«Mi sensación es que el derrumbe ha concluido»

El candidato a presidente por Recrear Argentina, Ricardo López Murphy, cree que en términos económicos, si no hay una híper, el derrumbe de la Argentina terminó, pero el próximo gobierno deberá hacer un esfuerzo extraordinaria.

El candidato a presidente por Recrear Argentina, Ricardo López Murphy, siente que el derrumbe de la Argentina terminó. «Este experimento ha llegado técnicamente al final», afirmó pero advierte que se vienen tiempos más duros todavía, porque el próximo gobierno deberá encarar un ahorro «extraordinario» para reencauzar al país hacia el crecimiento.

En un reportaje exclusivo con «Río Negro», López Murphy, quien fue ministro de Defensa y de Economía durante la gestión de la Alianza, recalcó que más allá de hablar de un programa económico determinado, lo trascendente para el país es volver a generar un orden general, tanto en el sector político como financiero, judicial y social.

– ¿Estamos en el piso de la crisis?

– En términos económicos si no hay una hiperinflación, mi sensación es que el derrumbe ha concluido. Un derrumbe que ha sido incomparable. Nunca ocurrió en el mundo algo parecido a esto. Este experimento ha llegado técnicamente al final. Creo que ir más abajo requiere un esfuerzo que no hay que descartar con este liderazgo que intenten algo peor. Para agravar más la crisis se necesitaría una hiper.

– ¿Y usted cree que podemos llegar a una hiperinflación?

– Si pierden las reservas seguro y van a un ritmo colosal. Se perdieron flotando, no pagando la deuda 5.000 millones de dólares en el primer semestre, aunque quedan bastantes reservas. Creo que con este nivel de reservas es muy difícil que vayamos a una hiper, siempre que no sigan perdiendo.

– ¿Es suficiente con apostar todo a un acuerdo con el FMI?

– De nuevo una nueva simplificación argentina. Los que hablaban pestes de los organismos multilaterales y en particular del Fondo, ahora parecen apreciar en el único salvavida disponible. Eso le da una idea de la profundidad y rigurosidad con la que analizaban las dificultades que enfrentábamos.

– ¿Cree que la Argentina tendría que contar con un plan en serio y después hablar con el FMI ?

– Eso sería lo lógico, por una razón muy sencilla: sólo se puede aplicar lo que uno cree profundamente. Lo que hay que armar es un programa muy cuidadoso y en base a ese programa ir a buscar la cooperación internacional. Si uno va sin programa da una sensación de desconcierto y ahí empieza ese fenomenal manoseo y ese problema tan serio que comenzó a principio de este año cuando se comenzó con la idea de que íbamos a tener una ayuda de 25.000 millones, que íbamos a tener el acuerdo en abril. Se crearon una enorme cantidad de fantasía que confundieron mucho a la opinión pública y que después terminaron en esta cosa infernal que tanto daño hace.

Un programa nada innovativo

– ¿Cuál sería un programa que contenga los elementos necesarios centrales?

– No creo que la Argentina tenga que hacer ninguna prueba, ninguna innovación. Nosotros estamos muy atrasados, hemos sufrido mucho, acá hay que probar lo que fue exitoso en otros países, nada innovativo. En otros países se tiene un orden monetario, un orden fiscal, un orden financiero, un orden regulatorio y eso se hace cautelando la confianza, el respeto a las reglas de juego, de la ley y en eso consiste el programa. Reponer un orden básico y consistente de nuestra organización institucional, social, política y económica.

– ¿Cómo se hace ese orden?

– Obviamente va a tener que haber un cambio muy grande en nuestra organización federal, en nuestra organización administrativa y financiera, en nuestro orden monetario. No se puede tener 20 monedas y que emitan monedas las provincias y los municipios. Hay que volver a la sensatez, es una cuestión de sensatez, ¿qué país usted ve que hace esto?. Ese es un tema porque Duhalde cree que es natural y yo creo que no es natural, ese no es el camino. Hay que volver a la sensatez, hay una sola moneda y esa moneda la emite el Estado federal a través de su banco y eso está contemplado en la Constitución. No lo quiero parafrasear a un ex presidente argentino, pero cuál sería su plan, la Constitución, mire que simple. Está claro que Argentina tiene que invertir fuertemente para generar empleo con lo cual, va atener que ahorrar mucho y ser muy receptiva al capital que venga a arriesgarse, que va a tener que hacer un gran esfuerzo de calificación de su población, va a tener que hacer un esfuerzo colosal, ese esfuerzo educativo va a tener que hacerse no mirando los insumos sino mirando el producto. Por ejemplo, va a tener que hacer una enorme mejora del sistema de salud.

– Se habla de la decadencia de la dirigencia política argentina, ¿no cree que eso es producto de una sociedad que perdió sus valores y su rumbo?

– Sí. Seguramente hay una crisis cultural en Argentina. Parte de esta crisis hace que personajes que serían estrambóticos en esta sociedad, adquieren resonancia en las encuestas. Otra manifestación de eso es que propuestas sumamente irresponsables son votadas y aplaudidas aún en ámbitos que implican cierta respetabilidad como la Asamblea Legislativa en dónde se festejó la cesación de pagos. Eso que ha impresionado tanto al mundo, esa cosa tan delirante, bueno, bastaba presenciar la campaña electoral del 2001 para no encontrarlo delirante. Era casi previsible 100%. Es un problema más profundo el que tenemos que revertir y excede a la dirigencia.

