Milosevic admitió la victoria opositora y asume Kostunica

Comienza la transición en Yugoslavia.

Belgrado (EFE).- La crisis en Yugoslavia pareció quedar zanjada anoche al asumir Slobodan Milosevic su derrota en las elecciones presidenciales yugoslavas frente a l dirigente de la oposición Vojislav Kostunica, quien ahora prevé una transición pacífica en el país balcánico.

Milosevic apareció por televisión para felicitar a Kostunica y «desearles mucho éxito a los ciudadanos yugoslavos durante el mandato del nuevo presidente», a la vez que anunció su intención de tomar un descanso para «pasar más tiempo con mi familia, sobre todo con mi nieto, Marko».

El anuncio desató el júbilo en las calles de Belgrado, todavía repletas de gente que celebraba el cambio de régimen.

La constitución del nuevo parlamento yugoslavo y la investidura de Kostunica están previstas para hoy.

Aunque Milosevic anunció su retirada temporal, insistió en que volvería a trabajar para que su partido socialista recupere su posición y «contribuir a la prosperidad futura» del país.

Kostunica, ya presidente a todos los efectos y reconocido como tal por la comunidad internacional, había asegurado poco antes a la población que «puede estar tranquila» tras reunirse con Milosevic, y con el jefe del Estado Mayor del Ejército, Nebojsa Pavkovic.

En una entrevista ala televisión estatal serbia, Kostunica, cansado pero relajado, dijo que el Ejército asumió muy bien la transferencia de la jefatura del Estado. «He conversado ya con el Ejército y seguiré conversando y estoy convencido de que el Ejército ha aceptado el cambio en el poder como un hecho absolutamente normal», afirmó Kostunica, cuya victoria en las elecciones presidenciales fue confirmada unas horas antes por el Tribunal Constitucional.

El nuevo presidente yugoslavo se mostró satisfecho de que Rusia, cuyo ministro de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, se reunió a primeras horas de la tarde con Milosevic, se sumase al reconocimiento occidental de su victoria electoral.

«Esta ha sido la última crisis en que era necesario que representantes de la comunidad y de países amigos, como Rusia, intenten solucionar los problemas internos» de Yugoslavia, dijo.

«Me parece que, gracias a Dios, (la situación) vuelve paulatinamente a sus cauces constitucionales normales (…) Creo que la crisis ha quedado atrás», indicó Kostunica, en alusión a los disturbios protagonizados ayer en Belgrado por sus simpatizantes, que incendiaron partes del parlamento federal y la televisión estatal serbia.

El Tribunal Constitucional, cuyo dictamen anulando las elecciones enfureció el jueves a la masa opositora concentrada en Belgrado, confirmó ayer la victoria de Kostunica con coalición, la Oposición Democrática de Serbia (DOS).

Dragoljub Micunovic, uno de los líderes de la DOS, confirmó que inició contactos con los montenegrinos hasta ahora aliados de Milosevic, del Partido Socialista Popular (SNP), sobre la formación de un gobierno.

Los escaños del SNP son fundamentales para dejar en minoría a la coalición izquierdista de Milosevic y su esposa, Mira Markovic.

Francia, presidente de turno de la Unión Europea (UE), anunció que las sanciones europeas contra Yugoslavia se levantarán el lunes y se estudiará la concesión de más de 2.000 millones de dólares en ayuda a este país. Los Estados Unidos, sin embargo, presionan para que la supresión de las sanciones se vincule a la entrega de Milosevic al Tribunal Internacional Penal para la ex Yugoslavia, en La Haya.

Kostunica, un nacionalista serbio que fue muy crítico con Occidente, insistió ayer en que no enviaría a Milosevic al Tribunal , que considera una instancia «política, y no judicial».

El presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, dijo ayer que se había «quitado la nube que pesaba sobre Yugoslavia», pero en cuanto a las sanciones se limitó a hablar de su desaparición «según vaya avanzando la democratización».

Mientras tanto, Kostunica aceptó en principio la invitación que recibió del presidente francés, Jacques Chirac, para acudir a la cumbre de la Unión Europea los próximos días 13 y 14 de octubre en París.

Tardío apoyo ruso

El presidente ruso, Vladimir Putin, rebasado por sucesos que no supo o no quiso prever, reconoció a Vojislav Kostunica como nuevo líder yugoslavo, pese a las iras del Parlamento y en medio de acusaciones de «llegar tarde» y «perder los Balcanes».

El jefe de la diplomacia rusa, Igor Ivanov, enviado con urgencia a Belgrado para «mediar» entre Kostunica y Slobodan Milosevic, finalmente terminó convenciendo al ex «hombre fuerte» de ceder el poder.El antiguo jefe de la diplomacia soviética Alexandr Bessmertnij, criticó la actitud «agarrotada» del Kremlin, que «apoyó instintivamente» a Milosevic, su antiguo aliado ideológico, y que «no supo prever» la evolución democrática en Yugoslavia y el triunfo de Kostunica.

