Mesa negocia una tregua social y plebiscitará el plan gasífero
CRISIS EN BOLIVIA
LA PAZ (AFP/Reuters) – El nuevo presidente de Bolivia, Carlos Mesa, emprendió ayer el enorme reto de frenar la desintegración social del país y rediseñar una nación con menos inequidades e injusticias, horas después de que una revuelta popular derribara a su antecesor, Gonzalo Sánchez de Lozada.
Mesa, inició ayer gestiones para constituir el gabinete de su gobierno de transición, mientras miles de mineros y campesinos cocaleros empezaban a abandonar La Paz y otras ciu
dades, tras las tensas jornadas que desembocaron en la salida del poder de Gonzalo Sánchez de Lozada. Los representantes de la oposición prometieron al gobierno algunos meses de tregua, pero advirtieron que esperan que sean atendidas sus reivindicaciones sociales y políticas El flamante presidente, un periodista e historiador, acometió la dura tarea de reorganizar al país con una descarnada advertencia: «nos estamos jugando el destino y el futuro» de Bolivia., dijo En su primer acto público, Mesa se comprometió en buscar sanción para los responsables de las muertes ocurridas durante la crisis en el país «sin entrar en venganzas, pero sin olvido y con justicia», propuesta recibida con aplausos en un mitin en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz y epicentro de las protestas Organizaciones de derechos humanos y dirigentes políticos pidieron que Sánchez de Lozada, que tras su renuncia partió hacia Estados Unidos, sea procesado por la represión a las protestas que se saldaron con cerca de 80 muertes, según organismos de derechos humanos Mesa asumió la presidencia el viernes a la noche en una ceremonia en el Congreso, tras la renuncia de Sánchez de Lozada, quien abandonó el poder y huyó del país después de 32 días de manifestaciones populares El mandatario ya inició consultas para formar un gabinete, sin participación de partidos políticos, por primera vez en la historia de la nación andina de 8,3 millones de habitantes El nuevo mandatario dijo que se rodeará de los mejores bolivianos y bolivianas, sin militancia partidaria alguna, y alejará así de su gobierno las pugnas por las célebres cuotas de poder que inmovilizaron al anterior y desataron creciente repudio ciudadano. Habrá «una fuerte representación de mujeres e indígenas», anticipó el mandatario. Mesa tomará juramento a su gabinete hoy En su primera actividad como jefe de Estado, Mesa visitó a a los alcaldes de El Alto, José Luis Paredes, y de La Paz, Juan del Granado, con quienes coordinó la reconstrucción de los daños causados por la violencia social que durante varios días sacudió a ambas ciudades vecinas. Mesa también ordenó la progresiva desmilitarización de la capital y de varias carreteras y caminos en distintas ciudades del país En su discurso de posesión, Mesa se comprometió a realizar una consulta popular sobre la exportación del gas -que fue el detonante de las protestas-, convocar una asamblea constituyente y rea
lizar elecciones rápidamente, señalando que el suyo «será un gobierno transitorio».
El mandatario también se reunió con el embajador de Estados Unidos, David Greenlee quien le garantizó «cooperación sin cambios». Estados Unidos fue el principal soporte de Sánchez de Lozada ante el temor que su renuncia desembocara en un golpe de estado que llevara al poder a líderes indígenas que considera sospechosos, como Evo Morales, dirigente de los cocaleros y jefe de la bancada opositora en el Congreso y Felipe Quispe, de los campesinos Mesa recibió también llamadas de varios presidentes, encabezados por Luiz Inacio Lula da Silva y su homólogo argentino Néstor Kirchner, quienes enviaron el viernes a dos emisarios con el propósito de mediar (ver pág 6).
Los vuelos comerciales en el aeropuerto internacional de El Alto, que sirve a La Paz, fueron reanudados hacia el mediodía local, poniendo fin a un bloqueo aéreo de una semana, mientras el tránsito por carreteras se restablecía paulatinamente La Paz tenía una nueva cara, tras la semana de aislamiento que la habían convertido en un escenario de guerra. Los vecinos levantaron las barricadas de pedregones y basura, los comercios reabrieron y el tránsito de vehículos se normalizó. Lo mismo ocurrió en otras ciudades como Cochabamba (centro); Oruro (sur) y Potosí (suroeste), enclaves mineros, y Sucre, que es oficialmente la capital del país.
«Ojalá este joven saque a Bolivia del hueco», resumió anoche una humilde mujer de El Alto, con el más pequeño de sus cinco hijos cargado a la espalda.
Diversos países del continente americano manifestaron su respaldo al nuevo gobierno de Bolivia, tras la traumática sucesión presidencial El Grupo de Rio (G-Rio), que agrupa a los países latinoamericanos con excepción de Cuba, expresó su respaldo a la «solución constitucional que el pueblo boliviano, a través de sus legítimos representantes en el Congreso, ha dado a la grave crisis por la que atraviesa Bolivia» El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, expresó el firme y decidido respaldo al nuevo gobierno constitucional de Mesa y destacó que el Congreso de Bolivia ha demostrado su compromiso con el pueblo y con el país.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, llamó por teléfono a Mesa y lo invitó a hacer una visita oficial a Brasilia . El Ministerio de Relaciones Exteriores argentino saludó el mantenimiento del orden constitucional en Bolivia . El mandatario venezolano, Hugo Chávez y el presidente de Perú Alejandro Toledo también ofrecieron a Mesa ayuda. Por su parte, el gobierno estadounidense elogió al ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada «por su compromiso con la democracia y el bienestar de su país», al recibirlo como asilado político, a la vez que se comprometió a ayudar al nuevo gobierno.(DPA
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