Martha Stewart fascina e indigna a EE. UU.

Martha Stewart, una de las empresarias más exitosas y conocidas de Estados Unidos con un imperio en la decoración de hogares, alimentos y revistas de estilo de vida, no defraudó a sus amigos ni a sus detractores cuando la pasada semana fue condenada a cinco meses de prisión.

Con la barbilla alta, el cuidado peinado echado hacia atrás con indiferencia, Stewart compareció el viernes en Nueva York ante los micrófonos con la misma confianza que demostró ante los tribunales. «¡Volveré!», aseguró con testarudez, sin mostrar ni un ápice de arrepentimiento. «Mucha buena gente ha acabado en prisión», dijo más tarde, en una entrevista por televisión. «Por ejemplo Nelson Mandela». El hecho de que Stewart se comparara con el ex presidente sudafricano y premio Nobel de la Paz, que pasó 27 años en la cárcel por su lucha contra el apartheid, muestra a juicio de sus críticos la arrogancia de esta mujer de 62 años.

«Piense por favor en todo lo bueno que he hecho», le escribió a la juez que la juzgó antes del anuncio de la sentencia. Stewart fue condenada por una oscura venta de acciones. La fiscalía y el jurado se convencieron de que la empresaria recibió una información ilegal que Stewart luego trató de ocultar. Las opiniones están muy divididas sobre esta rubia empresaria que hizo su fortuna con revistas, shows televisivos y columnas de consejos. Tiene millones de fans que la adoran por sus consejos culinarios e ideas de decoración. Sus detractores la detestan por su perfeccionismo. Dicen que en las fiestas les preocupa más lograr un buen ambiente que presentar aperitivos elegidos por colores. Y les encantan las numerosas caricaturas y chistes que hay sobre ella.

La sátira americana

En una de las tiras cómicas se puede ver a una Martha Stewart vestida con el tradicional traje a rayas de los presidiarios declarando los trajes a rayas como la última tendencia de la próxima temporada. Otra muestra a Stewart redecorando el espeso puré del plato de la cantina de la cárcel y haciendo con él pequeñas torres. La idea de que una empresaria millonaria y acostumbrada al lujo que predica el arte de la vida en familia vaya a ocupar ahora un catre en un dormitorio común de una prisión es algo que fascina a la opinión pública. Durante su estancia en prisión, Stewart ganará 32 centavos de dólar por hora a cambio de participar en las tareas en la cocina, de limpieza o el jardín. Con su sueldo como jefa del imperio mediático Martha Stewart , la empresaria ganaba últimamente 672 dólares la hora.