Muchos fans y poco brillo en Cosquín
Con menos gente y brillo, el festival vivió una segunda noche en la que Soledad tuvo el aliento de sus seguidores y se destacaron Los Alonsitos, Los Tekis
COSQUíN, (Télam, enviado especial).- Soledad, los correntinos Alonsitos y los jujeños de Los Tekis fueron los artistas más destacados de la segunda noche del Festival Mayor del Folclore y el Canto Popular de Cosquín, en su 47 edición.
El festival, tuvo en esta oportunidad, la novedad que Soledad, considerada en su momento como el «huracán de Arequito», tuvo la responsabilidad de realizar el grito característico del «aquí Cosquín» e inmediatamente inició su show, que duró poco más de una hora.
La plaza «Próspero Molina» cubierta en un 60% (alrededor de 6.000 personas), no tuvo el brillo de la primera velada pero contó con el fanatismo y el griterío de la «hinchada» de la Sole, que no dejó de gritar y vivar a su artista.
Primero sólo con su guitarra y luego con su banda, más el siempre interesante aporte de su hermana Natalia, Soledad realizó un compilado de composiciones clásicas de su carrera, pero ante todo tuvo que sortear algunos embrollos en la parte del sonido que se fueron solucionando con el correr de las canciones.
Temas como «El bahiano», «La fiesta», «A don Ata» (su primer gran éxito), «Tren del cielo», «Entre a mi pago sin golpear» y la «Chacarera de un triste» fueron los momentos más relevantes de su actuación.
En cuanto al sonido, Los Alonsitos (Marco y Marcelo Roselli Majul, Luis Moulín y Ariel Báez), tuvieron una muy destacada performance, con un recital corto pero sin altibajos y donde abundaron los sapucays desde arriba y la respuesta inmediata de abajo del escenario «Atahualpa Yupanqui».
Confirmando los temas de su más reciente álbum «Paisaje interior», el grupo realizó sin baches una recorrida por temas de la talla de «Estudiante del interior», «Estancia San Blas», «El ladrillo bayo», «estero pajarito», «Lucerito Alba» y el cierre con «Un chamamé y un carnaval», que provocó que la fiesta se desatara de nuevo, luego del comienzo de Soledad.
De Corrientes, la fiesta se trasladó imaginariamente a Jujuy, donde Los Tekis (Mauro, Pucho, Walter, Sebastián, Juanjo y Pipo), en el final de la segunda velada, llevaron el carnaval del norte argentino, pero también aquellas pieza lentas que provocan los distintos climas del concierto.
«Vienes y te vas», «Doña Ubenza, «Selección de sayas y carnavalitos», «Todo cambia», «Llegó el carnaval» y «Como has hecho», sirvieron como parámetro con la gente y también se atrevieron a algunas piezas
nuevas de un disco que saldrá en el mes de abril o mayo.
Presagio, un dúo santiagueño de buen caudal vocal, mostró lo suyo y su coterráneo Néstor Garnica (autor de la actual versión del «Himno a Cosquín»), también llenó de climas su concierto con su mágico y atractivo violín junto a su banda.
También dijeron presente las Delegaciones de Santiago del Estero, La Pampa y La Rioja, quizás la más interesante por la actuación de dos jóvenes valores como Natalia Barrionuevo y Emiliano Zerbini y en la santiagueña, el señorío del bailar la zamba y la chacarera en la figura de Adela Saavedra, esposa del recordado Carlos Saavedra, las posicionaron por entre la restante. La Bruja Salguero, aunque en menor medida aportó lo suyo y el pre Cosquín, estuvo representado por el solista José Aranda (2006) y el pre Cosquín 2007 en «Canción inédita», se presentó con el tema «Canción de cuna araucana» de la sede de Comodoro Rivadavia.
Párrafo aparte merece el Dúo Coplanacu (Roberto Cantos y Julio Paz), que continúa demostrando que con dos buenas voces, un buen repertorio, una guitarra y un bombo, también se puede hacer interesante folclore popular y lo demostró en piezas del estilo de «Zamba alegre», «Cachi Mayu», «La penadora», «La flor azul» y «Mañanitas loretanas».
LUIS DIGIANO
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