– Sin embargo, hay sectores de la sociedad que quieren volver hacia atrás por ejemplo con las privatizaciones, con las AFJP, con la apertura económica.

– Sí, en realidad no son conscientes ni ellos mismos a dónde van. Eso lleva a una degradación de vida fenomenal, a un fracaso colosal como sociedad. En general gente que sostiene esas ideas en todos los países, es una minoría sectaria muy pequeña pero que hayan adquirido significación en las encuestas, habla de lo grave que es la crisis cultural de nuestra población.

– ¿Cómo se conjuga esas iniciativas que surgen de la sociedad con, por ejemplo, el hecho que el mayor porcentaje de gente estaba de acuerdo con seguir con la Convertibilidad?

– Es el pensamiento mágico que caracteriza a los argentinos. La convertibilidad gustaba porque se daban cuenta que la salida implicaba despedazar salarios, nivel de vida, nuestro orden monetario financiero. Al mismo tiempo, lo increíble es que la misma gente que aspira a mantener esas cosas, cree que se puede quedar con las empresas, esto da una idea de la confusión que tenemos. La clave del éxito como sociedad es despejar esa bruma.

– ¿Cree que en las próximas elecciones la gente se va a volcar a una propuesta más racional, más realista?

– Eso va a tener su fracción de voto. ¿Cuánto? Dependerá del debate, de cómo se diluciden estos temas, de lo que ocurra en Brasil, los hechos de Brasil también nos van a condicionar, va a depender de la envergadura de la crisis que suframos y de los protagonistas. Voy a defender fuertemente las ideas de libertad, justicia, bienestar, que son las tradiciones de una democracia representativa, de una sociedad abierta que pondera la iniciativa privada en el marco del respeto a la ley. Eso va a ser defendido en la arena política, con cuanto éxito no lo sé. Yo he tenido una regla en la vida pública que es una regla dura, difícil, pero yo creo que es la única que va a funcionar en nuestro país que es la regla de decir la verdad. Yo hoy no sé cuán exitoso será esa posición.

– ¿Está dispuesto a realizar algún tipo de alianza con otra fuerza?

– Ese punto va a tener que estar en la agenda y va a plantearse con suma claridad. No estoy dispuesto a una alianza politiquera para llegar al gobierno de una manera u otra. La alianza de la política como repartija no forma parte de mi agenda, pero estoy dispuesto a cohesionar fuerzas que estén conscientes y decididas a respaldar estos criterios y valores.

– ¿Cree que las próximas elecciones se van desarrollar en un clima de tranquilidad o puede haber un estallido social?

– Vamos a estar con conmoción social permanente. Cuando se tiene este nivel de desempleo y tiene estas ideologías pugnando y canalizando las protestas, hay que pensar en que se va a tener un índice de conflictividad muy grande.

Fernando Nolé

La regionalización hoy es compleja

– ¿Cree que el país tiene que ir a una regionalización?

– Conceptualmente sí. Si usted me dice es posible hacer un diseño mejor del sistema federal que tenemos yo le digo que sí, pero no lo pongo en mi agenda porque es tan grande la agenda que tenemos, que fusionar provincias me parece increíblemente complejo. Si vamos al caso de Neuquén y Río Negro yo le voy a hacer la única pregunta que hay que hacerse ahí, dónde va a estar la capital. Uno hace esa pregunta y se acabaron los partidarios de la regionalización. Cuando no enfrenta los problemas ahí se acabó porque hay dos ciudades que empiezan a jugarse la vida.

– ¿Cree que es inviable?

-No. Es atractivo, hay experiencias internacionales, hay beneficios enormes si se hace bien, pero agrega una conflictividad extraordinaria a lo que ya es un problema complejo.

El tipo de cambio

– ¿Qué se debería hacer con el tipo de cambio?

– Si reponemos todo el orden y la organización que la economía, la sociedad y nuestras instituciones necesitan, vamos a funcionar bien con una meta monetaria, una cambiaria, una inflacionaria, las tres se usan en el mundo. Hay países que tienen metas cambiarias, nosotros la tuvimos, la Convertibilidad. La segunda es ir a una meta monetaria, durante muchos años los europeos siguieron metas monetarias como Nueva Zelanda, Canadá, Méjico, Inglaterra. Yo soy escéptico sobre los requerimientos que me impone una convertibilidad, lo era en el 91″ lo soy más después de la experiencia. No es que es imposible, yo creo que se puede mantener un sistema de tipo convertibilidad pero para eso ser requiere una disciplina fiscal, regulatoria y una apertura económica extraordinaria y la verdad es que la misma gente que quiere la convertibilidad no quiere al mismo tiempo, la disciplina financiera, fiscal, regulatoria y la apertura económica que ello requiere. Si se está dispuesto a hacer estas cosas, adelante, pero no a medias, sino de verdad, reconozco que hacer una convertibilidad no a la argentina sino como se debe hacer, tendría ventajas inmediatas porque reconstruye la confianza a toda velocidad, que fue lo que sucedió en 1991, pero esta vez con saneamiento. (ABA)


El candidato a presidente por Recrear Argentina, Ricardo López Murphy, siente que el derrumbe de la Argentina terminó. "Este experimento ha llegado técnicamente al final", afirmó pero advierte que se vienen tiempos más duros todavía, porque el próximo gobierno deberá encarar un ahorro "extraordinario" para reencauzar al país hacia el crecimiento.

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