Migraciones impunes y castigadas
Por Carlos Fuentes
Sevilla, 1503. Se funda la Casa de Contratación para monopolizar el comercio con las Indias. La conquista y explotación de América envía a España, entre 1503 y 1660, seiscientos millones de ducados producto del trabajo indígena y esclavista negro. Las minas de América proporcionan a España dieciséis millones de kilogramos de plata y oro por el peso de ciento ochenta millones de kilogramos. La contribución de España constituye la quinta parte del tesoro europeo a principios del siglo XVI. En 1629, de acuerdo con el economista español contemporáneo Alonso de Carranza, el 75% del tesoro americano ha huido de España y se concentra en el norte protestante de Europa. Origen: el trabajo de indios, negros y mestizos en América. Tránsito: inflación de las rentas en España, tesoro malgastado. Destino: acumulación de capital en el resto de Europa, tesoro productivo. Resultado: explotación del trabajo americano, decadencia del poder español, ascenso del capitalismo europeo. Todo sin visas ni permisos de trabajo.
Massachussets, 1620. Puritanos ingleses, sin visas ni permisos de trabajo, fundan la colonia inglesa de Nueva Inglaterra. Desde allí, la América anglosajona se expandirá del Atlántico al Pacífico, arrebatando tierras a los indios, importando esclavos africanos y anexando la mitad del territorio mexicano.
Pensylvania, 1753. El humanista y científico Benjamín Franklin, futuro prócer de la Independencia de los Estados Unidos, se queja amargamente de la inmigración alemana a Pennsylvania. Provocarán, dice Franklin, «graves desórdenes entre nosotros». Los inmigrantes alemanes nunca aprenderán el inglés, añade, y serán necesarios los intérpretes de tiempo completo. Los inmigrantes «nos sobrepasarán en número… no podremos preservar nuestra lengua y aun nuestro gobierno se verá amenazado». Franklin se queja también de que los inmigrantes huelen mal y comen basura.
Calcuta, 1757. Clive, el conquistador británico, carente de visa o permiso de trabajo, captura Calcuta e inicia la expansión inglesa en la India, destruyendo el sistema de aldeas autónomas en favor de los potentados locales, dotándolos de armas inglesas y tropas hindúes, fomentando la discordia entre elites, cobrándoles a todos el apoyo militar, y organizando una fuerza laboral barata para producir textiles competitivamente.
Argelia, 1830. Francia captura el Fuerte de Sidi Ferruj, abriendo la era de la colonización europea de la casi totalidad de Africa, culminando con la ofensiva del rey Leopoldo de Bélgica contra el Congo en 1908, los cañones escupiendo fuego desde el mar sobre todo un continente -el «corazón de las tinieblas» de Conrad-. Sólo quedan tres estados independientes en Africa: Libia, Marruecos y Liberia. El trabajo y los recursos de Africa son expoliados sin misericordia. Ningún colonizador entró con visa o permiso de trabajo a Africa.
Nueva York, 1910. Diecisiete millones de europeos han emigrado a los EE. UU. entre 1880 y 1910. Arriban un millón de irlandeses, huyendo de la hambruna de la patata en 1840. Suecia, uno de los países más pobres de Europa, inicia su prosperidad gracias a la emigración de casi un millón de suecos a Norteamérica entre 1840 y 1900. Seiscientos mil italianos al año emigran al continente americano entre 1900 y 1914. Provienen, sobre todo, de las regiones pobres del sur de la península.
Europa, 1963. Setecientos mil trabajadores españoles han cruzado los Pirineos sólo desde 1959, equivalente a la mitad de la emigración republicana en 1939. El 90% son del sexo masculino y de origen agrario. Habitan chabolas de las periferias metropolitanas de Francia, Inglaterra, Alemania. Su trabajo migratorio eleva el nivel de vida del campo español y prepara la modernización de la economía pos-franquista.
California, 1994. El gobernador Pete Wilson decide culpar al trabajo migratorio mexicano de todos los males de California, debidos en realidad al fin de la Guerra Fría, el cierre de industrias de armamentos y la falta de preparación laboral para la nueva era-tecnoinformativa. Wilson persigue a los mexicanos armado de la Proposición 187 que le niega al trabajador indocumentado servicios médicos, educación y trabajo. La ley Wilson es un bumerán. El trabajador mexicano paga 29.000 millones más en impuestos de lo que recibe en servicios. California produce la tercera parte de la riqueza agrícola de los EE. UU., las tres cuartas partes de esa riqueza es cosechada por migrantes mexicanos. El siguiente gobernador, Gray Davis, reconoce que sin el trabajo mexicano habría escasez en los EE. UU., inflación y precios altos. El gobierno mexicano promueve un acuerdo con el norteamericano para que la emigración sea considerada oportunidad y no problema y el trabajador migratorio obtenga calidad de trabajador temporal con la posibilidad de residencia permanente y aun de ciudadanía. La tragedia del 11 de setiembre desplaza el tema de la agenda de Washington. Pero -problema y oportunidad- el caso México-EE. UU. es ejemplar: las economías desarrolladas necesitan al trabajador migrante y esto seguiría siendo cierto aunque México le ofreciese pleno empleo a su gente.
Sevilla, 2002. Los jefes de gobierno de España y el Reino Unido, el conservador José María Aznar y el laborista Tony Blair, encuentran terreno común: castigar económicamente a los países del Tercer Mundo que permitan la salida de trabajo migratorio a Europa. Se da una bizantina razón: de esta manera, se le quitan banderas a la extrema derecha antimigratoria. Que es como abrir campos de concentración y hornos crematorios para evitar que lo haga Adolfo Hitler. Echándole sabor al caldo, Silvio Berlusconi propone que se le exijan huellas digitales a todos los trabajadores inmigrantes en Italia. Es el atávico síndrome Al Capone: el extranjero es criminal mientras no pruebe lo contrario. Xenofobia y discriminación migratoria van juntas.
París, 2002. Un trabajador migratorio argelino se pasea por las calles con una pancarta que dice: estamos aquí porque ustedes estuvieron allá.
Tenochtitlán, 1519. El emperador Moctezuma está convencido de que los hombres rubios y barbados que han desembarcado de casas flotantes son el dios Quetzalcóatl la Serpiente Emplumada. El príncipe Cuauhtémoc lo niega. Son conquistadores, vienen a matarnos, explotarnos e imponernos a su Dios. Además, no tienen visas ni permisos de trabajo. Hernán Cortés y sus quinientos soldados son sacrificados en la pirámide de Cempoala. Hoy, México es una teocracia autoritaria que habla náhuatl y adora a mil dioses. Encerrado en sí mismo como la Albania comunista, de México no entra ni sale nadie.
Sevilla, 1503. Se funda la Casa de Contratación para monopolizar el comercio con las Indias. La conquista y explotación de América envía a España, entre 1503 y 1660, seiscientos millones de ducados producto del trabajo indígena y esclavista negro. Las minas de América proporcionan a España dieciséis millones de kilogramos de plata y oro por el peso de ciento ochenta millones de kilogramos. La contribución de España constituye la quinta parte del tesoro europeo a principios del siglo XVI. En 1629, de acuerdo con el economista español contemporáneo Alonso de Carranza, el 75% del tesoro americano ha huido de España y se concentra en el norte protestante de Europa. Origen: el trabajo de indios, negros y mestizos en América. Tránsito: inflación de las rentas en España, tesoro malgastado. Destino: acumulación de capital en el resto de Europa, tesoro productivo. Resultado: explotación del trabajo americano, decadencia del poder español, ascenso del capitalismo europeo. Todo sin visas ni permisos de trabajo.
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