Mónaco vivió su día inolvidable

Participa del torneo por una invitación, derrotó a Nicolás Lapenti y ganó en dobles con Coria.

BUENOS AIRES (Por Juan Ignacio Pereyra, ABA).- La soleada tarde de ayer presentaba a Carlos Moyá, 'Guga' Kuerten y Agustín Calleri como las grandes atracciones. Pero el martes, Buenos Aires ofreció su primera gran sorpresa. Juan Mónaco (Tandil, 1984) saboreó un día que ni siquiera había soñado. Invitado al torneo, derrotó por 7-6 y 6-1 al ecuatoriano Nicolás Lapentti, ex top ten y hoy 57º del mundo. Luego, en pareja con su amigo Guillermo Coria, venció a los españoles Alex Lopez Moron y Albert Portas por 6-4 y 6-4. «Fue un día increíble. Todo salió excelente. La verdad es que mejor sería imposible. Espero poder dormir bien», suelta entre risas Mónaco en una charla con «Río Negro», todavía con el sudor en la frente tras su última victoria.

– No se te notó muy nervioso en el debut.

– Quizás lo disimulé demasiado bien. De entrada me hizo un quiebre pero traté de soltarme de a poco sin que se diera cuenta que estaba nervioso. Cuando le gané el primer set me quedé más tranquilo. El segundo fue muy bueno.

– Ahí notaste que Lapenti se fue del partido.

– Sí, cuando me puse 3-1 me di cuenta que bajó la guardia. Entonces intenté apretar buscando no errar nada.

– Ahora se viene un partido difícil con (Juan Ignacio) Chela.

– Sí, va a ser palo y palo. Es un jugador con cinco años en el circuito y tiene las de ganar porque tiene mucha más experiencia. Sabe como disimular las presiones y aguantarse todo. Además jugó muchas veces acá. Pero voy a dejar todo para llevarme el partido, tratando de soltarme para desplegar todo lo que puedo hacer.

Mónaco está 220º en ranking ATP y, ayer, sumó sus primeros puntos para la Carrera de Campeones. Se inició en el Club Independiente de Tandil. A los 15 años viajó a Miami, donde entrenó un año con José Luis Clerc en la Academia de Colon Nuñez. «Se me hizo muy difícil pasar las fiestas allá. Pero me sirvió. Irme de cas tan chico me dio una fortaleza increíble. Viví cosas que quizás un chico de mi edad nunca pasó», cuenta el jugador. Luego pasó dos años en la Academia de Emilio Sánchez, en España, y regresó a la Argentina para entrenar con Luis Lobo en agosto del año pasado.

– En cuanto al trato, ¿sentís la diferencia con los top?

– Todavía tengo que lucharla. A todos les pasó lo mismo. Estoy mentalizado que debo dejar todo para llegar a ser alguien. Mientras voy a mantener la misma humildad. Es normal que ellos vayan a hoteles cinco estrellas porque son beneficios que da estar arriba. Igualmente el resto la pasa bien. Tampoco es que estamos tirados en un dos estrellas.

– ¿Cómo tomás las derrotas?

– Hay veces que después de entrenar toda la semana, jugás un partido espectacular y perdés. Te agarra una depresión que no podés ni dormir. Como me pasó con (Franco) Squillari en Viña del Mar (N. de la R.: perdió 7-6 en el tercero). Tuve chances de ganarlo, por eso me dio una calentura enorme. Por dos días no le hablé a nadie. Pero son cosas del deporte, no siempre se gana como hoy. Sino sería Gardel.

– ¿Con qué cosas sufrís más?

– Me cuesta muchísimo irme de Argentina. En las giras de dos o tres meses se extraña mucho a la familia y a los amigos. Paso mucho tiempo en Buenos Aires entrenando, pero todos los fines de semana me voy a Tandil. El día libre de la semana es el domingo y voy siempre a la cancha a ver a Estudiantes, de local, visitante o lo que sea.

– ¿Estudiás algo?

– No, ¡qué voy a estudiar! No tengo tiempo. Además, veo un libro y se me cae de las manos, me quema.

'Guga' fue, Zabaleta gritó y Acasuso volvió

Para 'Guga', ídolo en Buenos Aires, fue debut y despedida. El brasileño Gustavo Kuerten cayó ayer en la primera ronda con el español David Ferrer por 6-3 y 7-5, y jugará en octavos de final con otro brasileño, Flavio Saretta.

Por su parte, los argentinos tuvieron un día satisfactorio. José Acasuso sacudió la noche al derrotar a Gastón Gaudio por 6-3 y 7-6, en uno de los mejores partidos del martes. Agustín Calleri derrotó al español Galo Blanco por 6-4 y 6-2. «Siempre que uno juega un torneo quiere llegar lo más lejos posible y eso significa ganar el título. Estoy con mucha confianza y jugando muy bien» dijo el cordobés. Por su parte, Mariano Zabaleta hizo lo propio con el francés Jean René Lisnard por 6-4 y 6-4. El defensor del título, el mallorquín Carlos Moyà, dejó en el camino al israelí Harel Levy por 6-2 y 6-4.

Franco Squillari, beneficiado con un «wild card», eliminó al español Marc López por 6-0 y 6-1 y Juan Ignacio Chela derrotó a Giovanni Lapentti 7-5 y 6-0.

Nota asociada: Opinión: El deporte ya no es salud, el deporte también mata  

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