Miles de manifestantes ocupan la principal plaza de Bahrein

Regresaron al sitio que ha sido epicentro de una movilización antigubernamental en la capital después de que las autoridades ordenaran el retiro de los tanques y de los policías antimotines.

Manama

Miles de personas retornaron hoy a la céntrica Plaza Lulu en Manama, la capital de Bahréin, a pesar de los llamados a la calma del príncipe heredero Sheij Salman bin Hamad Al Jalifa.

Los manifestantes marcharon a la plaza, que se ha transformado en el punto central de las protestas, luego de que los militares comenzaron a retirarse. Los manifestantes comenzaron a festejar cuando la policía antidisturbios también dejó la plaza, informó la cadena Al Yazira.

El príncipe heredero de Bahréin, Sheij Salman bin Hamad Al Jalifa, ordenó hoy más temprano al Ejército que se retire de las calles del país.

Sheij Salman, que es también el vicecomandante supremo de las Fuerzas Armadas, ordenó “la retirada de todos los militares de las calles de Bahréin, con efecto inmediato”. “La policía continuará vigilando la ley y el orden”, añadió.

El rey Hamad bin Isa Al Jalifa le ordenó liderar un diálogo nacional con todos los partidos, pero el principal grupo de la oposición, Al Wifak, se había negado a negociar hasta que los tanques no estuvieran fuera de las calles y los militares dejaran de disparar contra los manifestantes que protestaban de forma pacífica.

Cientos de personas se congregaron esta mañana frente al hospital de Salamynia, donde fueron llevados los heridos en los últimos días, mientras se prevén nuevas protestas en el país. La plaza Lulu en el centro de Manama había sido ocupada por los militares para evitar las concentraciones.

El Ministro de Sanidad, Faisal Jakub al Hamar, habló de seis heridos en la noche del viernes, pero los médicos del hospital de Salmaniya informaron de al menos 66 tras la intervención de la policía contra los manifestantes cerca de la plaza Lulu.

Videos colgados en Internet mostaron a gente herida en las piernas y otros cubriéndose la cabeza llena de sangre. El viernes fueron enterradas también cuatro víctimas mortales.

Los manifestantes exigían en un principio reformas democráticas, pero ahora piden un cambio de régimen.

Más del 80 por ciento de la población del país del Golfo, de significado estratégico para Estados Unidos, es musulmana, en su mayoría chiita. Sin embargo, la familia gobernante es sunita.

Manama acoge la quinta flota estadounidense desplegada en el golfo Pérsico y en el Océano Índico.

Justamente el presidente Barack Obama habló hoy por teléfono con el rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Khalifa, a quien le transmitió su crítica al uso de la violencia contra los manifestantes y lo instó a implementar “reformas significativas”, informó la Casa Blanca.

Obama “reiteró su condena a la violencia usada contra manifestantes pacíficos e instó al gobierno de Bahréin a mostrar moderación”, dice un comunicado del portavoz de la Casa Blanca Jay Carney.

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, hizo en tanto un llamamiento a la calma y manifestó su “profunda preocupación” por los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Bahréin.

La UE se ha visto sorprendida por la ola de manifestaciones prodemocráticas en todo el mundo árabe y Cercano Oriente, señaló en un comunicado difundido hoy. Los ministros de Exteriores del bloque se reunirán el lunes para debatir una respuesta común a los sucesos.

Tras el encuentro se prevé que Ashton viaje a Egipto para reunirse con los miembros del gobierno interino.

Agencia DPA


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