Modificaron el Código de Edificación de Bariloche
Con la norma se reactivarán 700 expedientes atrasados
Después de mucho esperar, los ediles aprobaron la normativa para habilitar nuevas construcciones.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La aprobación unánime por ordenanza de las modificaciones al Código de Edificación dio parcial respuesta a las inquietudes de los profesionales de la construcción que la semana se quejaron públicamente por las demoras en el tratamiento de unos 700 expedientes de obras. La actualización del código, en la que participaron los colegios profesionales del sector, introdujo cambios esperados por arquitectos e ingenieros porque permitirán una mayor celeridad en las tramitaciones de las previas y autorizaciones de obras. La semana pasada el titular del Colegio de Arquitectos, Ricardo Lerchundi, señaló a “Río Negro” la existencia de unos 700 expedientes “demorados” por la burocracia municipal y se quejó por la pérdida de inversiones que esto provoca. “La demora en aprobar un expediente sigue siendo crónica” aseguró. La sanción de la ordenanza 2106 fue bien recibida por la secretaria de Planeamiento y una de las autoras del proyecto Fabiela Orlandi, quien sostuvo que con esto “se reorganiza y se transparenta la legislación para que la actividad de la construcción pueda cumplir mejor con su papel de herramienta del desarrollo urbano”. La funciona destacó el acuerdo alcanzado con los profesionales de la construcción en torno a la obligación de construir garajes en edificios y accesos vehiculares a los predios, que contribuirán a “ordenar y mejorar la situación del tránsito vehicular en el área del centro de la ciudad” dijo. Otro cambio que tendrá una fuerte incidencia para los habitantes de la ciudad es el dedicado a la construcción de las veredas y aceras que privilegia “la comodidad, la seguridad y accesibilidad de los peatones”, incluyendo la obligatoriedad de las rampas para discapacitados”. La ordenanza introdujo un concepto novedoso en materia de estética edilicia al definir que “todas las fachadas, techados y pavimentos exteriores de un edificio pertenecen al bien estético de la ciudad” y que “por ninguna razón” se antepondrán los intereses particulares a la imagen de la ciudad. A tal fin la norma condiciona el otorgamiento de finales de obra a terminación completa de los edificios.
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