Media bendición de 'K' a Nemirovsci para que siga

Hay abundancia de gladiadores y gladiadoras, pero la bendición de Néstor Kirchner recaerá sobre uno solo que, a juzgar por los datos disponibles hoy, sería Osvaldo Nemirovsci.

Con esta expectativa vive el peronismo rionegrino la decisión del primer mandatario sobre quién será elegido como primer candidato a diputado nacional por el partido, un proceso que, como todo transcurrir que hace a la política, se acelera compelido por las elecciones de octubre.

Sólo un gesto de manos y una rápida expresión del presidente, que en tanto expresión de poder puede ser decisiva, fundamentan que Nemirovsci estaría en condiciones de alzarse con el cetro.

– ¿Y cómo anda nuestro «cachivache»?- preguntó Kirchner apelando desde el afecto al seudónimo con que se lo conoce a Nemirovsci en la intimidad del poder.

– Bien, recién hablé por teléfono con él- respondió Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia.

Eran pasadas las 20 del martes. La noche se desplomaba sobre la Argentina y ganaba al despacho con mayor poder político del país. Carlos Soria escuchó con cara de poker, convencido de que nada tenía que decir a partir de las palabras del mandatario. Y Kirchner, en un atardecer de buen humor, miró a ambos y concluyó:

– ¡Osvaldito!… Bueno, creo que tenemos que apoyar a nuestros leales- sentenció apoyando la expresión con un gesto de ambas manos que dijo mucho de «caso cerrado». Y la conversación arrancó para otros lares.

Hasta ese momento Soria y Miguel Pichetto habían desplegado ante el presidente el menú de apetencias que cobija el PJ provincial en materia de bancas en la cámara baja. Un repaso ligero de nombres ajeno, por parte de los invitados, a marcar preferencias.

Se habló de Anahí Tappatá, a quien Kirchner recordaba como convencional nacional en el '94. «Estuvo en algunas comisiones con Cristina… sí, sí, sé quién es», dijo.

Saltaron y se fueron rápidamente a los nombres de Ebe Adarraga y Jorge Cejas, ambos sin presencia en el imaginario del presidente.

Entró el de Jorge Ahumedes, un inquieto y eterno explorador de la geografía justicialista rionegrina en procura de candidaturas que siempre se le desvanecen.

Y llegó el turno de hablar de «Tito» Paillalef, «El Indio» para Kirchner, que lo tiene incorporado a sus afectos, pero hasta ahora parece distante de tabularlo para diputado.

Le quedaba Osvaldo Nemirovsci, «El hablador», el otro alias con que se lo conoce en la intimidad kirchnerista debido a la verborragia que caracteriza al barilochense.

Fue entonces que Kirchner dijo lo que dijo.

Y pasadas las 21, cuando Soria salió de la Rosada y miró la Plaza de Mayo, cubierta de noche, reflexionó:

– Bueno, me parece que en materia de diputado puede estar despuntando el día…

CARLOS TORRENGO


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios