Menem y Oyarbide se lanzaron fuertes críticas

Tras la segunda orden de captura internacional contra el ex presidente Carlos Menem, ayer fue un día de fuertes cruces entre el ex mandatario y el magistrado que en su momento él mismo propuso.

El ahora prófugo ex presidente aseguró ayer que se presentará ante los tribunales argentinos «el día que cambien a los jueces» federales Jorge Urso y Norberto Oyarbide, a quienes invitó a «tomarme declaración» en Chile, donde reside el ex mandatario.

Oyarbide, por su parte, exhortó a Menem a hacer cesar el «ruido de palabras» que provoca desde Santiago, aseveró que «es falso» que exista una persecución al ex presidente orquestada por el Gobierno de Néstor Kirchner y opinó que «lo que hizo el doctor es autodeclararse en rebeldía al desconocer a las autoridades judiciales argentinas».

Urso declaró la rebeldía de Menem el 20 de abril y pidió a Interpol la captura del ex mandatario, en el marco de un proceso por presunto fraude en la adjudicación de contratos para la construcción de cárceles. Además, Urso promovió la extradición del justicialista y se presume que antes del fin de semana la Cancillería remitirá la documentación del caso a Chile, que definirá la suerte de Menem, radicado en Santiago junto a su esposa, Cecilia Bolocco, y el bebé Máximo Saúl.

Oyarbide, por su parte, libró este lunes una segunda orden par el arresto preventivo de Menem, con fines de extradición. El juez, que investiga al ex presidente por el ocultamiento de bienes al fisco y posible lavado de dinero, completará en los próximos días el trámite ante la Cancillería.

«No entiendo por qué razón no se presenta» Menem a la Justicia, enunció ayer Oyarbide al salir de su casa rumbo a los tribunales federales de Retiro.

Los requerimientos del magistrado tienen, en verdad, muchas más chances de prosperar que las gestiones que inició su colega Urso, porque el ex jefe de Estado ya fue procesado en la causa sobre sus colocaciones en el exterior.

Menem, en declaraciones a las radios Continental (de Buenos Aires) y Cooperativa (de Santiago), dijo que tanto Urso como Oyarbide «pueden tomarme declaraciones aquí», e invitó: «Que vengan aquí a indagarme. No hay ningún inconveniente porque aquí hay garantías». Y prometió: «El día que cambien a esos dos jueces yo estaré ahí», en referencia a Urso y Oyarbide, quienes paradójicamente alcanzaron la magistratura en el Gobierno de Menem (1989-99) y, según el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, figuraban en una «servilleta» oficial que contenía la nómina de funcionarios de la Justicia per

meables a los deseos del riojano.

Menem dijo que regresará para ponerse a disposición de «jueces que no estén cuestionados ni que reciban las directivas del ministerio de Justicia». «Todo esto corresponde a un afán persecutorio de un Gobierno que tiene muy poco de democrático y mucho de autoritarismo», se quejó en una entrevista.

En declaraciones radiales, pronosticó: «Ya van a ver que esos exhortos de Cancillería argentina a Cancillería chilena va a ser muy difícil que tengan resultados porque no hay absolutamente nada».

Se refería a las piezas judiciales con las que Urso y Oyarbide respaldan su reclamo de extradición.

Menem insistió en ser interrogado en Chile y recordó que el ministro de Justicia, Gustavo Beliz (que fue titular de la cartera de Interior en la administración del riojano), viajó a Suiza, que está a «14 mil kilómetros de distancia» en la búsqueda de cuentas que el ex jefe de Estado tendría en la banca helvética. Además agregó que Oyarbide y otros funcionarios judiciales viajaron a Suiza y «tomaron declaraciones a gente que conocería algo y se volvieron con las manos vacías ¿Por qué no vienen a Chile y me toman declaraciones aquí, con todas las garantías que tiene la justicia chilena tanto o más que en nuestro país?». «En vez de seguir con este proceso persecutorio en contra mía investiguen los bienes del actual presidente y pregunten qué ha hecho con los 800 millones de dólares que yo le liquidé (por derechos petroleros) y que ahora habrían quedado reducidos a 500 millones», desafió.