Mauro Martín out, pero…

No podían faltar. Siempre están atrás del negocio, aunque dicen ser auténticos hinchas. La 12 se presentó en el estadio Monumental a las 14:45, cuando aún faltaba para el inicio del clásico y se disputaba el cotejo de reserva entre River y Boca.

A esa altura las tribunas estaban casi completas y la algarabía iba en aumento. De gorra, lentes oscuros y cabeza gacha intentó superar los vallados sin ser descubierto Mauro Martín, el jefe de la barra de Boca. Pero fue detectado por los policías, que inmediatamente le aplicaron el derecho de admisión. Martín no se quedó de brazos cruzados. De entrada negó ser quien es. Pero fue sometido al sistema biométrico, que lo delató y por eso no se le permitió entrar al estadio para ver el partido.

Se le labró un acta y, según fuentes consultadas, se retiró sin resistencia.

El que sí pudo ingresar al Monumental fue Maximiliano Mazzaro, número dos de Martín, ya que no está en la lista de 66 barras que tienen prohibido el acceso. Él fue el encargado de comandar a La 12 durante y después del partido.

Según la dirigencia de Boca, el xeneize recibió 3300 populares y 1.200 plateas, aunque la versión millonaria dice que le otorgó a Boca 3.500 populares y 1.000 plateas. Más allá de los números, la barra visitante no tuvo control policial y, con excepción de Martín, el resto de La 12 logró ingresar sin cacheos y provocó graves hechos de violencia. (Ver aparte)

Cientos de hinchas xeneizes llegaron en caravana al estadio de Núñez, intentaron realizar una marcha con coronas funerarias, algo que impidió la Policía, y arrojaron el maíz para las ‘gallinas’ cuando arribaron al Monumental.

Mientras se desarrollada esa caravana en paz, en otro sector, sobre avenida Del Libertador, se cruzaron dos grupos de hinchas xeneizes y millonarios y se produjeron los primeros incidentes. La situación se calmó cuando arribó la Policía Federal y disuadió con gases lacrimógenos.