En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que puede desempeñar un «papel importante» en la recuperación económica de Yugoslavia, pero antes ese país debe volver a formar parte de las instituciones multilaterales.

Yugoslavia fue excluida en 1992 del FMI y en 1993 del Banco Mundial (BM) porque se negó a pagar las deudas contraídas con anterioridad a la secesión del país. Ahora se considerará su reingreso en las instituciones financieras.

Se apaga la estrella del «amo de Serbia»

Pese a haber perdido el dominio total que ejerció por 13 años, Slobodan Milosevic aún quiere tener un papel político en Yugoslavia, mientras intenta eludir a la Justicia internacional

Milosevic llegó al poder en 1989 y desde ese momento se concentró en dos cosas: perseguir y encarcelar opositores y realizar una «limpieza étnica» en Bosnia y Kosovo, cuyas víctimas fueron los musulmanes de origen bosnio, croata y kosovar. «Su ideología es el poder», aseguran.

El discurso nacionalista lo convirtió en el político preferido del pueblo serbio que lo apoyó pese a las guerras, las sanciones y la miseria, pero que llegó al hartazgo y le dio la espalda . Ayer, coreaba: «¡Sloba, salva a Serbia y mátate!»

Hijo de montenegrinos, Milosevic nació en Pozarevac, a unos 80 kilómetros de Belgrado, donde conoció a su inseparable esposa .

Milosevic fue uno de los mejores estudiantes de Derecho y, desde pequeño, hacía ejercicios de oratoria en las vacaciones.

Hizo carrera en el PC yugoslavo. En 1984, 4 años después de muerto Tito, llega a jefe comunista de Belgrado. Desde allí da el gran salto: presidente de Serbia. Su día D fue el 24 de abril de 1987, cuando en un mitin nacionalista en Kosovo, la policía kosovar cargó a palos contra los serbios. «!Nadie se atreverá a pegarles, nadie!» gritó Milosevic Entonces, un millón de serbios lo aclamaban donde fuera.

En 1989, abolió la autonomía de Kosovo, lo que dio paso a la rebelión de la mayoría albanesa.Esta fue la mecha que encendió las guerras de secesión en los «90 en las repúblicas de Eslovenia, Croacia Macedonia y Bosnia, donde Milosevic apoyó a los centralistas serbios en las sangrientas guerras civiles. Esto supuso un costo humano de más de 250.000 muertos, 800.000 refugiados y para la Yugoslavia residual (Serbia y Montenegro) el bloqueo internacional . Pese a todo, en 1997 saltó a la Presidencia yugoslava.

La estrella de Milosevic empezó en Kosovo y cayó con Kosovo. Tras enfrentarse con la OTAN en 1999, perdió esta provincia, hoy un protectorado internacional. Occidente pretende juzgarlo en La Haya por crímenes de guerra. (EFE)

«El último gran obstáculo para la Europa unida»

Washington (Télam-SNI).- El presidente estadounidense, Bill Clinton, señaló ayer que con la caída de Slobodan Milosevic en Yugoslavia «se eliminó el último gran obstáculo para lograr una Europa unida».

«La democracia recuperó el terreno que él (Milosevic) se había apropiado. Por primera vez en la historia desapareció el gran obstáculo que quedaba para el largo y pendiente sueño de una Europa unida y en paz», dijo Clinton, en una declaración difundida en la Casa Blanca.

Clinton señaló que «se acabó con una nube negra» y se comprometió a trabajar con los países europeos para conseguir que Yugoslavia «salga del aislamiento», en referencia a un futuro levantamiento de las sanciones que pesan sobre ese país.

Según Clinton, la confirmación de la victoria del líder opositor Vojislav Kostunica es un triunfo para Yugoslavia, la región de los Balcanes y la comunidad internacional que presionó para lograr un régimen democrático en ese país.

El mandatario norteamericano insistió en que «si la comunidad internacional no hubiera intervenido en Kosovo, no se hubiera producido la situación que se vive hoy en Yugoslavia».

«Hay que pensar en cómo estábamos hace un año», dijo Clinton, que aseguró que «con Milosevic en el poder se vivía una situación de violencia en Yugoslavia». Clinton alabó la «integridad y el liderazgo» del líder opositor Kostunica, a quien calificó como «el presidente yugoslavo elegido democráticamente».

Sobre las sanciones que pesan sobre Yugoslavia, Clinton insistió en que, «en colaboración con los países europeos, serán levantadas.


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