescas olas sin poder conocerse mas datos sobre su paradero.

Japón declaró su primer estado de emergencia para sus cinco reactores nucleares en dos plantas de producción de energía eléctrica después de que fallaron sus sistemas de enfriamiento por el apagón ocasionado el terremoto.

El sismo ocasionó el paro de operaciones de la planta Fukushima Daiichi debido a que falló un generador de respaldo y el sistema de enfriamiento no fue capaz de suministrar agua para enfriar al reactor número uno de 460 megavatios. Aunque se está utilizando un sistema de enfriamiento de respaldo, la agencia de seguridad nuclear de Japón dijo que la presión dentro del reactor se había incrementado a 1,5 veces de su nivel considerado normal. Se definió una zona de evacuación, de tres a 10 km. Unas 3.000 personas fueron instadas a dejar sus casas. (Ver aparte)

La catástrofe en Japón tuvo su repercusión en los países del continente americano que integran el “Cinturón del Pacífico”, y anoche esperaban la llegada de olas de hasta tres metros, aunque no hubo grandes daños ni víctimas (ver página 27) Chile, que hace poco más de un año sufrió un terremoto y un tsunami con más de 500 muertos, organizó una evacuación masiva de pobladores en las zonas inundables, aunque anoche la situación era calma. (AP/DPA/Télam)

El terremoto y el posterior tsunami generaron enormes daños, miles de víctimas y alerta nuclear.


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