Moreno pondría más trabas a las importaciones

Busca frenar la salida de dólares del país.

BUENOS AIRES.- Durante todo el fin de semana los técnicos de la secretaria de Comercio Interior, liderada por Guillermo Moreno, estuvieron analizando el comportamiento de las importaciones y que productos fueron los que más incrementaron su participación en el mercado. Moreno solicitó el viernes al titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, un listado de las empresas que consigne que fue lo que importaron (y en que cantidades) cada una ella en esta primera parte del año. Los sectores más presionados son alimentos, remedios, autos y supermercados. Desde la Casa Rosada estarían preocupados con el crecimiento en las compras de bienes intermedios, a diferencia de lo que pasó en los primeros años del kirchnerismo cuando las importaciones también crecían pero se trataban de bienes de capital. De acuerdo con datos del Indec, en junio la balanza comercial mostró un superávit de 1.291 millones de dólares y se confirmó que las exportaciones crecen a una tasa más lenta que las importaciones. Con importaciones creciendo a un ritmo del 40%, el Gobierno pone presión para frenar las compras externas. Cortar las importaciones permite al gobierno contar con los dólares necesarios para hacer frente a las necesidades del mercado cambiario y la demanda del Banco Central. De esta manera el gobierno busca preservar los dólares del superávit comercial, cuyo flujo equilibra las cuentas de la economía. Pero la avanzada oficial para controlar las importaciones genera preocupación empresaria. Días atrás Moreno (también los ministros Giorgi y Boudou) le pidieron a la Unión Industrial los listados de importaciones de sus asociadas: la mesa chica de la entidad fabril se negó a entregarlos. A la hora de buscar reemplazar esas importaciones, señala en su edición de ayer Clarín, en el Gobierno se focalizan en las inversiones. A los economistas del gobierno de Cristina Kirchner les preocupa que hasta ahora del fondo del Bicentenario por algo más de $ 8.000 millones no se otorgó ni un solo peso. Para buscar destrabar los bolsillos privados, Débora Giorgi y Amado Boudou pusieron en marcha una ronda de reuniones con cámaras empresarias. A todas esas reuniones se autoconvocó Moreno. Temor para el futuro Entre los documentos reservados que circulan entre algunas de las 20 empresas más grandes del país y que alertan sobre el escenario de los próximos dos años se destacan los temores a los cambios en las reglas laborales (donde los proyectos de diputado kirchnerista Héctor Recalde y abogado del titular de la CGT, Hugo Moyano, no dejan de dar sorpresas) aparte de las maniobras de Moreno para regular las importaciones, destaca Clarín. Sobre las presiones de Moreno intentó, sin éxito, mediar Giorgi (quien conoce la cocina de muchas industrias por haberlas asesorado en otros tiempos). Y también Boudou, quien tampoco tuvo éxito. (Redacción Central)


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