Consejos más allá del dilema de si el perro duerme afuera o adentro

Recomendaciones prácticas que facilitan el bienestar de la mascota sin menoscabo de sus humanos. Dejanos tu opinión.

Consejos más allá del dilema de si el perro duerme afuera o adentro

Recomendaciones prácticas que facilitan el bienestar de la mascota sin menoscabo de sus humanos. Dejanos tu opinión.

Llega el frío y automáticamente recrudece el dilema, por cierto nada novedoso, de si el perro debe permanecer adentro o afuera de la casa.

Con razones igualmente consistentes apoyadas por profesionales, la mitad de las informaciones en internet están a favor y la otra mitad en contra de sendas posturas.

De modo que parece sensato opinar que es una polémica inútil, porque cada persona o familia adoptarán la conducta que juzguen apropiada en función de sus posibilidades concretas y motivaciones profundas.

O sea que en este artículo lo único que pretendemos es facilitar algunas recomendaciones según qué alternativa sea la elegida.

El perro en la cama también suele ser motivo de peleas en una familia.

Si el perro duerme afuera:

En invierno, el o los perros deben contar con una casilla a propósito o espacio resguardado bajo techo, con una cama cómoda que los aíslen del suelo y una manta que les den calor.

En verano, un lugar de buena sombra para que el animal no sufra los excesos de sol o calor, es igualmente indispensable para el bienestar de la mascota.

En ambas estaciones, el agua limpia y fresca en un recipiente cercano es muy importante.

Un lugar protegido y bajo techo para el perro no tiene por qué ser costoso o difícil de acondicionar.

Si el pichicho queda adentro:

Aquí las opciones son muchas pero entre todo lo visto y leído parece prudente que el perro no duerma en la habitación o cama de las personas que residen en la casa.

Los pelos y microorganismos que son normales o habituales en los animales pueden enfermar a los humanos, a la corta o a la larga, en especial si se trata de bebés o niños pequeños.

Conviene entonces asignarle un lugar concreto, que no necesita mucha calefacción; puede ser el lavadero o rincón en la cocina o comedor, donde también la cama tendrá su ubicación permanente.

Hay que educar al animal para que se acueste sólo en su “cuchita” y un buen recurso para ello es dejarle siempre ahí su juguete o mantita preferidos.

Tampoco olvidar el recipiente con agua limpia y fresca.

Hay perros que toleran mal el calor dentro de las casas y prefieren estar afuera todo el año.

Solución salomónica

Bien que hay curtidos perros mestizos o de razas de pelajes gruesos especialmente adaptadas a vivir en climas muy fríos, a los que les gusta particularmente estar afuera, muchos propietarios respetan esa característica.

Entonces, durante el día dejan que la mascota ingrese al hogar para socializar un poco, y de noche lo envían a su casilla en el patio o jardín, donde además puede cumplir mejor la función de guardián si es que eso esperan del animal.

Y a la inversa, hay perros que son felices de estar correteando a la intemperie durante toda la jornada, pero a la noche entran a dormir a la casa. Esto es igualmente válido.

Sólo se trata de estar atentos al tipo de mascota, sin caer en una “humanización” exagerada del animal.


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