«Me pagaban mil pesos por traer la cocaína»

Juzgan a dos mujeres tras un operativo en Roca.

ROCA (AR).- Una mujer que reconoció haber trasladado en al menos tres oportunidades cocaína desde Buenos Aires a Roca, y la presunta destinataria de esa droga, comenzaron a ser juzgadas ayer por el Tribunal Oral Federal de esta ciudad.

Se trata de Elba Marciana Barreda y María Rosa Andrade, ambas detenidas el 21 de noviembre de 2004 por personal de Toxicomanía de la Policía rionegrina, en dos procedimientos realizados en Roca. Ese día se secuestró un kilo de cocaína.

Tras la lectura de la acusación del fiscal de instrucción, sólo una de las procesadas aceptó declarar ante los magistrados Norberto Ferrando, Rafael De la Rosa y Oscar Albrieu.

Barreda reconoció, tal como lo había hecho en la instrucción, que ella transportaba la cocaína desde Buenos Aires a Roca, y que la destinataria de la misma era Andrade, su compañera de causa.

La imputada, de humilde condición social, dijo que ella trabajaba en una feria de Buenos Aires y que tiene cinco hijos, además de un bebé que dio a luz durante su actual detención en la cárcel de Ezeiza.

Contó que en una oportunidad, una mujer a la que dijo conocer sólo por el nombre de Rosa, le dijo que le iba a dar una mano, dándole prendas de vestir para transportar y poder ganar así un poco más de dinero.

Barreda dijo que luego le ofreció mil pesos más 250 para gastos de viajes y los pasajes de ida y vuelta, si traía droga a Roca, a lo que la mujer aceptó.

Declaró que la primera vez que viajó a esta ciudad, lo hizo en compañía de esa tal Rosa y que le presentó a María Rosa Andrade, a quien fueron a ver a la casa. «Esta es la chica que va a traer la droga», asegura que le dijo Rosa a Andrade.

Allí acordaron la forma en que iban a «trabajar». Señaló que Andrade le pidió que abriera una cuenta bancaria y que se comprara un celular Movicom para poder comunicarse.

Una vez en Buenos Aires, dijo que cumplió con el pedido y que al poco tiempo empezó a recibir los giros, que retiraba del banco y se los daba a Rosa. Luego, esta mujer le daba el o los paquetes con los pasajes, y el dinero para los gastos del viaje.

Tras entregar la droga y regresar a Buenos Aires, cobraba los mil pesos.

Pero en el tercer viaje, Andrade ya estaba siendo investigada por la división Toxicomanía, y se esperaba la llegada de una tal «Elba».

Tal como indicaron ayer los policías que participaron en el procedimiento, primero se interceptó un auto en el que circulaba Andrade, aunque tras la requisa no se halló droga.

Luego se detuvo a Barreda, quien no opuso resistencia y aseguró que la droga era para María Rosa Andrade y que la traía de Buenos Aires.

En ese momento, el operativo estuvo a cargo del oficial inspector Carlos Bruno, quien ayer dijo que se trataba de una causa «curiosa», ya que hay mencionada gente importante como una abogada, una comerciante y un psicólogo, los que identificó. «A raiz de esta investigación me trasladaron a Allen. Mi accionar está siendo investigado por una denuncia de la señora Andrade» (ver recuadro).

Además del oficial inspector Bruno, declararon ayer otros tres policías que participaron en la investigación.

Todos coincidieron en que se había vigilado el domicilio de Andrade, y que también se habían detectados «pasamanos» en distintos puntos de la ciudad.

Sin embargo, y a preguntas del defensor de Andrade, Oscar Pandolfi sobre por qué no se detuvo a Andrade mientras se realizaban estas presuntas ventas de droga, coincidieron en que tal vez, quien estaba a cargo del operativo, no lo consideró conveniente.

El oficial inspector carlos Bruno, resaltó también los escasos medios con que contaba Toxicomanía, y la imposibilidad de seguir a la sospechosa porque andaban en bicicleta.

«Había gente importante y me trasladaron»

ROCA (AR).- El oficial inspector Carlos Bruno dio a entender que por haber gente «importante» entre los presuntos clientes de la imputada Andrade, fue separado del cargo de jefe de la División Toxicomanía de Roca y enviado a la comisaría Sexta de Allen.

«(Andrade) era una mujer altanera, que tal vez creía que era intocable», dijo ayer Bruno.

El ex jefe de Toxicomanía dijo que tras la detención del marido de Andrade, también por estar relacionado al comercio de estupefacientes, «ella siguió en el comercio de la droga. Recibía comunicaciones en clave con clientes que aparecían en la causa anterior (por la del marido)».

Señaló que a la imputada Andrade «no se la detuvo antes por falta de medios y de personal, y que cambiaba de teléfonos seguido y ello nos demoró. Las comunicaciones eran entrecortadas y poco claras».

El policía manifestó que «ellos (por Andrade y su marido) manejaron siempre una cartera importante de clientes», por lo que consideró que ésta era la causa por la que fue separado de su cargo en Toxicomanía.

Finalmente dijo que él no tiene trato con Andrade, salvo en los allanamientos que le realizó en su domicilio, «y siempre me manejé con respeto».


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