Mesa, entre rumores de golpe y amenazas de secesión
LA PAZ (DPA) – El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, enfrentaba ayer uno de los episodios más complejos de su gobierno, al quedar en el ojo del huracán por cuenta de unas declaraciones que exasperaron los ánimos en la próspera región de Santa Cruz (oriente) y los supuestos rumores de un plan para desestabilizar la democracia.
Mesa, que ha estado acompañado en sus casi 13 meses de gestión por una alta popularidad, ha visto eclipsar en los últimos días la aprobación de los ciudadanos, luego de unas declaraciones en las que se refirió a Santa Cruz y al departamento de Tarija (sur)
En una entrevista difundida por la televisión local, el jefe de Estado cuestionó la «visión provinciana» de Santa Cruz, e indicó que padece un «aislamiento de comprensión cultural del país». Dijo, asimismo, que Tarija «pelea por una Ley de Hidrocarburos y ve un peligro en la ley de Mesa y en la del Congreso», a la vez que calificó esa actitud como de «pueblecito de campanario».
Las palabras de Mesa atizaron el malestar en Santa Cruz, donde diversos sectores promueven la idea de convocar a un referéndum para el 5 de diciembre -fecha de las elecciones locales-, con miras a sentar las bases para la discusión sobre autonomías regionales en la Asamblea Constituyente que se prevé convocar en 2005. Al reaccionar a la declaración presidencial, agremiaciones civiles, empresariales y líderes de ese departamento -donde Mesa registra el más bajo porcentaje de aceptación- convocaron a la llamada «Asamblea de la Cruceñidad», en la que pidieron avanzar hacia el federalismo o, en caso contrario, amenazaron con proclamar su autonomía. «Si el 30 de noviembre no se convoca al referéndum nacional por las autonomías, convocaremos a una Asamblea Constituyente departamental, para declararnos una región autónoma, aprobar el estatuto autonómico de Santa Cruz y fijar la fecha para la elección de las autoridades correspondientes», añaden.
En medio de este difícil panorama, volvieron a encenderse las alarmas sobre supuestos planes para desestabilizar el gobierno, que, según el dirigente cocalero Evo Morales, tienen relación con sectores afines al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. «Están preparando un golpe de Estado, un golpe fascista, no militar, un golpe de la extrema derecha, para evitar el juicio de responsabilidades a Gonzalo Sánchez de Lozada», aseguró Morales, quien denunció que está siendo víctima de amenazas. Las Fuerzas Armadas y la Policía dijeron no tener información al respecto, y se declararon alertas ante cualquier eventualidad.
LA PAZ (DPA) - El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, enfrentaba ayer uno de los episodios más complejos de su gobierno, al quedar en el ojo del huracán por cuenta de unas declaraciones que exasperaron los ánimos en la próspera región de Santa Cruz (oriente) y los supuestos rumores de un plan para desestabilizar la democracia.
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