Monitorean el impacto ambiental del volcán Copahue

Científicos auscultan los cursos de agua y el glaciar. En Chile hay un millar de aborígenes por evacuar.

NEUQUEN (AN).- Los científicos que están monitoreando la erupción del volcán Copahue quieren determinar cuál será el efecto que tendrá sobre el glaciar que cubre la pared norte de la montaña y también estudian qué consecuencias tendrá este evento sobre el sistema geológico y sobre los cursos de agua. Mientras, en Chile, se analizaba la evacuación de un millar de personas porque las emisiones contaminaron sus fuentes de agua.

Por ahora se desestima que la erupción -que empezó el primer día de julio- pueda perjudicar a las termas de Copahue, una posibilidad que está prácticamente descartada por ser ése un sistema secundario del volcán. No obstante, al prologarse el fenómeno, es muy probable que haya un impacto importante sobre toda la región.

Por eso, y solo cómo previsión, en uno de sus informes, el vulcanólogo Daniel Delpino recomendó buscar fuentes de agua alternativas para Caviahue-Copahue al tiempo que analiza el estado del glaciar, de unos dos kilómetros cuadrados de superficie y de entre cincuenta y cien metros de espesor. El glaciar nunca soportó un proceso eruptivo como el de estos días.

En Chile la preocupación por la erupción del volcán va en aumento y anoche, en Concepción, se analizaba la posibilidad de evacuar a un millar de indígenas pehuenches que habitan la localidad de Trapa Trapa, en uno de los valles de la cordillera de los Andes. Estas personas serían trasladadas a poblaciones más alejadas del volcán porque se contaminó el agua del río Lomín donde, además, hubo mortandad de peces. El Lomín, que nace en el volcán y recibió una importante descarga de ceniza ácida, es afluente del río Bío Bío -uno de los cursos de agua más importantes del país trasandino- por lo que el tema está siendo analizado a nivel nacional.

Los problemas de contaminación no afectan, por ahora, a las lagunas Las Mellizas que proveen de agua a la villa Caviahue que están a cinco kilómetros del volcán.

El Copahue, ubicado en el límite entre Argentina y Chile, tiene 2.965 metros de altura y está en erupción permanente desde hace 18 días, en los cuales tuvo distintos niveles de actividad. Durante los últimos días, la mole de piedra repitió a un ritmo permanente explosiones que levantaron columnas de gas de azufre de unos 1.500 metros de altura, como las que se exhiben en las fotografías.

El vulcanólogo Daniel Delpino, uno de los autores del mapa de potenciales peligros del Copahue, aseguró que en este momento no hay riesgos para la gente que está en Caviahue y agregó que de acuerdo a los registros de las últimas horas no hay indicios de que pueda agravarse el fenómeno.

Delpino -que el sábado llegó a pie hasta el mismísimo cráter del volcán- trabaja con la colaboración del escuadrón de Gendarmería Nacional que, entre otras cosas, registra la información que aporta el sismógrafo.

El profesional y su esposa Adriana Bermúdez, con quien comparte la profesión, son los científicos que mejor conocen al volcán al que estudian desde 1992, cuando despertó tras un prolongado letargo.

Los científicos están trabajando en permanente contacto con vulcanólogos chilenos y con organismo de Defensa Civil de ese país, donde los cursos de agua de consumo humano están mucho más expuestos que en Argentina.

«Volaron rocas muy cerca de nosotros»

«Todo muy bien hasta que empezaron a volar piedras, rocas, de unos cincuenta centímetros de diámetro que cayeron muy cerca de nosotros, en ese momento bajamos corriendo».

Para el vulcanólogo Daniel Delpino y el gendarme Ricardo Escubilla la del sábado fue una experiencia increíble. Durante algunos minutos estuvieron en la boca del cráter del volcán Copahue. Para llegar a ese lugar recorrieron unos diez kilómetros en una moto de nieve y después caminaron durante una hora y media.

Delpino reconoce que la experiencia fue osada y que corrieron muchos riesgos. No obstante, pudieron tomar muestras de material volcánico, filmar y sacar fotografías como la que ilustra esta nota. El vulcanólogo comentó que el sábado desde la boca del Copahue salían gruesas columnas de color marrón constituidas en gran medida por gas de azufre. La tarea fue complicada no sólo por las explosiones y penetrante olor a azufre sino por el frío bajo cero. «Pude filmar unos minutos pero enseguida se me congelaron las manos, incluso se me cayó la cámara. Fue muy complicado y muy arriesgado», admitió el vulcanólogo quien ayer no terminaba de reponerse de un dolor en los aductores.

Delpino filmó el fenómeno incluso dentro de la boca del cráter -que tiene unos 250 metros de diámetro- mientras que el sargento Escubilla tomó fotografías. (AN)


NEUQUEN (AN).- Los científicos que están monitoreando la erupción del volcán Copahue quieren determinar cuál será el efecto que tendrá sobre el glaciar que cubre la pared norte de la montaña y también estudian qué consecuencias tendrá este evento sobre el sistema geológico y sobre los cursos de agua. Mientras, en Chile, se analizaba la evacuación de un millar de personas porque las emisiones contaminaron sus fuentes de agua.

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