Motín en la U-9 por un teléfono descompuesto

NEUQUEN- Un motín que comenzó por un teléfono descompuesto en la madrugada de ayer, terminó con cuatro heridos y numerosos daños materiales en las instalaciones de la Unidad Penitenciaria Federal 9, en el centro de esta ciudad. Durante el conflicto, que se extendió por más de cinco horas, los familiares de los presos y los vecinos del lugar escuchaban gritos y el sonido de las ráfagas de las balas de goma desde el interior de la cárcel.

La versión oficial fue ofrecida por el subsecretario de Política Criminal y Asuntos Penitenciarios de la Nación, Alvaro Ruiz Moreno, quien arribó a Neuquén a las 15 de ayer en vuelo directo de Córdoba para supervisar la resolución del alzamiento.

La revuelta, que involucró a cuatro de los ocho pabellones habilitados de la U9, se comenzó a gestar 30 minutos antes de la medianoche del sábado, cuando un interno del pabellón 5 le solicitó permiso al guardiacárcel para hablar por teléfono desde otro sector, porque el aparato correspondiente a su área estaba averiado.

La respuesta negativa originó el motín que terminó alrededor de las cinco de la madrugada de ayer. El “no, por seguridad” de las autoridades derivó en que los 30 internos del pabellón comenzaran a golpear las rejas, a incendiar algunos elementos dentro de los tachos de residuos y a arrojar elementos contundentes.

La ruidosa protesta llegó a oídos de los internos de los pabellones 6,7 y 8, quienes también se plegaron al reclamo. Frente a esta situación, el personal penitenciario efectuó numerosos disparos de escopetas con postas de goma, para disuadir la actitud de los condenados. La cárcel tiene capacidad para 237 internos y actualmente hay 233, con un promedio de 30 condenados por pabellón.

Entre los daños materiales se contabilizan las cámaras de video de los pabellones 5 y 6, teléfonos públicos, rejas y mampostería. “Se hizo primero un relevamiento fotográfico y la mayoría de las roturas están arregladas”, dijo el funcionario.

El viaje del subsecretario a Neuquén forma parte de la nueva política que en la materia adoptó el flamante ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Jorge De la Rúa: “que algún funcionario se ponga en contacto en forma directa con los involucrados en estas situaciones”, definió Ruiz Moreno.

El juez federal Guillermo Labate estuvo en el lugar hasta las 7 de la mañana de ayer y estará a cargo de las actuaciones judiciales. Se informó que los guardias lesionados fueron Victorio Ramos y Ariel Escobar, con traumatismo en una mano y un corte en el brazo, respectivamente.