Miles de miradas sobre Carpani

Se inauguró en el "Gregorio Alvarez" una muestra del artista

NEUQUEN (AN).- Ante la presencia de unas 2.000 personas que fueron desfilando a lo largo de la noche, quedó inaugurada el viernes en el museo Gregorio Alvarez la muestra retrospectiva del artista plástico Ricardo Carpani.

La cita se transformó en una verdadera fiesta del arte. De esas que artistas y público sueñan con que se repitan.

Se pudo ver estudiantes de Bellas Artes, parejitas bailando tango, plásticos locales, curiosos, funcionarios y mucho público ávido de conocer la obra del artista, que en su mayoría se quedó disfrutando de los cuadros hasta altas horas de la noche.

En el lugar estuvieron Doris de Carpani, la viuda del eximio pintor, el intendente Horacio Quiroga, el subsecretario de Cultura del municipio, Oscar Smoljan, Hernán Equiza, coordinador del INDA, el coordinador de asesores del municipio, César Gass, la titular de Acción Social de la comuna, Alicia Eloes, el titular del área de Cultura de la Fundación del Banco Provincia de Neuquén, Naldo Labrín y el rector de la UNC, Jorge Rabassa, entre otros.

En una charla que concedió a este diario, la viuda de Carpani se mostró sorprendida por la repercusión que tuvo en el público la muestra.

Sin disimular su entusiasmo, Doris Halpin de Carpani recordó que el cariño de la gente hacia la obra de Carpani «es algo que se palpa desde esta mañana».

«En cuanto llegué, estaba la misma gente que estaba montando la obra y eso hablaba de su entusiasmo y de lo impresionados que estaban con Carpani», elogió la mujer de enormes ojos celestes.

Visiblemente conmovida, recordó que «en su primera etapa Carpani estuvo dedicado a temas del trabajo y de los desocupados fundamentalmente, pero también en aquel momento hubo una serie de los amantes y otros temas pero no del tango, que surgieron como una necesidad del exilio».

Se mostró convencida de que en la obra de Carpani, «cuestiones como el tango, fueron como una suerte de sublimación de una realidad distinta de un artista que dependía fuertemente del entorno para expresarse y empezar a bucear en su memoria y (en temas como) el tango y el porteño».

Entonces «surgen -recordó- estos personajes como el porteño que él lo ubica en la jungla y la serie de tango, con estos mismos personajes que él elabora en el exilio cuando regresa al país y encuentra el estado en que había quedado después de la dictadura».

«Para ello recurrió al sarcasmo, al humor y desde luego, no es que abandonó el tema social, sino que ocurrió que la realidad había cambiado: cuando él dejó un país, pensó que regresaba a ese país, pero cuando volvió se encontró con una situación completamente diferente», evaluó.

En un esfuerzo intelectual, haciendo memoria sobre las condiciones imperantes en la Argentina, consideró que «ya no había una clase trabajadora con peso específico, en abril de 1984, el contexto era totalmente distinto al que había dejado, no era el país que había esperado para nada ni el que había dejado tampoco».

Para la viuda de Carpani, las cuestiones que obsesionaron al artista, «son temas que siguen vigentes, porque si bien él decía que ya no podía hacer ese tipo de imagen, sabía que los problemas subsistían».

La vigencia de un creador

NEUQUEN (AN).- Para la viuda de Carpani, las causas sociales que se plasman en la obra de Carpani, aún siguen vigentes «porque si bien él decía que ya no podía hacer ese tipo de imagen, sabía que los problemas subsistían porque no sólo no habían sido resueltos sino que se habían agravado».

«El pensaba que el hombre podía estar sumido en este momento por verse tan menoscabado, pero que de todas maneras seguramente volvería a retomar su lucha para cambiar su destino, para humanizarse», ponderó la viuda. Apelando a la nostalgia y sin dejar de emocionarse por el vivo recuerdo de su marido, lamentó que «no hay en la sociedad argentina una discusión como la que hubo en la década del `60, unos planteamientos, en donde las ideas se defendían».

En tono admonitorio, Carpani trajo a colación que «no hay un debate en el seno de la sociedad y eso se traduce en el arte, que no conmueve». Cuestionó el arte actual porque «es el arte que tiene que divertir, el arte no crítico, no comprometido, donde la palabra compromiso tiene otro significado, no como en aquella época».

«Es muy probable que existan artistas, pero no se dieron las condiciones para que puedan aflorar y la resistencia a esta sociedad tan inhumana no puede darse en los mismos términos, porque las épocas cambian y el poder ya no reside en lo político, sino en lo económico», analizó.


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