Riley, el perro que ayuda a salvar obras de arte en el Museo de Boston

Adiestrado para tal fin, el can detecta a través de su olfato plagas como gusanos de la madera, polillas u esporas de hongos que dañan las pinturas.

Riley, el perro que ayuda a salvar obras de arte en el Museo de Boston

Los perros pueden oler drogas y explosivos, rastrear personas desaparecidas o alertar a un paciente con diabetes cuando sus niveles de azúcar están peligrosamente bajos. Ahora, el Museo de Bellas Artes de Boston utilizará el sentido de olfato de un perro para salvar las obras de arte de las plagas de insectos.

La primera orden del día para Riley es quedarse quieto, algo que no es tan sencillo para un cachorro. “Lograr que se siente ya es un gran logro”, asegura Katie Getchell, directora adjunta del Museo de Bellas Artes de Boston. “Riley todavía está en etapa de adiestramiento, pero viene a trabajar cuando se lo necesita”, agrega.

Pese a su corta edad, el cachorro Weimaraner gris ya tiene un gran título: “perro de museo”. A través de su olfato debe ayudar a detectar polillas, gusanos de madera y otras plagas o esporas de hongos que podrían destruir las costosas obras de arte.

Según el Museo de Boston, Riley es el primer perro en todo el mundo que ayuda en un museo. “Es realmente un proyecto piloto y no sabemos si hará un buen trabajo. Pero me pareció una buena idea probarlo, explica la directora.

La idea surgió en otoño de 2017 durante charlas entre los funcionarios de varios departamentos del museo. Riley nació el 14 de octubre del año pasado y pertenece a Nicki Luongo. Cuando Luongo va a trabajar al museo, Riley la acompaña.

Los Weimaraner, una raza inteligente y con un gran sentido del olfato.

“Los Weimaraner son muy inteligentes y tienen un sentido del olfato increíble. Las tareas de Riley como perro de búsqueda, por lo tanto, son muy acordes con su raza”, indica Getchell.

El museo tiene cerca de 45.000 obras de arte en su colección, desde jarrones antiguos y joyas hasta instrumentos musicales, prendas de vestir y pinturas modernas y contemporáneas. El museo recibe a un millón de visitantes por año.

“Por supuesto que ya tenemos muchos procedimientos para identificar y eliminar plagas, que simplemente aparecen y desaparecen en obras de arte hechas de materiales orgánicos, alimentos, basura y flores”, explica Getchell. Entre otros, las nuevas obras de arte se mantienen primero en cuarentena.

“El desarrollado sentido del olfato de Riley nos ofrece una posibilidad adicional de proteger las obras de arte”, sostiene la directora. El perro debe aprender a olfatear ciertas plagas y luego sentarse frente a la obra de arte afectada. Una vez que esto sucede los especialistas analizan más a fondo esta sospecha.

Este can es el primer perro adistrado para trabajar en un museo.

Si bien según el Museo de Boston se trata del primer perro olfateador de este tipo, Riley se suma a un gran sector. En todo el mundo se utilizan perros para detectar drogas y explosivos, enfermedades como el cáncer y la diabetes, huevos de tortuga enterrados en la arena, enfermedades de los árboles o ámbar gris, entre otros.

La misión de Riley ha generado muchas expectativas de éxito, dijo el adiestador de perros Pepe Peruyero al diario “New York Times”. “Estamos adiestrando a los perros para que detecten consecuente y exactamente todos los insectos con los que hemos trabajado”, asegura.

Eso es lo que espera el Museo de Bellas Artes de Boston, que por el momento está un poco abrumado por todo lo que ha generado Riley. El Weimeraner solo hará su trabajo cuando el museo está cerrado, anunció Getchell. De lo contrario, probablemente no pueda hacer nada de tanta atención que recibe.

Fuente: DPA


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