Mataron a golpes a un comerciante y arrojaron su cuerpo a un desagüe

NEUQUEN (AN)- Sergio Sánchez Sierra, un comerciante de 53 años de Centenario que se dedicaba a la venta de ladrillos, fue asesinado a golpes y su cuerpo apareció envuelto en una mediasombra y oculto en un desagüe en Plottier. Hay seis detenidos que fueron hallados en el vehículo de la víctima, uno de los cuales confesó y hasta indicó el lugar donde dejaron el cadáver. Entre los sospechosos figuran una hermanastra de la ex esposa del fallecido y un ahijado; el resto lo conocían aunque no tenían parentezco.

Los investigadores trataban anoche de determinar cuándo y dónde fue cometido el crimen. Una posibilidad es que Sánchez Sierra haya sido abordado en Centenario, pero no se descartaba que hubiera viajado a Plottier por su voluntad quizá en respuesta al llamado de alguno de los imputados.

El otro interrogante a despejar es el móvil: la presencia de familiares entre los detenidos hizo sospechar a la policía de un espeso entramado en el que podrían entremezclarse intereses económicos y cuestiones sentimentales.

Uno de los hermanos, Dagoberto Sánchez Sierra, confirmó que entre los detenidos está la hermanastra de la ex esposa de Sergio, y cuando le preguntaron por el posible móvil del crimen respondió: «pensamos que hay alguna motivación, no descartamos nada».

El descubrimiento del asesinato fue casual. Ayer a la una de la madrugada, un llamado anónimo supuestamente de un vecino del barrio 108 Viviendas de Plottier alertó a la policía sobre un accidente ocurrido en esa zona. Un móvil de la comisaría 46 del barrio Los Alamos se acercó al lugar y encontró un vehículo detenido con problemas mecánicos en la avenida del Trabajador, con cinco ocupantes.

«En ese momento se comprobó que no había sucedido ningún accidente sino que sólo había un auto estacionado», indicó el comisario mayor Jorge Laserna, a cargo de la Superintendencia de Investigaciones.

Los efectivos «detectaron que los seis ocupantes (cinco hombres y una mujer) estaban alcoholizados y les solicitaron su documentación y la del vehículo».

Se trata de un Chevrolet Monza negro, modelo 95, que pertenecía a Sánchez Sierra. Hasta ese momento se desconocía que el comerciante había desaparecido, y menos se sabía que estaba muerto y su cadáver oculto en un desagüe a menos de mil metros de distancia.

Laserna indicó que «los datos de los ocupantes del rodado no coincidían con los del titular de la tarjeta verde. Para justificarse, ellos dijeron que les habían prestado» el auto. Por su parte el comisario Daniel Mellado aseguró que al requisar a los demorados se encontró en su poder la billetera de Sánchez Sierra.

El personal a cargo del procedimiento sospechó de los ocupantes del auto y los llevaron hasta la comisaría 46, ubicada a unas diez cuadras de allí.

Desde la unidad policial llamaron a la comisaría Quinta de Centenario, ciudad donde vivía Sánchez Sierra, y les pidieron a sus camaradas que fueran hasta la vivienda del comerciante. Estos policías comprobaron que no había nadie en la casa (el hombre vivía solo), pero lograron ubicar a un hermano quien les aseguró que Sergio nunca prestaba su automóvil.

La confesión

Ya eran las tres de la mañana. Según explicó Laserna, los detenidos en Plottier «espontáneamente comenzaron a relatar algunas cosas. Primero dijeron que no habían hecho nada, luego algunos dijeron que habían golpeado al dueño del auto y después reconocieron que lo habían matado».

«Fue una manifestación espontánea en la que alguno de los jóvenes confesó haber golpeado al dueño del auto y que lo arrojaron en un desagüe envuelto en una manta o una mediasombra», señaló Laserna y agregó que «es por ese relato que comenzamos a buscar el cuerpo» en el lugar señalado.

El hallazgo del cuerpo se dio pasadas las 9 de la mañana de ayer, tras varias horas de búsqueda. «Fuimos parte por parte del desagüe tanteando con una lanza», porque la gran cantidad de juncos y totoras dificultó la tarea, agregó.

Laserna señaló que «el cuerpo estaba completamente sumergido en la poca agua que tiene el desagüe, y encima le habían arrojado chatarras y restos de motores para que no emergiera».

También reveló que el cadáver había sido envuelto «en una mediasombra desde los pies a la cabeza, y lo único que hicimos al retirarlo del agua fue

descubrirle la cara para ver si se trataba de Sánchez Sierra. En esa oportunidad vimos que tenía signos de violencia».

La autopsia, realizada a la tarde, permitió establecer que Sánchez Sierra murió víctima de fuertes golpes en la cabeza aplicados con elementos contundentes. El cuerpo presentaba además heridas de arma blanca no mortales.

El automóvil

El Chevrolet Monza de Sánchez Sierra fue trasladado a la comisaría 46. Se trata de un vehículo color negro, dominio ADY016, presumiblemente modelo 1995.

En su interior podían apreciarse varias gomeras de plástico, una bolsa con mudas de ropa y una importante cantidad de cables ovillados.

El vehículo presentaba un golpe en la parte delantera izquierda, que produjo roturas en la óptica y paragolpe de ese sector.

Los detenidos serán indagados hoy por el juez de la causa, Juan José Gago.