MERCEDES SOSA: «Cuando canto folclore, siento que estoy nadando en aguas conocidas»

Mercedes Sosa eligió que su voz definida, inigualable, estuviera al servicio de la inteligencia y la emoción, del amor y la fidelidad con sus convicciones. Viuda de Manuel Oscar Matus, papá de Fabián, abuela que añora cuando viaja, Embajadora de Buena Voluntad para América Latina y el Caribe de UNICEF, ganadora del Grammy Latino 2000, esta enorme cantante tucumana de pura cepa -que el lunes 18 de este mes estará nuevamente en la Fiesta Nacional de la Manzana- ha sembrado la friolera de treinta y cuatro discos, desde LP a compactos. La portada del último «Corazón libre» y el interior del libro, tiene ilustraciones de la trovadora estadounidense Joan Báez.

«Cuando yo canto folclore, siento que estoy nadando en aguas conocidas… En este último disco se nota mucho. Hay dos más en los que se nota, 'Al despertar' y 'Escondido en mi país»…'. Puntualiza Mercedes que el venidero 9 de julio cumplirá 73 años, en la tranquilidad de su departamento de la calle Cerrito.

– ¿A quién le canta cuando graba en la soledad de un estudio?

– Ahí estoy pensando en el canto en sí mismo. Yo voy bien tranquila, me siento en la silla, pongo la carpeta, ya está el técnico para grabarme y nos ponemos a trabajar… Cuando yo era jovencita, creía que el trabajo del estudio era frío; después aprendí a ir para adentro mío, y para eso no necesito grandes cosas, sino una pequeña luz que alumbre mis letras y pensar en cómo es la canción que estoy cantando, viendo los personajes que va describiendo. Yo digo que soy cantante-artista, porque me imagino, por ejemplo, en «Tonada del viejo amor», el enamoramiento de esa pareja grande, que pasados tantos años no sé si se han vuelto a ver… Hace mucho ya canté «La Villerita» y ¿qué voy a conocer yo de una villerita? Me la imaginé y desde ahí canté.

En «Corazón libre», producido artísticamente por el Chango Farías Gómez, Mercedes interpreta a René Vargas Vera y Víctor Heredia, Duende Garnica, Leguizamón y Castilla, Demi Carabajal, al Coqui Sosa, Alberto Rojo, Falú y Dávalos, Raúl Carnota, Motta Luna y Sergio Luna-Bebe Ponti, Damián Sánchez y Pocho Sosa, Teresa Parodi, Marcelo Perea, a Rafael Amor en el tema que da título al compacto, a Nahuel -«Y la milonga lo sabe»- y a Julio Numhauser en «Todo cambia», para la edición internacional.

«No me gusta cantar canciones que yo no sienta. Si lo hago, ¿cómo voy a ir a la imaginación? ¿Cómo imaginar algo que no siento? La canción de Rafael Amor tiene que ver con él; yo lo conozco y es así, un corazón libre… Entonces, yo le puedo decir a usted, siento una felicidad muy grande al cantarla».

«Estamos en un momento particular de nuestro folclore, es muy valioso lo que está pasando en el país que cuenta ahora con la juventud que se ha acercado. Porque están pesando los jóvenes compositores, buenos autores y guitarristas. El folclore no es solamente cosas antiguas, se renueva permanentemente, hay gente joven que está componiendo maravillosamente y nadie los promociona, no ganan nada, no los llevan a la radio. Mis sobrinos -tanto Claudio como Coqui- han venido hace casi veinte años a Buenos Aires y recién ahora van entrando. Con el Coqui yo grabé 'País' que es una belleza; un tema hermoso en la letra y la música. Y realmente le digo a usted, que no lo hice porque sea de mi sobrino sino porque tengo fe en su obra, en la vida de ellos. Son muchachos serios y por eso demoran más en esta carrera, larga carrera».

La acompañaron en «Corazón libre», Eduardo Falú, Jorge Giuliano, Javier Casalla, Luis Salinas, Chango Farías Gómez, Norberto Córdoba, Facundo Guevara, Pablo Dumit, Alberto Rojo, el Pocho Sosa y Oscar Puebla.

Muchos de ellos grabaron sus partes, antes que Mercedes pusiera su voz. «Sí, Alberto Rojo dejó grabadas la 'Chacarera del fuego' y la 'Zamba de Argamonte' y se fue para los EE.UU. Yo canté todo sobre las pistas y con Giuliano, el guitarrista que me acompaña ahora. En la chacarera 'El olvidau' está uno de los más grandes guitarristas de este país, Luis Salinas, que hace una vocecita en el medio de la canción… Y también, en 'Tonada del viejo amor', está la guitarra bellísima de Eduardo Falú y su voz, que es hermosa y canta en el estribillo de la zamba. Extraordinarios los dos…».

 

EDUARDO ROUILLET


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