Miembro de un grupo selecto
Casi dos años después de haberse incorporado a la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti fue elegido ayer por unanimidad por sus pares como nuevo presidente del máximo la Corte Suprema de Justicia, cargo que asumirá en reemplazo de Enrique Petracchi el 1 de enero próximo.
Casado y con tres hijos, el próximo titular del máximo tribunal, que fue junto a Carmen Argibay de los últimos en incorporarse al cuerpo, forma parte el selecto grupo de ministros de la Corte que llegaron a la cúspide sin tener experiencia previa en el escalafón del Poder Judicial. Sólo Genaro Carrió, Guillermo Borda y Carlos Fayt, entre unos pocos cortesanos más, también carecían de ese antecedente.
Lorenzetti es uno de los jueces que más enérgicamente le pidió al presidente Néstor Kirchner que resuelva el tema de las vacantes en la Corte. En sintonía con sus pares Petracchi, Carmen Argibay y Raúl Zaffaroni reclama que el jefe del Estado o bien defina las candidaturas para los dos lugares que falta cubrir o bien reduzca de nueve a siete la cantidad de miembros del cuerpo.
Hijo de un viajante de comercio y de una maestra y con ascendencia italiana, Lorenzetti es dueño de un currículum que supera las 60 carillas, entre premios, distinciones, conferencias en el país y en el exterior, cargos académicos y publicaciones.
Graduado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral en julio de 1978, se doctoró quince años después en esa misma casa de estudios.
Es profesor y director de áreas de grado o posgrado en las universidades de Buenos Aires, Austral, Católica de Rosario y de Santiago del Estero, Belgrano, Palermo, Nacional de Mendoza, Tucumán y del Litoral, y de Salamanca de España.
Miembro de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba, también representa al Senado de la Nación en el Jury de Enjuiciamiento del Ministerio Público nacional. Pero procura evitar los encasillamientos primarios.
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