Más «mimos» entre Alvarez y Arriaga 

Cena de por medio, hablaron de sumar para la Alianza. "Chacho" va a Bariloche.

La cena no tuvo nada de opíparo: tres lomos acompañados de verduras hervidas y todo sostenido por una botella de Valmont.

Pero desde lo político, el vicepresidente de la Nación Carlos Alvarez, el intendente de Cipolletti Julio Arriaga y el presidente del Invap Leonardo de Ferrariis, dieron una puntada más hacia la consolidación de la Alianza en Río Negro.

Porque éste fue el tema del cual en términos casi excluyentes se habló durante las dos horas que duró la cena mantenida el martes por la noche en el comedor privado del vicepresidente en el Senado de la Nación.

Y a juzgar de fuentes vinculadas con el encuentro, éste «fue tan significativo» -se dijo a este diario- que el 10 de marzo, aprovechando un viaje de Alvarez a Bariloche, Arriaga, De Ferrariis y la máxima conducción del Frepaso volverán a reunirse para avanzar hacia un mismo proyecto político con miras al 2003.

Se sabe incluso que Arriaga y De Ferrariis intensificaron en estos días los contactos con la dirigencia del Frepaso rionegrino, siempre con el mismo fin.

Uno de los paliques se materializó con el ex presidente del Frepaso, Omar Lehner.

Durante la cena concretada en el Senado de la Nación, Alvarez confesó además a sus invitados que comenzará a «jugar fuerte, en forma directa» para ayudar al Frepaso rionegrino en dos direcciones:

Una: lograr que se salde definitivamente la ya hoy casi tenue fractura que dejó en el Frepaso la división entre quienes se sumaron a la Alianza con el radicalismo rionegrino y quienes resistieron la iniciativa.

Dos: a partir de esa cura, trabajar para la reinstalación del Frepaso en la sociedad rionegrina, que en un pasado no muy lejano -elecciones nacionales del «87- lo respaldó con el 22% de los votos.

En medios políticos rionegrinos crece «lenta pero segura» la convicción de que las coincidencias del tándem Arriaga/De Ferrariis con la dirigencia del Frepaso «son cada vez más amplias y marchan hacia un punto de no retorno».

Cabe recordar que Arriaga milita en el Movimiento Popular Patagónico. En los hechos, es el único dirigente de esa fuerza con poder político concreto.

Según las fuentes, Arriaga y De Ferrariis llegaron a una conclusión: si sus planes de poder deben vertebrarse enhebrando coincidencias con la Alianza, el camino menos complejo para lograr el objetivo es conversar con el Frepaso.

– No se trata de negar al radicalismo, sino de admitir que este partido ofrece una textura orgánica e ideológica menos flexible que el Frepaso -se comentó a este diario. 

Y alguien no fue visto por el senador…

– ¡Hola «Chacho»!… ¿Cómo estás?

– ¡Hola Remo!. Te presento a Leonardo…

– Lo conozco… ¿Cómo estás?

– Acá estoy, aceptando una invitación a cenar que nos hizo «Chacho».

Sucedió en la puerta de entrada al comedor privado del vicepresidente. Y el senador Costanzo no percibió el plural utilizado por De Ferarriis: «Nos invitó a cenar». Porque de saber que adentro del comedor estaba Julio Arriaga, se habría dado cuenta de que ahí se hablaría de proyectos que lo disgustan.


La cena no tuvo nada de opíparo: tres lomos acompañados de verduras hervidas y todo sostenido por una botella de Valmont.

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