Monetarismo fallido, modelo 2019

El gobierno saliente hereda una inflación anual acumulada del 52,1%. No solo es el doble que el registro de 2015. Implica un nuevo fracaso de la ortodoxia monetarista, que se empecina en desconocer las múltiples causas de la dinámica de precios.

Redacción

Por Redacción

El termómetro oficial de precios para el mes de noviembre, marcó un 4,3%. Significa un 48,3% acumulado en los primeros once meses del año y un 52,1% interanual. Así, el último dato de inflación de la gestión Macri, confirma la impotencia del gobierno saliente para controlar la dinámica de precios.
Las subas más importantes siguen siendo sobre el precio de los alimentos. Ese rubro, que es el de mayor impacto sobre los sectores de menos recursos, muestra un incremento del 54,1% anual. El precio de los servicios de salud en tanto, acumula una suba del 71,6% en el último año, y el de los servicios de comunicación, un 61%. Otros dos rubros de primera necesidad.
Los datos publicados por INDEC el último jueves, permiten advertir con certeza que la inflación anual será de al menos un 54,4%. Tal sería el registro para los doce meses del año, si en diciembre los precios moderaran levemente su marcha a un nivel del 4%. Si en cambio, y como es de esperar, la componente estacional que aportan las fiestas presionara sobre la velocidad de los precios, llevando el registro de diciembre en torno al 4,8%, el acumulado anual sería de 55,6%.
Como sea, cualquiera sea el resultado final, la inflación de 2019 será la más alta desde el año 1991. No hay registro en los últimos 28 años de una inflación anual superior al 50%. La cotideaneidad que a lo largo de los últimos cuatro años cobró el alto registro mensual de precios, hace que se pierda noción de la contundencia del dato.
El remanido análisis respecto al fracaso de la gestión Macri en relación a la política de precios, se agiganta en tanto el gobierno saliente lo estableció junto a la pobreza, como una de sus principales prioridades. Quien debe llevar las riendas de la política económica, sabe de ante mano que establecer determinada variable como eje central, implica resignar resultados positivos en otra serie de variables. El punto es conocido en la teoría económica como ‘teorema de la manta corta’. Si te tapas los pies, te destapas la cabeza, y viceversa.

La inflación de 2019 será la más alta desde el año 1991. No hay registro en los últimos 28 años de una inflación anual superior al 50%.


Al establecer la lucha contra la inflación como prioridad numero uno, era de esperar que la gestión Macri lograra controlar la dinámica de precios, a costa de generar resultados negativas en variables como el empleo, o el nivel de actividad. Un ejemplo claro y consistente, fue el Plan de Convertibilidad aplicado por Domingo Cavallo en los ‘90, que erradicó la inflación por 10 años, a costa de una apertura económica indiscriminada que aniquiló la industria y el empleo. Aun así, logró el objetivo que se propuso.
Increiblemente, la impericia en la combinación de políticas aplicadas por el gobierno que acaba de terminar, no solo no logró reducir la inflación, sino que la duplicó, sin que ello evite el resultado negativo sobre el resto de las variables.
Los números sin embargo, tienen un significado mucho más profundo en términos de la interpretación de la inflación como un fenómeno multicausal.
La administración saliente se cerró sobre la visión monetarista, y negó sistemáticamente el efecto de la puja distributiva y/o de la espiralización de costos sobre la dinámica de precios.

Las ideas emanadas desde la escuela de Chicago, una vez más demuestran ser ineficaces para la estructura económica Argentina.


Con una estrategia de metas nominales entre 2016 y 2017, y de agregados monetarios desde la crisis de 2018, el discurso oficial insistió en que el solo manejo de la política monetaria alcanzaba para controlar los precios. Una visión tan limitada como aquella célebre frase de Mauricio Macri afirmando que la inflación era el problema más sencillo a solucionar en su gobierno. Mas grave aún, por ser académica, y por partir de una visión ultra ortodoxa que utiliza los preceptos de un modelo como verdad revelada.
El fracaso de la política anti inflacionaria en Argentina entre 2016 y 2019, no es solo mérito de un gobierno. Es el naufrágio de las ideas emanadas desde la escuela de Chicago, que una vez más demuestran ser ineficaces para la estructura económica de nuestro país.

En números

71,6%
La suba que acumula el costo de los servicios de salud en los últimos doce meses.
432%
La suba del precio de la manteca desde abril de 2016, cuando el INDEC cambió la metodología de cálculo de la inflación.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios