Mayor superficie en los invernaderos

Apuntan a incrementar la producción hortícola en la zona del Valle Inferior.

Un espacio de discusión sobre la situación actual y las perspectivas de incrementar la producción hortícola en invernaderos del Valle Inferior fue creado por una serie de instituciones como la municipalidad capitalina, la Universidad del Comahue (UNC), la estación experimental del INTA, la Escuela de Formación Agraria y la Cámara de Productores.

La intención implica a su vez -desde la capacitación técnica- el abordaje de las limitantes tecnológicas más importantes que tiene hoy la actividad en el ámbito productivo.

Como puntapié inicial representantes de estos sectores concretaron recientemente una importantísima jornada de capacitación que reunió a cerca de un centenar de asistentes.

Se partió de un diagnóstico bastante problemático tomando en cuenta que en el Valle Inferior existen apenas cuatro hectáreas de invernaderos distribuidos entre más de 20 propietarios, la mayor parte de los cuales posee entre 1.000 y 3.000 metros cuadrados dedicados al cultivo de tomate en primavera-verano y hortalizas de hoja en el invierno.

Un relevamiento efectuado a fines de 2001 por la UNC aportó una valiosa información que refleja las características dominantes de la tecnología de producción local y perspectivas ciertas que ofrecen los mercados patagónicos.

Desde ese punto de partida se comenzó a trabajar en directa coordinación con un grupo más importante y en la determinación de las principales necesidades de capacitación.

La coordinadora de Desarrollo del municipio, Carmen Coniglio, explicó que como apoyatura a los productores se realizó un estudio de mercado en base a información aportada por mayoristas de los principales centros patagónicos como Bariloche, Puerto Madryn, Trelew y Río Gallegos.

Consideró que con ese aporte «pudimos detectar que los productos del Valle Inferior tienen calidad pero no alcanzan el volumen necesario, y además se objeta la poca celeridad para el estibado de la mercadería en camiones».

Puso como ejemplo que muchos productos entran a la Patagonia desde el Mercado Concentrador de Guaymallén, Mendoza, porque «tienen muy bien organizada la provisión y acá los camiones deben deambular por las chacras buscando los productos». Indicó que con este diagnóstico «nos abocaremos a la tarea de incrementar la capacitación y organización, incrementando la superficie cultiva, mejorando la asociatividad y promoviendo la mayor diversidad de productos».

El personaje: Claudio Calleja, el revisionista de Viedma

A modo de contribución para la memoria colectiva, Claudio Calleja se salió con las ganas plasmando en el libro «Callecitas de mi ciudad», una idea que venía madurando desde hace varios años.

Luego de pasar por la administración pública, su espíritu inquieto lo llevó a vivir de su profesión como maestro mayor de obra aunque nunca dejó su gran pasión la actividad literaria y el acopio de viejas historias.

Su curiosidad personal lo llevó a incursionar en diversas radios de la ciudad para difundir el tango, la música ciudadana que -según cree- puede unir a la gente profundizando en sus raíces. Varias veces fue llamado desde diversos colegios para abordar la temática tanguera.

«Callecitas de mi ciudad» rescata la loable acción de maestros locales como Regino Casales, Francisco Aguiar o Emilio Kruuse, a quienes la mayoría de los jóvenes viedmenses conocen de su existencia porque una arteria lleva sus nombres. Hoy con sólo recorrer las páginas de este libro de casi 200 páginas pueden valorar a sus antecesores, incluso como material educativo.

La obra de carácter retrospectivo explica puntillosamente quienes fueron los sacerdotes salesianos como Evasio Garrone y Raúl Entraigas, homenajeados por su impronta cultural de la ciudad. (AV)

Pasan las internas y nadie limpia

Las paredes públicas de la ciudad son objeto de una indiscriminada pegatina de carteles que ninguna autoridad municipal controla pese a la normativa vigente. Los edificios públicos y de carácter histórico como el Obispado de Viedma son presa de la inconducta ciudadana, así como también diversas oficinas del Ministerio de Educación. Además, la gran cantidad de locales comerciales cerrados en la zona céntrica es aprovechada para pegar cualquier tipo de publicidad (AV).


Un espacio de discusión sobre la situación actual y las perspectivas de incrementar la producción hortícola en invernaderos del Valle Inferior fue creado por una serie de instituciones como la municipalidad capitalina, la Universidad del Comahue (UNC), la estación experimental del INTA, la Escuela de Formación Agraria y la Cámara de Productores.

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