Millacó se sumó a la lista de firmas en convocatoria

ALLEN (AA).- Numerosas firmas frutícolas de esta ciudad, comenzaron a ver de cerca la crisis que atraviesa el sector vinculado a la fruticultura. En los últimos días la Cooperativa Fruti-Vinícola de Allen, más conocida por las tradicionales bodegas Millacó, entró en convocatoria de acreedores.

«El principal problema que tenemos es la juguera, ya que estos últimos años hubo una gran escasez de fruta», comentó el secretario de la firma, Javier Tarifa. «Además habría que destacar el poco apoyo que reciben las empresas en este momento», agregó además.

Una nueva caída en el proceso económico y la baja en la comercialización, específicamente del sector que ocupa la fábrica juguera de esta cooperativa, se registran en el crítico listado que derivó en esta presentación. A todo esto se agregan las deudas que mantienen con empleados y diversas problemáticas con la AFIP, según se supo.

«La actividad de la juguera, declinó a la par de la fruticultura, desde hace unos cinco o seis años. Apenas se ha sostenido con cosechas completas, y este año con casi un cincuenta por ciento menos de producción, no podría haber pasado otra cosa», se indicó además desde la firma local.

El establecimiento perteneciente a la juguera, se encuentra ubicado en Parque Industrial, y sus productos son destinados principalmente a la exportación.

Las bodegas Millacó, cuyos inicios en esta actividad datan de comienzos de la década del «30, supieron imponer los productos de su marca Millacó y representar así para muchos, un signo del progreso económico de esta localidad.

«La situación de la bodega es mucho más holgada, no es que sea el sumun del negocio, pero está mucho más tranquila, prácticamente no está endeudada», explicó Tarifa, quien además hizo hincapié en que ésta es la única fuente laboral genuina de esta ciudad. La Cooperativa Frutivitivinícola Allen Limitada está compuesta además por unos 200 socios, quienes ven de cerca y con gran preocupación el camino que ésta transita.

Alrededor de 70 empleados trabajan en la firma, a muchos de los cuales aún se les adeuda parte de sus salarios del mes de febrero, según se informó.

El reclamo de un mayor apoyo a las industrias, se escucha desde diversos sectores. «El tema está instalado, pero no se ve reacción de la gente del Valle. Afortunadamente nosotros tenemos el apoyo de la gente que nos compra la producción, así que tenemos la esperanza de mejorar», destacó finalmente Javier Tarifa.

De la misma manera, diversas empresas, algunas vinculadas en forma indirecta con el sector frutícola, también se ven arrastradas por la misma situación. Tal es el caso de la firma «Pistagnesi SRL» de Luis Pistagnesi, que desde hace varios años se dedica en esta ciudad a la venta de materiales de empaque.

Una de las más recientes empresas que se sumó a la lista de las que entraron en convocatoria de acreedores, es la juguera Urundel del Valle, que a fines de marzo se situó en la quinta industria en esta actividad de la zona, que viró hacia el mismo camino.

El escaso volumen de fruta entregado a la industria y compromisos bancarios que exceden la posibilidad de la empresa fueron los detonantes para que sus autoridades realizaran la presentación.

La firma frutícola Lustor SA, con asentamiento en esta ciudad, también sufrió una fuerte crisis financiera que no le permitió escapar indemne, de esta problemática a la cual se enfrentan numerosas industrias de la región.

A todo esto hay que sumar una larga lista de grandes firmas regionales que entraron en este proceso, por ejemplo Gasparri o Zettone y Sabbag, quienes discuten si las empresas acreedoras homologarán sus propuestas de pago.