Monfils le duró sólo una hora al reloj Federer

El escollo de Juan Martín del Potro hacia la final de Roland Garros se llama nada menos que Roger Federer. El suizo, que nunca ganó en el polvo de ladrillo de París, buscará por su lado meterse en la cuarta final consecutiva, luego de vencer al francés Gael Monfils por 7-6 (8-6), 6-2 y 6-4.

Federer, número dos del mundo, necesitó dos horas y diez minutos para batir al ídolo local en la cancha central. El suizo de 27 años alzó los brazos y enseguida apretó ambos puños para celebrar su triunfo, que selló con un impecable revés paralelo.

Así sigue adelante en su objetivo de ganar el único Grand Slam que se le resiste e igualar el récord de 14 títulos de «grandes» en manos del estadounidense Pete Sampras.

La primera plana de «L´Equipe» tituló ayer a ocho columnas: «Es la hora de Monfils». Y algo de eso hubo, porque Monfils sólo jugó una hora, la que duró el primer set. El resto fue un monólogo de Federer.

En referencia al tandilense, Roger dijo que «será un buen encuentro. Ya nos hemos enfrentado y tengo varias victorias de ventaja. Es cierto que en los últimos años ha mejorado mucho. Será entonces un partido muy difícil».

El suizo elogió el presente de Del Potro: «A su edad estar regularmente en cuartos o semis de Grand Slam es muy destacable. Tengo mucho respeto por él, está jugando muy bien, es peligroso».


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