Un “criador de razas” no es lo mismo que un “vende perros”

Existen marcadas diferencias entre ambos, como el contar con infraestructura adecuada para la crianza, capacitaciones constantes y sobre todo tener en cuenta el bienestar de los animales en todo momento.

Un “criador de razas” no es lo mismo que un “vende perros”

“Un criador responsable cuida el bienestar de los perros. Debe contar con una infraestructura adecuada y saber cuándo esterilizar tanto a perras como a perros. Hacen capacitación y estan afiliados a la Asociación de Cinofila a nivel nacional. Todo perro es peligroso en manos irresponsables”, arranca diciendo Diego Roquero, adiestrador canino profesional y experto en tenencia responsable.

Oriundo de La Plata, cuenta con 25 años de trayectoria y hace 15 que están en la zona. “Los verdaderos criadores son responsables. Cualquier cruza con cualquier perro sin saber su historia, la de sus padres o abuelos o bisabuelos… cruzar cualquier perro con cualquier perro por sacar cachorros para venderlos, eso es un mal manejo y te encontrás con perros que son muy peligrosos”, afirma.

“Un Pitbull, de un criadero responsable en el desarrollo de la raza, es totalmente seguro y confiable. Sin embargo hay unos 500 Pitbull, no porque la raza sea un peligro, sino porque a la hora de desarrollar esos perros, la gente metió mano e hizo cualquier cosa. Cruzar perros con perros para sacar cachorros es una irresponsabilidad total. Pasa con los que crían de Pitbull, con los que crían Dogo, con los ovejeristas, con cualquier raza… esa es la diferencia más clara entre “criadores” y “vende perros”, sentencia el experto.

Cada raza tiene características únicas que el criador reconoce inmediatamente.

“Te doy un ejemplo en cuanto a ésta diferencias que digo. Puede pasar que en un cruce, en una camada un cachorro tenga un problema por ejemplo de temperamento, que no es acorde a la raza y no es cualidad de ese perro, por lo tanto a ese can que nació se lo esteriliza para que no se reproduzca y se se hace lo mismo con su progenitor. Y esa cruza no se vuelve hacer. La mayoría de la gente, desde las proteccionistas hasta la gente común, desconoce esto. Por eso que los criadores son tan necesarios. A un ‘vende perros’ eso no le importa”, dice Roquero.

Un criador debe saber de las siguientes generaciones que van a heredar en salud y temperamento. “El mal manejo de la crianza hace que te encuentres con perros amistosos, pero muy agresivos. Y algunos que deberían tener un temperamento típico de la raza, son muy tontos”, comenta.

Los buenos criadores hacen hincapié en el cuidado de sus ejemplares, como el control sanitario, para asegurarles bienestar. Además son los que tienen conocimientos, capacitación y saben de la parte genética.

La infraestructura de los caniles debe ser la adecuada para la crianza.

“Cualquiera no puede acceder a uno de nuestros perros, es necesario que cumpla con ciertos requisitos que evaluamos en una entrevista personal. Nos aseguramos que nuestros cachorros o adultos, al irse, tengan una buena vida”, dice Roquero.

“De nuestro criadero, muchos son dados en adopción, o donados para trabajo de rastro, en aeropuertos y penitenciarias. Otros se transforman en perros de asistencia y zooterapia. Los buenos criadores son necesarios, sino no existiría ningún perro raza. La mayoría se realizaron en países como Inglaterra o Alemania de hace cientos de años para conseguir determinadas cualidades en perros y desechar las inapropiadas”.

“En países como el nuestro, que no está regulada la actividad, cualquiera puede hacer cualquier cosa. No se saben quién es el padre, ni sus abuelos y no saben qué conducta o problema puede tener en su ADN. Pueden ser problemas de temperamento, algunos de estructura, otras congénitos. Hay capacitaciones en los criaderos, las estructuras adecuadas para cada raza, un criador responsable y que hace bien las cosas se pasa noches acompañando a las hembras, cuidando y atendiendo sus pariciones y post parición. Cuidando a la madre y sus cachorros atendiendo. Y por supuesto, lamentablemente, hay de todo”, comenta.

El ejercicio y los juegos también son parte de una raza bien formada.

Celo y reproducción

¿A qué edad se sirve a una perra?

“Una perra nunca se puede servir hasta que no termine su desarrollo físico y eso generalmente concuerda con la edad de un año y medio. La perra debe estar en condiciones, sana y asegurarse que emocionalmente se encuentre bien. No se la obliga, se respeta su celo. Si uno decide una segunda vez, es porque tiene buena gestación y es buena madre. Obviamente hay que asegurarse nuevamente de su salud, que se encuentre emocionalmente bien, todo eso se debe tener en cuenta y ser responsable”.

¿Cuántas veces se hace reproducir a una perra?

“Las veces depende de cada perra, de cómo lleven su preñez, cómo sean sus partos, cómo sean como madres y si sus cachorros son los que se esperaba. Hay perras que tienen una sola vez en su vida y otras pueden llegar hasta 6 pariciones en toda su vida como máximo. Si todo está bien, se intenta celo por medio. En general tienen un celo cada 6 u 8 meses. Depende de cada caso. Se tienen muchas cosas en cuenta antes de servir una perra y muchas veces las cosas no salen como uno espera. Siempre se prioriza el bienestar del animal y si no va como reproductora se la esteriliza. Un promedio sería 3 o 4 preñeces. Hay muchos casos de una y ya no más por distintas causas. Muchas veces asa que una hembra, de 2 años por ejemplo, no se la hace reproducir entonces se la castra y se busca una familia responsable que la adopte”.

Una nueva camada retozando en el pasto.


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