Médicos debaten sobre los juicios por mala praxis

El 8º Congreso Argentino de Salud, que sesiona desde ayer en Bariloche, tuvo como tema principal de debate las demandas judiciales por terapias o intervenciones que no dan

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La preocupación de los médicos por el creciente número de demandas judiciales que deben enfrentar a raíz de terapias e intervenciones que no dan el resultado esperado fue uno de los temas que absorbió ayer la jornada inaugural del 8º Congreso Argentino de Salud.

Unos 300 profesionales de todo el país participan del encuentro que se desarrolla en el hotel Panamericano de esta ciudad bajo la organización de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas.

Si bien sólo un 6% de las causas judiciales originadas en tratamientos médicos terminan en una condena, lo cierto es que un 30% de quienes ejercen la profesión por estos días ya ha debido trajinar los pasillos de tribunales. Y de acuerdo a la tendencia observada, «en 2010 todos los médicos habrán pasado por alguna situación judicial», según indicó el neurocirujano Horacio Dillon.

Los profesionales de la medicina ven que esta nueva realidad aparece «empujada» por sectores interesados en promover los juicios. También se mostraron alarmados por las publicaciones de empresas de seguros que hablan directamente sobre la «alta potencialidad» de ese mercado.

Dillon admitió que esa hiperabundancia de demandas judiciales «afecta a los médicos y también a los pacientes», a raíz de la llamada «medicina defensiva».

Pero a la hora de buscar las razones del fenómeno, el académico en Medicina Fortunato Benaim consideró que los juicios de mala praxis encuentran un motivo central en «el deterioro de la relación médico/paciente».

Dijo que esa relación era mejor en tiempos pasados y para recuperarla el médico «debe ir más allá» de la mera exigencia técnica y volcar «toda su calidad humana» en la práctica profesional.

Su colega Alberto Agrest aportó también otro elemento al señalar que muchos errores médicos (que luego originan juicios) son en realidad «errores del sistema» y se producen por un recargo en las tareas asignadas.

Dillon hizo notar a su vez que la seducción generada por las nuevas tecnologías también contribuye a deteriorar la relación médico/paciente.

Desde un abordaje distinto, el juez civil porteño y delegado para Sudamérica de la Internacional Judicial Academy, Ricardo Li Rosi, aseguró que uno de los factores clave para discernir un juicio por mala práctica es la historia clínica.

«La mejor defensa es la historia clínica, que debe ser clara, legible y completa -explicó-. Pero con demasiada frecuencia uno encuentra historias que son un juntadero desarticulado de cosas, donde hasta es difícil descifrar la letra». Li Rosi también apuntó que la empresa privada de salud (y el Estado en el caso del sistema público) tienen una función esencial porque deben «exigirles a los médicos» mayor rigor con las historias clínicas.

En cuanto al rol de los jueces, dijo que el esfuerzo tendría que estar dirigido a conseguir una mayor familiaridad con la ciencia médica. Observó que si bien la mayoría de las demandas por cuestiones médicas es rechazada, no por eso se debe concluir que hay una «litigiosidad indebida».

«La salud es el gran diferenciador social»

En las palabras de apertura del Congreso Argentino de Salud, el presidente de la Asociación de Actividades Médicas Integradas, Tomás Sánchez de Bustamante, llamó a «trabajar por la inclusión» de quienes no tienen acceso al sistema. Dijo que en la Argentina la salud «se ha trasformado en un gran diferenciador social».

Advirtió que en ese sentido debía interpretarse la referencia a «las asignaturas pendientes» que fue elegida como lema convocante del congreso. Citó como particularmente reveladoras las palabras de un dirigente piquetero que en un diálogo reciente le dijo que ellos eran «los desaparecidos de la democracia» y que sin inclusión social «no hay democracia posible».

Seguramente estos conceptos estarán hoy en el centro del debate durante el panel sobre «financiamiento de la salud», que precederá al cierre del encuentro. Los expositores serán los presidentes de la Asociación de Entidades de Medicina Prepaga, Pablo Giordano; y de la Confederación Médica Argentina, Carlos Jáñez; el superintendente de Salud de la Nación, Rubén Torres, y la ministra de salud de Río Negro, Adriana Gutiérrez.


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