Muelles del Nahuel Huapi, al borde del colapso

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La mayoría de los muelles en los cuales operan las excursiones turísticas del lago Nahuel Huapi, incluido el puerto Pañuelo, lucen en deplorable estado de conservación. Más aún, representan un verdadero peligro para los visitantes.

Pese a los anuncios, las obras necesarias para repararlos se demoran más de lo deseado y en vísperas de una temporada que promete ser muy buena en lo que respecta a la afluencia de visitantes, la operatoria lacustre, pese a los nuevos barcos, continuaría estancada.

El alerta sobre el pésimo estado de algunos muelles sonó el pasado 14 de noviembre, cuando se rompió un sector del muelle de Los Cántaros, en Puerto Blest, ocasionando un susto mayúsculo a un contingente del CEM 46 y lesiones leves a la docente Silvia Kleutzel.

En aquel entonces el jefe de Prefectura Naval en Bariloche, prefecto Angel Riquelme, señaló que el accidente «sirve para poner las barbas en remojo» e intimó a la Administración de Parques Nacionales (APN) a reparar los muelles en mal estado.

Prefectura, a cargo de la seguridad en la navegación lacustre, procedió asimismo a clausurar la banda de estribor del muelle de Quetrihue, por el cual se accede al Bosque de Arrayanes.

De esta manera sólo puede utilizarse uno de sus laterales, lo cual dificulta las maniobras y suele suceder que los barcos deban amarrar uno sobre otro.

Según se informó, el muelle debería haber sido clausurado en su totalidad, lo cual no sucedió, «al sólo efecto de no afectar una de las excursiones lacustres más tradicionales del Nahuel Huapi».

Este diario tuvo oportunidad de recorrer el muelle la semana pasada y pudo constatar que no hace falta ser un experto para detectar las falencias. Las barandas no existen, hay numerosas maderas rotas y sueltas y los sectores peligrosos están vedados con una simple cinta que anuncia el notorio peligro.

Otro problema afecta el muelle en bahía La Brava, desde donde deberían partir las excursiones en el flamante catamarán «Patagonia Argentina», el cual demanda se prolongado unos 25 metros, ya que de lo contrario al bajar las aguas el flamante catamarán no podría operar por el peligro de quedar varado.

El barco ya está en el lago pero el muelle aún no fue prolongado.

El muelle de Quetrihué se construyó al inicio de los años setenta y reemplazó a su antecesor, cuyas ruinas aún emergen del agua.

La reparación del presente, junto con la navegación lacustre, la explotación del kiosco en el bosque, la construcción de una confitería nueva y otras obras fueron adjudicadas por licitación a la firma Grean Leaf.

El pliego fijaba que Parques debía proveer la madera para el nuevo muelle. «Esto fue un error, pues lo escribió alguien que no tiene conocimiento del volumen de madera que esto implica (unos 300 metros cúbicos) que supera la capacidad del aserradero de Parques», aseguró Sergio Rusak, intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi. De esta manera, se tuvo que renegociar el contrato.

A semejanza de los servicios en la Isla Victoria, en Arrayanes las instalaciones dejan mucho que desear. Los techos de los baños y la cabaña anexa «hace al menos 5 años tienen un nilon precario» confirmó una de las guías. En idéntico estado lucen los baños, sin un adecuado sistema de tratamiento cloacal y otras instalaciones.

A diferencia de otros Parques Nacionales, en el Nahuel Huapi todos los muelles son de madera. Rusak reconoció que no existe ningún impedimento para que estos se construyan con metales, como sucede en el Parque Nacional Los Glaciares, donde tienen un gran éxito y requieren muy poco mantenimiento.

Repararían la infraestructura básica en los paseos turísticos

El intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Sergio Rusak, reconoció que hace años que la APN no realiza las inversiones necesarias para mantener sus obras públicas.

«Hemos implementado un plan de urgencia para adecuar la infraestructura básica en los principales paseos turísticos; entre ellos, los muelles tienen prioridad», dijo.

Informó que están «en marcha» obras por unos 2 millones de pesos y que es «inminente» el llamado a licitación para reconstruir íntegramente Puerto Pañuelo, con una inversión superior a los 3 millones de pesos, lo cual incluye la explotación del área por 20 años.

Rusak dijo que se llegó a un acuerdo con Grean Leaf, que comprará la madera para reparar el muelle de Quetrihue, monto que será descontado de futuros cánones. Asimismo, explicó que «se tuvo que rediseñar la obra», cuyos trabajos estarían por comenzar. Según el intendente se puede reconstruir un muelle manteniéndolo en uso. También adelantó que está en marcha la reparación para integrar del entablonado que recorre el Bosque de Arrayanes, de 850 metros, el cual será ampliado en 250. La obra, con un plazo de 6 meses, está a cargo de una empresa de Villa La Angostura y tiene asignado un presupuesto de 950.000 pesos.

Con respecto al muelle de La Brava, afirmó que será prolongado unos 26 metros, con lo cual se garantizaría su funcionamiento. Aseguró que las obras ya comenzaron, con personal, madera y herramientas provistas por la APN y que se han despachado al puerto 15 de los 22 pilotes. Recordó que la concesión del muelle está a cargo de la empresa que opera el catamarán «Patagonia Argentina», la cual también tiene que reparar las barandas y otras cuestiones.

El funcionario indicó que el muelle en bahía La Mansa está en perfecto estado y que también están finalizando los trabajos en ambos muelles de Puerto Blest, a cargo de Catedral Turismo. «Realizamos un convenio y ellos repararán no sólo ambos muelles sino también el sendero hacia la laguna Los Cántaros, por un monto total de 250.000 pesos», dijo.

En Isla Victoria, con el subsidio otorgado por la secretaría nacional de Turismo, se reparó el 50 por ciento del muelle doble principal. El resto saldría a licitación en los próximos días. Sostuvo que también está previsto reparar el muelle de Huaiquil y que avanzan los trabajos para remodelar la ex escuela de guardaparques en la isla, en un centro de visitantes, con un presupuesto de 320.000 pesos.