Mujeres crean huertas para cobrar

Como tienen niños pequeños que no puede dejar solos, el desarrollo de las huertas es la contraprestación que se pone como requisito.

Ayer fueron entregadas semillas para que las beneficiarias planten en el fondo de sus lotes.
CENTENARIO (ACE).- Un centenar de mujeres de Centenario comenzarán a plantar hortalizas de estación en sus casas como parte de la contraprestación por el Plan Jefes y Jefas de Hogar. Son desempleadas que reciben el subsidio y que no pueden hacer tareas fuera de la casa porque no tienen con quién dejar a sus hijos pequeños.

El programa comenzó hace siete semanas y según los coordinadores, con los primeros trabajos duros en la tierra «se pudo saber bien quiénes tienen ganas de trabajar y quiénes dieron vueltas. La que agarró la pala, esa fue la que siguió, y se trata de la mayoría», dijo uno de los coordinadores ayer durante la entrega de semillas.

Con las herramientas que había en la casa, debieron preparar la tierra que en general se trató del suelo árido de la barda, por lo que hicieron zanjas de más de 60 centímetros para preparar «trincheras» y darle un tratamiento orgánico «por abajo y por arriba, para instalar una huerta orgánica que perdure si continúan trabajandola».

Así lo explicó una de las coordinadoras, Alicia Mannucci, quien monitorea las tareas junto con los capacitadores Luis García y Luciano Amadeo. Todos dependen de la Unidad de Empleo de la provincia y del CPE. El plan se desarrolla junto con la dirección de Producción de la municipalidad y del área de empleo.

El programa fue diagramado para desocupadas con carga de familia que no tienen con quién dejar a sus hijos pequeños para salir a hacer la contraprestar que exige el plan nacional.

Comenzaron unas 150 mujeres, pero llegaron a la entrega de semillas 114 -todas entre 16 y 50 años- luego de semanas de trabajo de capacitación y preparación de la huerta orgánica.

Son nueve grupos de los barrios Vista Hermosa, Trahun Hue, Eva Perón, Graciani, Villa Obrera, Nueva España, zona de Bomberos, Casco Viejo y Juan Manuel de Rosas.

«Yo me anoté en el subsidio con pocas esperanzas que me saliera algo, porque siempre hice los trámites y nunca pasó nada», dijo Silvia Fontana, una mujer con un niño de 5 meses en brazos y otros tres que se quedaron en la casa. Ella está desempleada al igual que su marido, desde que terminaron los trabajo en el proyecto Mega, en Loma de la Lata, hace dos años.

Zulma Vázquez tiene 32 años y cinco hijos y hace tiempo que no consigue empleo en casas de familia, como antes. «Me viene bien porque ya casi no se puede comprar nada y sirve para la casa. Yo nunca había hecho huerta y es bastante trabajo», dijo.

Aydee de la Fuente vive en la zona de Nueva España, rodeada de chacras. «Siempre hice huertas, pero nunca orgánica. Aprendí a hacer líquidos para curar las plantas con hortigas, cebollas, zampa y ruda; eran cosas que tenía en la casa y que no sabía que podía usar para que las plantas no se me apestaran con bichos y hongos», dijo.

Ayer se entregaron semillas de estación para iniciar la etapa de almácigos y luego plantar lechugas, espinacas, remolachas, rabanitos, acelga, achicoria, tomates, pimientos y berenjenas.

Algunas mujeres ya habían iniciado la siembra con algunas plantas de perejil, acelgas y otras verduras. «Muchas tenían semillas que habían conseguido en el trueque o algunas tenían semillas guardadas porque alguna vez habían sembrado; unas pocas mujeres habían hecho huerta porque venían de familias rurales pero fue solo la siembra, nunca habían hecho un trabajo intensivo de instalar un sistema biológico que deben cuidar por dos años para que luego lo puedan utilizar en forma permanente», dijo la coordinadora Mannucci.


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