Más de 150 evacuados por la lluvia y granizo
Decenas de roquenses tuvieron que abandonar sus casas por la tormenta. Los frutales de carozo también sintieron el efecto de las piedras. Roca y Cervantes mostraron el cuadro más grave.
Una vez más, la lluvia y el granizo alteraron la vida en el Alto Valle. Al cierre de esta edición, más de 150 personas permanecían evacuadas en Roca y decenas de familias no encontraban respuesta ante un nuevo traspié en su cosecha de frutas de carozo.
La piedras azotaron todas las ciudades de la zona, aunque las ciudades más afectadas fueron Roca y Cervantes, donde también hubo familias que se autoevacuaron antes de recibir asistencia. Más allá de que la coordinación de Defensa Civil estaba alertada de la posibilidad de intensas lluvias, el granizo complicó la situación y los esfuerzos para atender todas las demandas se hicieron pocos hacia el anochecer.
Los perjuicios más graves se registraron en los barrios del norte roquense. Algunas calles se transformaron en pequeños canales y intensidad con la que bajó el agua terminó derribando una precaria vivienda en Santa Cruz y Los Gorriones. Muchas familias también sufrieron los los golpes del granizo en los techos de sus casas y se anunció que hoy se planificarían acciones para repararlos.
Para controlar la situación, se armó un Consejo de Emergencia integrado por la Secretaría de Acción Social del municipio, Defensa Civil y la delegación provincial de Acción Social. La ciudad fue dividida en tres sectores, de los cuales se encargó cada área. Hasta las últimas horas de la noche, el CDI de Alta Barda, el comedor Mickey de barrio Nuevo y el polideportivo de las 250 Viviendas albergaban a decenas de familias que no pudieron continuar dentro de sus casas.
Los 25 milímetros que cayeron junto con las piedras hicieron que el sistema de cloacas colapsara en la intersección de San Juan y Los Mirlos, mientras que en las 260 Viviendas retornó la imagen de la inundación de enero del 99, cuando el agua superó el nivel del cordón cuneta en el sector sudoeste del barrio.
En el resto de los barrios y el centro, las calles volvieron a ser un caos por el barro y los anegamientos.
Por su parte, en el resto del Alto Valle la tormenta también hizo de las suyas, aunque no hubo inconvenientes en los barrios de las ciudades.
En El Chañar, Vista Alegre y muy poco en Centenario, los daños serían menores. «Creemos que no cayó en la misma cantidad que en la zona de Roca, según lo que vi por televisión, pero todavía no hay precisiones; por lo que vemos sólo se perjudicó la fruta que fue impactada directamente», afirmó el productor Luis Rosa. El chacarero explicó que los frutales de carozo apenas tienen cuajada la flor, por lo que el fruto tiene apenas entre dos y tres milímetros.
En la zona de Allen el granizo provocó una nueva alerta, que se sumó a la preocupación que en esta época del año invade al sector productor por el ingreso a la temporada de heladas primaverales. Si bien en la zona rural de esta ciudad las piedras que cayeron fueron de un tamaño considerable el presidente de la Cámara de Fruticultores allense, Marcelino Fernández, manifestó que «sólo duró unos pocos minutos y no fue tan cerrada como para dañar las flores».
No menor fue la sorpresa para los productores de Huergo y Godoy, que durante varios minutos vieron como caían las piedras del tamaño de un garbanzo sobre las plantaciones. Sin embargo, los chacareros señalaron que los daños ocasionados se pueden considerar cómo mínimos. Campo Grande fue otro de los sectores donde el suelo de las chacras quedó blanco.En tanto, en la zona atlántica se registraban anoche fuertes lluvias y tormentas eléctricas que amenazaban a los sectores más desprotegidos de San Antonio. (AR/AN/AA/AVR/ACS/ASA)
Parece raro, pero no es algo inusual
La torrencial lluvia, seguida de granizo, que azotó ayer a gran parte del Alto Valle no es, como pudiera pensarse, un fenómeno inusual para esta época.
Así lo manifestó a «Río Negro» el especialista Enzo Campetella, quien reiteró una explicación brindada hace unas semanas cuando se produjo la gran nevada tardía.
Recordó que la primavera es una estación signada por la transición y que el de ayer es un típico fenómeno de esta época del año, donde conviven episodios climáticos propios del invierno con otros que ya se parecen al verano.
El ingreso desde el océano Pacífico de un sistema de baja presión, asociado a un frente de aire frío son los elementos que se conjugaron sobre la región, aunque toda esta tormenta se produjo por delante del frente frío.
Aire templado cerca de la superficie, un súbito enfriamiento en los niveles medios, conjugados con una humedad elevada permitieron la formación de nubes verticales, cumulus nimbus, generadoras a su vez del temido granizo que se precipitó pasadas las 18 de ayer.
Para hoy, el pronóstico indica que un sistema de baja presión en la zona de Viedma, puede traducirse en el Valle con un leve descenso de los valores máximos de la temperatura y viento rotando al sudoeste o al sur.
No se descarta que se produzcan nuevas lluvias. (AR)
Una vez más, la lluvia y el granizo alteraron la vida en el Alto Valle. Al cierre de esta edición, más de 150 personas permanecían evacuadas en Roca y decenas de familias no encontraban respuesta ante un nuevo traspié en su cosecha de frutas de carozo.
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