«Me ganó Sartor»

La ministra Bullrich reconoció que perdió la batalla en el manejo de los planes sociales. Su alejamiento es un freno a los "sushis".

BUENOS AIRES (ABA).- «Me ganó Sartor». Patricia Bullrich pronunció esas palabras a «Río Negro» a la salida de la reunión en la que el Presidente aceptó su renuncia a Seguridad Social y dio cuenta así de su derrota en la pulseada que mantuvo con su par de Desarrollo Social por el manejo de los planes sociales.

Sin embargo, su salida del Gabinete no fue interpretada en la Casa Rosada precisamente como una victoria del rionegrino. Más bien, se la entendió como una señal enviada por el presidente a los sectores progresistas del radicalismo que veían en Bullrich a un enemigo y además como un freno al avance del grupo «Sushi» en el poder.

«El presidente no eligió a Sartor. El no es el ganador de la pulseada con Bullrich. Frente a la presión desmesurada que tuvo por parte de ella, optó por hablarle -a través de su decisión- al radicalismo, y por encaminar las cosas hacia la búsqueda del consenso con el partido», aseguró una alta fuente de la Secretaría General de la Presidencia.

Y agregó: «La explicación de fondo es que necesita cambiar el rumbo aislacionista que proponían los «Sushi». Bullrich encarnaba a uno de los principales referentes del grupo, y las ideas de que se puede gobernar con la confrontación directa y sin el apoyo del partido no corren más. Por eso, ahora se le está tendiendo un puente al radicalismo y se está buscando la unidad».

En este sentido, en la Rosada, la partida de la ministra de Seguridad Social es considerada como la piedra angular para la construcción de un consenso que le permita a De la Rúa gobernar sin tensiones hasta el 2003 y que tiene como antecedente el nombramiento de José Dumon en Trabajo y de Sartor en Desarrollo Social.

«De la Rúa lo llamó a Dumón para trabajar en el consenso con los sindicalistas. Eso fue clave: necesitaba un hombre que busque la negociación en vez del choque y que al mismo tiempo sea de extracción alfonsinista. Esa fue la primera señal para la CGT y el partido», aseguró la fuente del Ejecutivo.

«Y a Sartor lo nombró para buscar el consenso con los gobernadores de la Alianza. Fue una señal a los gobernadores, y no un reconocimiento a ningún mérito personal. Bullrich quería pasar a Desarrollo Social a toda costa, pero las presiones del partido lo frenaron de aceptarla», agregó.

De la renuncia de Bullrich también nacieron ganadores. El principal es el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, quien ya había pedido la renuncia de la ex ministro de Seguridad Social 20 días atrás en un intento por tender lazos con la UCR y establecer una política de apertura y cohesión.


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