Un juez cuestiona cambios en la educación de los presos
Juan Martín Arroyo dijo que el nuevo sistema estigmatiza porque es solo para internos. Dijo que el programa no existe en otra cárcel del país.
Un juez cuestiona cambios en la educación de los presos
El juez de ejecución penal de Bariloche, Juan Martín Arroyo advirtió que el nuevo programa Cepja, que el Ministerio de Educación de la provincia implementará a partir del año próximo en los penales de Río Negro, “debilita la escuela” como institución para la resocialización de los internos. Además, advirtió que ese sistema no existe en ninguna otra cárcel del país.
“Los funcionarios del Ministerio de Educación de la provincia lo mostraron como una propuesta superadora, pero a mí y al juez (Juan Pablo) Chirinos nos quedan algunas dudas”, sostuvo Arroyo.
Funcionarios de Educación presentaron por videoconferencia desde Roca los lineamientos principales del programa Cepja, que reemplazará al CENS que lleva dos años de ejecución en las cárceles de la provincia.
“El Cepja es un sistema por módulos proyectado para los internos que tienen dificultades de concurrir a la escuela que funciona en el penal”, explicó Arroyo. Indicó que el nuevo sistema no tiene en cuenta el seguimiento pedagógico del alumno, porque será semipresencial.
Cuestionó que se elabore un programa educativo a partir de la excepción. Destacó que según los datos aportados por autoridades del CENS 9 “este año se quintuplicó la matrícula de internos que concurrieron a clases”. Indicó que se trata de alrededor de la mitad de la población del penal 3, que ronda el centenar de internos.
“Quiere decir que el sistema del CENS funciona”, afirmó el juez. Dijo que el nuevo programa que impulsa la Provincia “debilita la presencia de la escuela en la cárcel”. “Estamos yendo a contramano del objetivo de la ley. La institución escuela tal como hoy existe, con este nuevo sistema se debilita y nos alejamos del objetivo de la resocialización”, aseguró.
Arroyo afirmó que el sistema Cepja no existe en ninguna otra cárcel del país. “Al interno que salga de la cárcel y quiere continuar estudiando en el medio libre se le complica y más si se va a otra provincia donde el Cepja no existe”.
El magistrado señaló que “lo quieren implementar sin consultar a nadie y a fines de diciembre nos vienen a decir que es una propuesta superadora, sin ningún debate”, lamentó.
“¿Qué pasa si lo aplicamos y no funciona? Va a ser un año perdido para los internos”, sostuvo. Además, advirtió que el título estigmatiza porque es un programa educativa pensado sólo para internos.
Arroyo dijo que las autoridades de Educación argumentaron que el CENS no sirve porque tienen estadísticas de los internos que no concurren al aula.
Pidió escuchar a los actores del programa educativo CENS. Advirtió que si se pone en marcha el Cepja será el tercer cambio de programa para los internos en 3 años. Y señaló que al docente que dicte clases en el nuevo programa se le pagará un salario como preceptor.
Este año, por primera vez, la Provincia instaló dos aulas móviles en el patio del penal 3 para dictar clases en cumplimiento de un fallo de Arroyo.
Docentes del CENS 9 anexo Penal 3, expresaron su rechazo al cierre del programa de educación en las cárceles y denunciaron la “reducción presupuestaria” con la baja de docentes.
En una carta pública señalaron que la decisión de modificar el sistema de educación en las cárceles no fue notificada formalmente y les “cayó por sorpresa”.
“El Ministerio de Educación provincial impone un nuevo sistema llamado CEPJA que encuadra perfectamente en la reducción presupuestaria, ya que recorta el plantel docente y los salarios: los docentes del nuevo sistema tendrán un cargo equivalente al de un preceptor, y cobrarán como tal. Se reducirá a un equipo mínimo dejando a muchos trabajadores afuera. El coordinador asumirá funciones de dirección, secretaría, prosecretaría, preceptoría y ETAP. Todo esto responde a un ajuste de números”, señalaron los docentes.
Agregan que la mayor preocupación es “qué va a pasar con los alumnos que venían cursando el secundario, algunos de ellos están próximos a recibirse en el 2017” y denunciaron al igual que el gremio Unter que se modifique el plan nuevamente.
Los educadores apuntaron a que con los cambios “se les quita el derecho a recibir una educación igual a la de cualquier escuela y, en cambio, se les impone un modelo de educación para presos”.
Indicaron que el nuevo modelo “está basado en módulos bajados desde el Ministerio que serían evaluados en Viedma. El docente no tiene ninguna otra función que la de facilitar los módulos que el alumno “decida” cursar”. Con el nuevo sistema, la modalidad será semipresencial.
Para los docentes “esto habla de un total desconocimiento de la educación en contextos de encierro, de las necesidades y problemáticas de los estudiantes y de los fundamentos de la educación en general” y señalan que en el Penal 3 se realiza un “proceso exitoso” de generación de confianza que se evidencia con que “se quintuplicó la matrícula de alumnos”.
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