Mujeres construyeron sus casas con trabajo solidario

CIPOLLETTI (AC).- «Fue duro el camino que estuvimos transitando durante un año y cuatro meses. Pasamos frío, calor. Aprendimos muchas cosas. Y hoy ven reflejado lo que nuestras manos pudieron lograr».

Paola Díaz expresaba emocionada estas palabras mientras a sus espaldas tenía una de las 20 casas construidas por esfuerzo propio y ayuda mutua. Dieciséis de estas viviendas fueron levantadas por mujeres solas, jefas de hogar.

El acto de inauguración del segundo desafío de «Un techo para mi hermano» en Cipolletti se realizó el viernes cerca del mediodía en el barrio Antártida Argentina.

«Esto es un ejemplo de esfuerzo, sacrificio y solidaridad, palabras que a veces usamos poco o que a veces las decimos tan automáticamente que no alcanzamos a ver el verdadero valor que encierran», destacó el intendente Alberto Weretilneck. También el obispo del Alto Valle, Néstor Navarro, valoró la tarea realizada por las familias. Esta experiencia formó parte del Programa de Viviendas de Cáritas Nacional, que en la ciudad se instrumentó a través de la asociación civil «Un Techo para mi Hermano», con financiación del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios y la colaboración del municipio por intermedio de la secretaría de Obras Públicas.

Cada una de las casas tiene 53 metros cuadrados y cuenta con dos dormitorios, cocina-comedor, estar y baño. «En total se invirtieron 46.300 pesos por vivienda, cuya sumatoria alcanza los 926.000 pesos destinados a materiales, mano de obra, capacitación y la asesoría técnica», precisaron.

La modalidad de trabajo consistió en el armado de dos grupos, que iban desarrollando tareas por etapas en cada una de las casas. Todo se hizo por esfuerzo propio y ayuda mutua, con el aporte de mano de obra especializada en algunas tareas. Fueron ellos -ellas, en su mayoría- quienes armaron hierros, pegaron ladrillos y colocaron pisos y revestimientos.

Inaugurar un sueño

En el acto de inauguración, realizado en el frente de una de las casas que está sobre la Avenida de Circunvalación, Paola Díaz agradeció en nombre de todo el grupo a quienes hicieron posible «la dicha de poder inaugurar un sueño».

«Yo quiero que esta experiencia sirva para muchas familias que hoy están viviendo la situación que nosotros vivíamos. Para que vean que es posible, que todo se puede, que no piensen que todo está perdido. Con muchas manos, solidaridad y esfuerzo se pueden lograr muchas cosas. Disfrutemos lo que hoy logramos y vamos por mucho más, por mejorar un poquito más lo que tenemos», le dijo la mujer a sus vecinos, que como ella, estaban emocionados; orgullosos.

Desde el municipio se informó que «ya se están preparando los proyectos para seguir trabajando de forma interinstitucional bajo la modalidad del esfuerzo propio».


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios