Matisyahu rapea sus creencias y se gana al público
Entre el estudio del talmud y los recitales escala los rankings
NUEVA YORK, (AFP).- Con su sombrero negro, una larga barba de judío practicante y una prosa dura, Matisyahu tiene cada vez más seguidores y se ha convertido en la estrella en ascenso del reggae en Estados Unidos.
Gracias al boca a boca, internet y algunas apariciones televisivas, el neoyorquino pasó en pocos meses de festivales locales a salas nacionales, llevando de California (suroeste de EE.UU.) a Nueva Escocia en Canadá su fusión entre rap y reggae dedicado a Dios y a la espiritualidad.
«Revela tu alma, abandónate y revélate», rapea en su canción «King Without a Crown» (Rey sin corona), balanceando los brazos como los raperos y apoyado por su grupo, un guitarrista, un bajista y un baterista.
Su último disco «Youth», recién salido al mercado, acaba de ingresar directamente al cuarto lugar del ranking Top 200 de la revista especializada «Billboard» gracias a 120.000 ejemplares vendidos en sólo una semana.
Matthew Miller –su verdadero nombre–, de 26 años, supo alternar durante una gran parte de su vida entre la música y la religión.
Nacido en una familia judía no religiosa a las afueras de Nueva York, Matthew era un adolescente con rizos al estilo rastafari y fanático del grupo estadounidense de rock Phish. Pero es en Oregon (noroeste) donde sus padres enviaron a su descarriado y rebelde hijo al liceo. Y donde comenzó a explorar el reggae y empezó a rapear bajo el nombre MC Truth («MC Verdad»).
Fue recién a su regreso a Nueva York, en 2000, que el muchacho se apegó plenamente a la religión, convencido por un rabino.
Hoy, Matisyahu está casado, es discípulo del movimiento Loubavitch, y divide su tiempo entre la yeshiva (escuela talmúdica) y la música.
Intentando conciliar la práctica con su creciente popularidad, no hay conciertos los viernes, ya que es noche de shabbat. «Siempre hay una muchacha ebria que quiere acción. Entonces tengo que retroceder», explicaba recientemente, a la revista «Rolling Stone», porqué no mantenía contacto con sus admiradoras.
Y es que, desde sus primeros conciertos en un centro juvenil de Brooklyn al mega festival estadounidense de Lollapalooza, sus seguidores se han multiplicado. «Hay mucho interés por el reggae y la música caribeña en este momento en Estados Unidos: vean el ejemplo de Sean Paul o Wyclef Jean», explicó a la AFP Bill Werde, redactor en jefe de «Billboard».
«La música de Matisyahu es buena, sus canciones son buenas y su mensaje es positivo y las personas responden a eso».
El joven cantante incluso confió a «Rolling Stone» que fue invitado por Madonna a pasar con ella la próxima fiesta de Pessah (la pascua judía). «No sé si puedo ir. Preciso verificar con varias personas para asegurarme que no este prohibido» por la religión.
Sobre su música, Matisyahu señaló que en general los rabinos aprueban «aquello que contribuya a generar piedad».
Sobre si se trata de un artista a largo plazo o sólo la última sensación con fecha de vencimiento … los críticos están divididos. Werde estima que si Matisyahu «no tuviera la música detrás, no podría mantener este ascenso. O el hecho que tenga buenas canciones y que es cada vez más popular (…). Pasó directamente del estatus de curiosidad neoyorquina a popstar en pleno despegue».
NUEVA YORK, (AFP).- Con su sombrero negro, una larga barba de judío practicante y una prosa dura, Matisyahu tiene cada vez más seguidores y se ha convertido en la estrella en ascenso del reggae en Estados Unidos.
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